martes, 3 de enero de 2012

2012 sin promesas

No vamos a comenzar el año nuevo con las promesas de que hoy, sí me pondré a dieta, voy a hacer ejercicio todos los días, incluidos los días festivos o cuando se pasen las copas y amanezca crudo, que ahora voy a llegar temprano al trabajo y a hacer con cariño, lo mejor que pueda, daré mi mejor esfuerzo, que si trataré a los niños y a mi pareja con respeto, paciencia, buen humor, confianza y que, sin duda, les dedicaré muchas de mis horas libres en vez de irme a jugar dominó con los amigos y pondré con los hijos lo mejor para entenderles y hacer sus tareas, que si tendré tiempo para asistir al médico a los chequeos, que tomaré mis medicamentos con regularidad, que sin duda pagaré mis cuentas a tiempo y no gastaré más de lo que gano, que tendré algún remanente para ahorrar y poder ir de vacaciones o para lo que quieren en mi familia, que pintaré la casa, cortaré el pasto y regaré las mesetas, que alimentaré con cariño a los animalitos que tenemos y en fin, las promesas finalmente, quedan en eso, en promesas, tal como lo hacen los políticos cuando van a las campañas y prometen cambios y mejoras, seguridad, limpieza, honestidad, en fin, pero cuando llegan al poder se les olvidan esas promesas de campaña y como tienen presupuestos para su publicidad y promoción personal que nada les cuestan y que, al utilizarlos, les dejan algunos pesos con eso de las corruptelas y de las comisiones, pues ellos hacen lo que se les pega la gana y esto es lo que en el fondo del corazón, quiere cada uno de los mexicanos: ser deshonesto, hipócrita, ratero, corrupto, cínico y todo con la impunidad que les brinda el poder, por esa razón, cada mexicano busca un compadre de poder, un amigo que las gaste y tenga el poder y el cinismo suficiente para convertirle en corrupto, amigo y socio o cómplice, cada mexicano quiere una charola para brincar las normas y las leyes, cada mexicano quiere ser como los poderosos y por esa razón les teme tanto y les deja hacer y deshacer como les viene en gana, les deja robar cínicamente y no les reclama nada, porque en el fondo somos cobardes y comodinos y, por ello, Dios nos castiga y nos da los gobernantes o des gobernantes, gobernícolas que “merecemos” o que nos gusta tener…


Así nos vamos también haciendo cínicos e hipócritas, deshonestos con nosotros mismos, patanes con la sociedad y con nuestras familias, perdemos las esperanzas y los sueños, soñamos como los mexicanos que no queremos ser pero a los que, finalmente, nos parecemos tanto: mexicanos que quieren tener la charola, los cuates con poder, los compadres que les hagan o conviertan en socios y cómplices, los que se sacan la lotería sin comprar boleto, los que dicen que van a cambiar y no lo hacen, los que simplemente sueñas con que vamos a ganar al grito de “si se puede” a pesar de que no tengamos la voluntad ni la constancia para hacer ejercicio y les reclamemos a los políticos y a los jugadores o directores técnicos, los fracasos y, los triunfos, pensamos que son nuestros, cuando, finalmente, solamente benefician a los que ganan con el espectáculo y a los jugadores que de eso viven, igual que los políticos y los banqueros; queremos ser policías para que tengamos la fuerza de decir que nos tienen que respetar porque “somos la ley” y podemos hacer lo que se nos plazca, aún robando, asesinando y violando leyes y derechos de los demás, queremos que el dinero nos llegue fácil, en fin, como la canción “en qué sueñas mexicano” y pensamos que, con dinero y poder, podemos ser felices y tener muchas mujeres o muchos hombres, que podemos andar en carros último modelo, vivir en las zonas de ricos, trajearnos en Hugo Boos y en Armani, cargar relojes de varios millones de pesos, comprar zapatos de marca y calzoncillos que nos hagan sentir mejor, en fin, por eso compramos las cremas milagrosas y las pastillas que nos hacen bajar la panzona en dos días y si no lo logramos. podemos exigir que nos devuelvan el dinero. pero como somos cobardes y cínicos, mejor aceptamos que no las tomamos, al igual que los que van a la farmacia a comprar el Viagra o el Cialis simplemente, porque “quieren tener más”, no es porque lo necesiten, en vez de recurrir al doctor para que él nos diga lo que realmente necesitamos y en vez de pensar que, el esfuerzo es mucho para hacerlo en casa y lo tenemos que aplicar con las amantes o con las prostitutas a las que recurren muchos inadaptados en la casa y en el hogar…en fin, los sueños de los mexicanos, ni siquiera tienen bases de realidad, son esperanzas y jaladas de los pelos, son masturbaciones mentales y, por eso, no dejan de ser la realidad constante que nos limita y que hace que en vez de actuar, nos hagamos tontos, pensando en que no podemos cambiar, porque no tenemos conciencia de que el cambio llega cuando tiene uno la conciencia de lo que es cada uno, que el cambio es interior que, después, podemos actuar, cambiando la casa, el entorno, la comunidad y la sociedad, pero tenemos que empezar, no esperar a que alguien más comience porque así jamás logreros ser distintos, lograremos ser lo que realmente queremos ser…

En fin, la verdad es que todo cambio comienza en uno, en el entrono familiar, dando lo mejor y haciendo lo que debemos y tenemos que hacer, sin dejar de cumplir con las obligaciones y sin dejar de demandar a lo que tenemos derecho. Tenemos que meditar, orar cada día, dar gracias por lo que recibimos cada instante, estar en el ahora para que tengamos conciencia de lo que somos, dejar de hacernos masturbaciones mentales pensando en que por un milagro cambiaremos, dejemos de pensar que sembrado de temporal, apostando a la lotería y esperando los milagros de la Virgen de Guadalupe resolveremos todos los problemas y conflictos.

En fin, no queremos hacer promesas, no queremos que nos hagan promesas; la realidad es que estamos cansados, de que al pedir paz y paciencia, en realidad queremos una tregua y queremos que los políticos se den cuenta de que no son dioses y de que ya no pueden hacer lo que quieran, porque están generando un verdadero baño de sangre en el país, un baño de sangre que cobra más muertos que la guerra de Irak, que cobra la vida de miles de mexicanos que casi llegan a los 60 mil, que desaparecen en la contienda a otros miles de mexicanos que, dicen los que saben, suman más de 20 mil, que nadie entiende los secuestros de los delincuentes acompañados con los secuestros que hacen los policías y los políticos; que nadie sabe a dónde van los miles de millones de pesos que se destinan a la “seguridad” cuando esta no existe y aumenta la inseguridad; que nadie entiende la razón por la que los políticos, aliados con los policías irresponsables, corruptos y apátridas, permiten que los agentes gringos contrabandeen, violen la soberanía y nuestra leyes, al meter miles de armas que entregan, gratuitamente, a los narcos y que lavan miles de millones de dólares a los mismos y esto, solamente nos demuestra que tenemos políticos cobardes y entreguistas que deberían ser denunciados a las autoridades, con el fin de que se les castigue por los crímenes de guerra y de lesa humanidad, como los han denunciado en el Tribunal Internacional de la Haya, miles de mexicanos…sin promesas…

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