domingo, 19 de abril de 2009

Violación a los derechos humanos

Varias guerras o frentes de guerra se vienen realizando en el país, por un lado, la política, tiene sus propios escenarios donde políticos de todos los partidos con o sin razón, con o sin pruebas, con o sin criterios, con o sin honestidad se lanzan acusaciones y por esa razón, los mexicanos, solamente vemos en el escenario de la “guerra política” un gran chiquero y no podemos decir que estamos preparados para decidir la mejor opción, porque todos los contendientes están enlodados o cuando menos no se quitan las jodas que se dan por muchas razones. Bueno, ni Manuel Espino, tan duro y violento, tan declaradamente Yunquista, tan especial en su trato, tan degenerado en sus formas y sus fondos en la política ha logrado salvarse del vacío que le hicieron en su partido y por el que no le permitieron ser candidato a la diputación, donde podría, cuando menos, destacarse como un fajador o peleador callejero, de descontón, de rompe y rasga y parece ser que este tipo de violentos políticos ya no caben en el concepto panista, a pesar de que su dirigente, se ha puesto los guantes en muchos pleitos de sombra y de ring con los más variados políticos pero sobre todo, como si quisiera dejar claro que entre el PAN y el PRI no existe complicidad alguna, no hay sociedad, no se puede decir que forman el PRIPAN y que están aliados para golpear y terminar con los extremistas de izquierda o de derecha, tal como se viene haciendo esta limpia que huele a mierda.

Sea como sea, los pleitos en la política ya no son tan interesantes como anteriormente, cuando se daban de verdad, cuando los diputados no solamente se mentaban la madre y se liaban a golpes, sino que sacaban las pistolas y dejando el sombrero a un lado, se retaban o se daban de plomazos, pero hoy, cuando mucho, sacan los celulares y se llaman para citarse en una restaurante para limar los malos entendidos y es por ello que un viejo político decía que: la política se arruinó, desde que los diputados cambiaron las pistolas por los celulares.

En la otra guerra, la declarada contra el narcotráfico, las cosas van de mal en peor, por un lado, todos los golpes que parece tienen claros niveles y se dan a las estructuras económicas y financieras de los mafiosos, se pierden por los golpeteos y las tonterías, por la prepotencia, por la ineficiencia, la incapacidad, las complicidades y las corruptelas que mantienen los policías con políticos, con funcionarios, con empresarios, con banqueros y con los especuladores financieros que son los grandes beneficiarios del “lavado de dinero” y que se encuentran entre los hombres más ricos, poderosos e intocables del país.

Por un lado, los esfuerzos del Ejército, sobre todo, han logrado importantes detenciones de armas, drogas y mafiosos, pero lo terrible es que en los momentos de la consignación ante las autoridades los agentes del Ministerio Público se ven lentas, ineficientes y mediocres de tal forma que se nota cuando por malas o pésimas consignaciones, los delincuentes se van o están a puntos de liberarse y por ello, esa necia e inadecuada costumbre de los arraigos, para dar tiempo para que se les puedan inventar más delitos y establecer los mecanismos que garanticen o, los “buenos arreglos financieros con abogados, policías, políticos y funcionarios” o bien, para darles la consignación y proceso que debe continuar. Lo grave del tema, nos comentan muchos policías que en verdad realizan el esfuerzo real y honesto para cumplir con sus funciones es que, cuando ellos hacen este tipo de detenciones, los arreglos financieros se hacen en los centros de arraigo o en los juzgados y que, por ese motivo, muchos delincuentes tienen pliegos de consignación débiles y mal hechos, para que pronto puedan ser liberados y en esto, nos dicen, hay muchos pasos que se deben seguir y que, por esa razón, ya no tienen confianza cuando se les dan tareas a cumplir, porque nos comentan, ellos, hacen el trabajo y los “negocios y transas” las hacen sus jefes y ellos, corren el peligro de las represalias y venganzas de los delincuentes y en muchos casos, todos saben, de que son los mismos policías los que ponen a sus compañeros con los delincuentes para que sean asesinados y se culpe a grupos de delincuentes de esas venganzas o bien, los mismos grupos de policías, son los que hacen las limpias ordenadas por los jefes mafiosos para que sean eliminados otros delincuentes de grupos contrarios.

