domingo, 19 de abril de 2009

¿Torturadores con placa?

Enrique Benítez, tiene la gran facilidad de ganar amigos y que se reconozca el talento de él y de otras gentes, por medio de sus constantes envíos de correos en la red de Internet. Soy un beneficiario de ese esfuerzo que tal vez no se reconozca suficientemente y se le diga lo mucho que nos gustan sus correos de muchos tipos y, sobre todo, buscando lo mejor para el crecimiento del espíritu, el corazón y el alma de los mexicanos y no tenemos otra forma de darle las gracias que esta y por ello, me permito reproducir un gran cuento que nos manda sobre el cómo, la raza de cerdos mexicanos, se dejan convencer por los funcionarios, los políticos y desgobernantes y nos manipulan gracias a que se los permitimos por conchudos y cobardes.” Cuenta, más o menos, que un viajero llegaba a una bien cuidada cría de cerdos en Chihuahua, donde se especializaban en criar y hacer embutidos artesanales, así, cuando guiado por el nieto del dueño de la finca que era un alemán, llegaron a un chiquero donde estaba una cerda amantando a sus crías, le pregunto sobre la raza de los cerdos y el niño le contestó que, “son de raza mexicana”, sorprendido ante el hecho, el mismo niño le dijo que llamaría a su abuelo para que le explicara. Así, cojeando, llegó el viejo productor Helmunt y lo invitó a sentarse al lado de un buen licor de nuez y tomaron unos tragos. Helmunt le preguntó al viajero que si sabía como se cazaban a los jabalíes y este le dijo que con valentía y sobre todo con una escopeta para poderlos liquidar. Tomando los trago, Helmunt, le contestó que esto no era necesario y le comenzó a explicar la forma en que el cazaba a los jabalíes y comparaba esa forma de cacería, con lo que nos sucede a los mexicanos.

“No, lo primero es que hay que dirigirse al bosque, aquí cerca hay uno, pegado al río y se pone a buscar el revolcadero donde los jabalíes se revuelcan en el lodo y localizado, al otro día, se les pone un poco de maíz, así se van acostumbrando a comer fácilmente y no andan buscando su alimento, se les hecha maíz por varios días para que tomen confianza y cuando ya la tienen, se coloca de un lado una cerca, entonces, los jabalíes le toman un poco de desconfianza pero cuando ven que no falta el maíz, regresan y se van acostumbrando, de esta forma se van construyendo las otras partes de la cerca y se dejan las mazorcas y el maíz y ellos no tienen desconfianza de esto, al final, se deja una puerta y se deja más maíz y mazorcas para que lleguen los demás jabalíes, cuando esto sucede, sencillamente se cierra la puerta y se queda uno con toda la manada. Al principio, se ponen furiosos, pero poco a poco se acostumbran a la buena vida y se conforman con el maíz y se olvidan de andar buscando su alimento en otros lados, hasta que se vuelven mansitos y se les puede llevar al matadero”.

“Los mexicanos son iguales, por esto le puse a éste tipo de cerdos que provienen de los jabalíes, raza mexicana, y esto es simple, todo se le permite y se le deja al gobierno, como se lo permitimos, el gobierno, establece muchos programas de apoyo y ayuda que no son gratis, nos cuestan a todos, pero con esto, un grupo especial recibe las ayudas y se dedica a vivir bien de las mismas y se olvidan de trabajar , de luchar por sus derechos, de luchar por su libertad y de esa forma, el mismo gobierno, con los recursos nuestros, nos hace tontos y nosotros le permitimos que utilicen los recursos para sus intereses y provecho y no para que sean usados para el beneficio de todos y que nos permita asegurar la creación de más riqueza y de formar el patrimonio social que nos fortalezca. Pero no, nos conformamos con las migajas que nos dan de los platillos que nosotros les permitimos utilizar en su favor y, con ello, vamos perdiendo capacidad para luchar por nuestra democracia, por nuestra alimentación, por nuestros empleos y nos conformamos si los gobernantes nos manejan y manipulan a su antojo con nuestros propios recursos y, por esa simple razón, nos vienen enchiquerando y nos tratan como animales, en vez de darnos el trato de ciudadanos, que nos merecemos”.

Medio mareado por los tragos e impactado por las verdades que le dijo don Helmunt, el viajero se fue rumiando sus penas y seguía quejándose de que el gobierno no hacía y debería de hacer tal o cual cosa, en vez de ir a luchar y organizarse para defender sus derechos y garantías… y es verdad, nos han cazado como a los cerdos, dándonos las sobras de los alimentos para después llevarnos al matadero y por esa razón no tenemos libertades, pero tampoco las hemos sabido defender…

Y por qué razón viene este cuento? pues es también sencillo, el corresponsal del Universal, en Reynosa, Tamaulipas, arriesgando mucho porque será, sin duda, uno de los muchos periodistas que serán acosados y perseguidos por los policías federales, por esa información que dan a conocer, nos dice que: “Fueron sorprendidos cuando golpeaban a dos civiles en una zona despoblada donde se construye el puente internacional Reynosa-Mission… Elementos de la Policía Federal Preventiva fueron sorprendidos cuando golpeaban a dos civiles en una zona despoblada donde se construye el puente, mismo lugar donde hace tres días un obrero fue torturado y quemado con acido por agentes de la PF”.

“Los hechos quedaron al descubierto cuando elementos de la Policía Municipal atendían un llamado realizado al Servicio de Emergencia 066, en donde alertaban que en un canal de riego, a la altura del citado puente en construcción, flotaba el cuerpo de una persona ahogada, pero al intentar llegar al lugar se toparon con al menos cinco patrullas de la Policía Federal.”

“Los federales tenían a dos personas del sexo masculino visiblemente golpeados, pero no dieron explicaciones. Simplemente impidieron el paso a los policías preventivos y a los agentes de la Policía Ministerial, a quienes apuntaron con sus armas y les ordenaron que se retiraran de la zona”.

“Las patrullas de la federal al ver que llegaban medios de comunicación se retiraron del lugar, no sin antes fotografiar a cada uno de los reporteros”. Como una forma de intimidación y de posibles represalias.

“Horas más tarde un convoy de la “justicia federal” llegó a las instalaciones de la policía municipal con los dos detenidos para que los certificara el médico de guardia y a simple vista ambos presentaban golpes en la cara… se informó que será la Procuraduría General de la República quien emita un comunicado sobre la detención de ambas personas”.

“El pasado jueves, en ese mismo sector, fue torturado por elementos de la policía federal el obrero Julio Gerardo González de 25 años de edad y hasta el momento su estado de salud se reporta como grave. A él, los federales, lo confundieron con un delincuente cuando se dirigía a su trabajo”… y esto es lo que sucede cuando se les dan oportunidades a los policías para que traten a todos los ciudadanos como presuntos delincuentes y, cuando se equivocan, pues les cargan de drogas, les dan sus madrizas marca mega madriza policíaca o amenazan a sus familias y familiares de que tomarán represalias si los denuncian o sale este asunto en los medios de comunicación o llega a los juzgados. Así que en vez de tener una policía que nos cuide y proteja, tenemos, nuevamente, a delincuentes con placas que nos agraden, asesinan, golpean, acusan o nos convierten en delincuentes, como pretenderán hacerlo con los periodistas que ahora se han decidido a publicar este tipo de fechorías y delitos de los policías. Es lo que en realidad debería ver Genaro García Luna ya que sus “muchachitos” además de cargamaletas, también se dan el lujo de ser golpeadores profesionales y asesinos con placas… por eso estamos como estamos: Tratados como cerdos, en chiqueros, para el matadero.

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