viernes, 17 de abril de 2009

Legalizar la marihuana requiere permiso gringo

No son pocos los que han seguido con profundo interés y con ánimos empresariales la propuesta de Ernesto Zedillo Ponce de León en el sentido de legalizar el uso de la marihuana y es que, digan lo que digan, estamos totalmente seguros que la propuesta, de aprobarse, tendría muchas variantes en los negocios, sobre todo, porque la Secretaría de Agricultura que se muestra tan ineficiente en muchas cosas, podría demostrar que los viveros que oferta en los campos mexicanos, serían bien utilizados con la nueva tecnología para la producción de la mejor marihuana del mundo, tal como se ha logrado descubrir en varios estados y en muchos sitios, con recurso aprobados por PROCAMPO, que no llegan a los jodidos, pero si les llegan a los empresarios marihuaneros.

Y es que, sin duda alguna, la legalización de la marihuana no evitará que la gente consuma más drogas o como señalan que no tendrán mayor trato con los miembros de la delincuencia organizada y es que, con la legalización de la marihuana, no tendremos a los miembros de la delincuencia organizada en los tratos comerciales, sino que serán los empresarios de la “delincuencia organizada” los que tendrán como objetivo que los consumidores no se desbalaguen en otros consumos de drogas que no sean los naturales, los que tienen siembras garantizadas, sin contaminantes, sin abonos químicos y sin pesticidas y, por ello, se podrán consumir con total libertad, asegurando que hacen menos daño que otras drogas, como los cigarrillos y esos productos químicos que llevan a los consumidores al matadero o a convertirse en clientes preferentes de hospitales y médicos.

La legalización será la oportunidad para mantener un gran negocio floreciente y que no sea parte de los negocios de las mafias que no saben más que gastar en lujos y en armas, en botar sus recursos en guerritas de todos contra todos y de hacerse “garras entre ellos” ,matando a diestra y siniestra, no como lo hacen los hombres civilizados del gran poder, cuando realizan las guerras de opresión a otros países y donde ellos, tienen los armamentos sofisticados y de alta tecnología y no andan confabulando para que alguna señora o algún musulmán loquito se aviente el tiro de ser una bomba ambulante, para joder a varios civiles que nada tienen que ver con los odios raciales o con las guerras de conquista y menos, tienen que ver, con los objetivos militares que se busca eliminar en este tipo de atentados. Pero si tuviéramos legalizada la marihuana, con seguridad, a nadie le importaría nada de los que pasa en este tipo de atentados, porque es un relajante natural o un sexoacelerador, como señalan muchas de las gringas a las que les fascina la mota.

Si anteriormente se aseguraba que en México existían siete mujeres para cada hombre y un maricón de cheiser, hoy, con la legalización de la marihuana, empaquetada con todas las normas aprobadas por la secretaría de salud y por la normatividad en precios de la secretaría de comercio, tendríamos, sin duda alguna, un gran producto de exportación, claro, si el negocio se deja en mano de la iniciativa privada que velará por sus intereses, pero si se crea una empresa nacionalizada y del gobierno para el empaquetado, siembra y distribución de la mota, seguramente, con todo y las ventajas comerciales de este producto, lo más seguro es que pierdan en cada ejercicio presupuestal y que, la mota, en vez de mejorar en su calidad y precio, cada día sea peor, combinada con productos chafas o con las mugres que se tendrían que quemar, en vez de dejar las colas y lo mejor de las plantas. Así, seguramente, no tendríamos siete mueres para cada bato y un maricón de cheiser, sino que, aumentaríamos, cuando menos, a siete gringas más que, locas, se vendrían a darse sus toques legalizados y sin problemas de inseguridad o de ilegalidad. Y si esto resultara verdad en vez de ser un simple sueño marihuanero, de los locos que hacen los cálculos estadísticos, la realidad es que, a los mexicanos ,se nos podrían cumplir los sueños de ser padrotes de tiempo completo y que las viejas nos mantuvieran bien vestidos, bien comidos y bien atendidos… con esto, tendrían que cambiar los ánimos de las mexicanas y vernos, con ojos inyectados por la mota, pero con ojos de amor.

Si se legalizara la marihuana, ya nos podremos imaginar los desmadres que se tendrían en las Cámaras de Diputados y en la de Senadores, en los congresos locales y en las oficinas públicas, porque en este cambio de mentalidades, más modernizados a la nueva moda de los actuales tiempos, los burócratas, de por si lentos e idiotizados, tal vez, se pondrían mejor los patines con un buen toque de mota y serían fácilmente comprados o recompensados por sus servicios, con una cajetilla de la mejor mota mexican-golden o de la mexican barba roja zapooteca. Ya nos podremos imaginar las sesiones del gabinete de seguridad con los tragos de café, con las tensiones de la inseguridad y con el relax que les puede proporcionar la marihuana y, cuando los secretarios de estado, en vez de tomar determinaciones, comiencen a hablar sobre las calidades de este producto que, anteriormente, en los viejos tiempos, solamente fumaban los “revolucionarios” en campaña o los saldados en los tiempos libres del cuartel, las cosas serían distintas a lo que son hoy en día.

Ya podríamos ver a las señoras encopetadas, en sus sesiones de té, para dar la caridad a los niños pobres, aprobando y determinando que también ellos tienen derecho a probar las cosas buenas de la vida y si, la pinche coca cola está legalizada, no ven el motivo o la razón para que no estén legalizadas las distintas variedades de marihuana que, según los fumadores expertos, de las siete naturales, cinco, tienen su origen en México y, por tal motivo, no solamente somos la capital del taco y de los panzoncitos, prietos, chaparros y nalgones como nos pintan los gachupines en sus campañas publicitarias para tragar hamburguesas, sino que tendrían que reconocer que también somos la capital de la mota, de la mejor mota del mundo, de los productos totalmente orgánicos y que no hacen el daño que provocan los químicos, como las mugres que consumen en la actualidad los grupos marginados y los viciosos. La mota, tendría una categoría nais, de primera, Premium, de excelencia, ya que sería un producto legalizado y no cualquiera se avienta el tiro de legalizar la marihuana o cualquier otro producto, para hacerle competencia a los grupos de la delincuencia organizada y a sus protectores, que son, los políticos, los policías, los funcionarios y los empresarios encargados del “lavado de dinero”, porque para esto, para legalizar y quitar el negocio a los narcos de verdad, a los que conforman la gran mafia, se necesitan muchos huevos y no hay duda que los que han propuesto esa posibilidad de la legalización tienen los tanates suficientes o no viven en México y, por tanto, no temen por su seguridad personal.

Y si no tienen los suficientes tanates para legalizar un producto que normalmente está permitido en muchos sitios por ser un producto orgánico y natural, es claro que tendrían que contar con el permiso de los gringos y de su gobierno, porque de otra manera, se podría acusar al gobierno y a sus políticos de ser parte de la delincuencia organizada ilegal, porque ya son parte de la delincuencia legal, que opera los grandes negocios que están fuera del alcance de los mexicanos y de sus ciudadanos menos favorecidos. Si no tienen la bendición de los gringos, ni hablar del tema y, tal vez, para que no se desquicie y se desmorone el mercado ilegal de drogas, es que ahora se opondrán para su legalización, total, no todo el día puede uno andar enmarihuanado para ver elefantitos de colores y tener que soportar la cruda realidad y a sus más pinches actores,: los políticos, funcionarios, empresarios y policías, que no paran de joder y joder, hasta que se legalice y se destruya el gran mercado de la mota mexicana…

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