Pero así como se reconocen los esfuerzos del Ejército Mexicano en esta eficiente labor, se tiene que reconocer que por angas o por mangas en los dos años y meses de gestión del presidente Felipe Calderón, los militares, han establecido, nos comentan los miembros de la CNDH, un alto nivel de impunidad ya que las violaciones son increíbles y las acciones represivas no tienen selección para darse en los grupos criminales de tal forma que afecta a la sociedad civil y a sus familias y, en otros casos, se han desaparecido a muchos detenidos y detenidas que, todos, en sus zonas saben, fueron detenidos por grupos militares, pero a los que jamás se les ha mostrado en consignaciones ante autoridades civiles. La CNDH señala que 23 de las 62 recomendaciones son en contra de la Secretaría de la Defensa Nacional y se dice que, desde los tiempos de la llamada “guerra sucia”, el Ejército, no había violado tanto los derechos humanos como en el actual gobierno de Felipe Calderón y esto es preocupante, porque cuando el ejército que tiene una buena imagen de honestidad y de eficiencia, de lealtad institucional se utiliza de más en labores de policía y, los policías, no saben ni donde tienen la cabeza y no pueden limpiar sus instituciones y sus mandos están preocupados por las transas y los negocios o por sus carreras políticas, las cosas van de mal en peor y es que, al paso de los años, cuando las cosas se serenan y se pierde el impacto político o cambian los gobierno, vemos que, por ejemplo, los generales Quirós Hermosillo y Mario Arturo Acosta Chaparro, que cumplían con las instrucciones de eliminar a los grupos de la guerrilla en Guerrero, posteriormente, fueron sometidos a juicios por la violación de derechos humanos en muchas zonas y se les acusó, sin probarles nada, de que tenían relaciones con los grupos del narcotráfico y, por esa razón, tuvieron que enfrentar un proceso y este, tuvo un alto costo en credibilidad y confianza en la institución, pero sobre todo, generó una división entre los conceptos de los mandos en el Ejército y provocó que muchos no tengan la misma confianza en su labor, porque saben que tienen que cumplir con órdenes, pero al tiempo, pueden ser los perseguidos por esos hechos cumpliéndose aquello de “que los Carniceros de hoy, pueden ser las reses del mañana”.

En la actualidad, hay más de dos mil quejas y en este primer trimestre se han generado muchas violaciones en contra de la población civil y por ello, están abiertos 423 expedientes contra militares, sus mandos y tropas y como si esto fuera poco, la Procuraduría de Justicia Militar en 2007 y 2008, abrió 170 averiguaciones previas en las que las víctimas han sido civiles en actos violatorios cometidos por militares y mientras esto sucede, muchas violaciones se dan contra civiles no contra delincuentes por parte de las policías y por esa razón, la denuncia del día 18 de varios reporteros, sobre los actos de barbarie y de tortura que realizaban algunos policías federales en un campo de Reynosa, son tan indignantes y es así como la población civil, en vez de apoyar las acciones de policías y soldados, se muestra más respetuosa a favor de los delincuentes que son los que viven con ellos, les protegen y les brindan otras atenciones que ni el gobierno, los políticos y los funcionarios les dan, menos, los policías, sobre todo, cuando se convierten en grupos represivos que atentan contra todos los civiles de cualquier nivel solo porque se atreven a denunciar sus atrocidades o a demandar un mejor comportamiento a favor de los ciudadanos… por esto se debe realizar un buen análisis de lo que sucede, porque de continuar así, es lógico que se reinicien las guerrillas de civiles o de delincuentes, para dar su nivel de autodefensa y esto, generará una violencia terrible en el país…. Donde civiles, sin ser “su guerra”, pagarán un alto costo en vidas , terrores, horrores y violaciones a sus derechos.

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