miércoles, 15 de abril de 2009

Barak Obama en visita

Aquella visión de que los mexicanos somos los buenos y los norteamericanos los vecinos, no cambia con el tiempo, al contrario, cada día parece que nos convertimos en los “vecinos incómodos” y por esa misma razón las relaciones se tensan, se violentan, se confrontan. Al parecer, a la mexicana, creemos que con los apapachos a los mandatarios que nos visitan, con las muestras de ser buenos anfitriones, logramos cambiar las relaciones y los intereses de los mandatarios que llegan a nuestro país y esa idea debe cambiar. Claro que es bueno que los mandatarios se agraden el uno al otro, que se lleven bien que tengan química y buena onda, pero la realidad es que no hemos entendido que las cosas en los Estados Unidos son diferentes a lo que sucede en México y que, para los norteamericanos, lo que importa es la defensa de sus intereses y tienen prioridad su garantía de seguridad y no la que les interese o afecte a los otros países. Así está marcada la obligación del presidente norteamericano y en esto es inflexible, no importando que el otro mandatario le caiga muy bien y le sea muy simpático. Por tanto, debemos entender que la prioridad en la visita de Barak Obama a nuestro país independientemente de que es parte de las relaciones públicas, tiene como objetivo el velar por los intereses económicos, políticos y sociales de sus ciudadanos, no importando lo que pensemos nosotros o los problemas que tengamos, por esa razón siguen con la construcción de la barda que separa a nuestros países, cuando el “muro de Berlín” fue destruido desde hace varios años y ellos, impondrán las condiciones para garantizar su seguridad no nuestra seguridad y es así que veremos recrudecer la política antimigrante y la zona fronteriza será un verdadero campo de batalla donde sus agentes y soldados impondrán la seguridad que ellos consideran es la mejor para evitar los “posibles atentados que surjan o se permitan con la complicidad de los grupos criminales que operan en la frontera norte del país”.

La verdad de las cosas es que no es más importante el tema de la seguridad que el de la economía ya que, el tema de la seguridad, le afecta, fundamentalmente, a ellos, y este se puede controlar en base al control que hagan de sus viciosos y de sus mafias, las verdaderas mafias que se encuentran en los Estados Unidos y que son las que se quedan con las ganancias multimillonarias que son recicladas a la economía legal de los norteamericanos vía inversiones y desarrollos, de tal forma que ellos, son los importantes, ya que los mafiosos en nuestro país, no tienen el manejo económico que es lo que realmente les brinda el poder a los grupos de la delincuencia organizada.

Hablamos de que la mayor cantidad de armas que tienen los grupos en México llegan de los Estados Unidos y esto es parte de verdad, porque una gran cantidad de armamento se compran de los sobrantes que tienen los grupos guerrilleros que operaron en Centro América y que, sin duda alguna, fueron surtidos desde Estados Unidos y ya hemos hablado de que los AK-47 además de estar en oferta, son fácilmente adquiridos por el abastecimiento de los países “socialistas”.

Las dificultades económicas que han generado la desocupación masiva de miles de trabajadores, la marginación y la pobreza de miles de familias y que provoca la desintegración familiar y los problemas de resentimiento social y de violencia, son importantes de tratar, por esa razón es bueno el que se analicen las condiciones de los indocumentados, porque con la política represiva, han abandonado empleos y familias y se han desintegrado ya que muchos son expulsados, violentamente, a nuestro país, sin tener posibilidades de defensa ya que sus leyes establecen que los indocumentados son delincuentes en los Estados Unidos.

La falta de compras de producto terminado, el bajo precio en que compran nuestras materias primas y otros factores financieros, donde los inversionistas han perdido miles de millones de pesos por operaciones realizadas en dólares o dentro de los Estados Unidos, son temas que se deben de abordar y resolver con equidad, no olvidando que, para los norteamericanos, primero, está la defensa de sus intereses económicos, sociales y políticos donde tengan ventajas que puedan beneficiar a sus ciudadanos y después, se podrá pensar en lo que puede beneficiar a los mexicanos, en esta visita. No es solo su lógica, sino su forma de actuar en todos los países y en todos los campos y tiempos. Los presidentes norteamericanos están limitados y obligados a imponer los intereses que benefician a su país y a sus ciudadanos y después, podrán tener actos de “amistad”, que en nada influyen en los tratos de carácter comercial, seguridad, diplomático o militares. Y es precisamente lo que olvidamos, pensando en que si nuestros presidentes les son agradables y logran buena “amistad” con el norteamericanos podrán cambiar los tratos y los convenios, por esa razón, la desilusión de Vicente Fox en su trato cordial y de caballerango que sostuvo con Bush, le hizo ilusionarse en que lograría convencerle para cambiar los tratos con los indocumentados y con aquella famosa propuesta de la “enchilada completa”…

Reconocemos que Barak Obama es un presidente que llega en condiciones especiales, con un nuevo carisma, con nueva sangre, con una clara definición de mestizaje de minorías que llega a gobernar al país más poderoso del mundo y su personalidad, su origen y discurso, le han generado muchas simpatías y han despertado muchas esperanzas de un trato distinto y diferente a los demás países, pero debemos entender que aún él, con todo su carisma y simpatía, tiene la obligación de sostener el juego de los intereses de los norteamericanos y en este campo, no cederán, por esa razón, independientemente de que pueda tener una buena relación amistosa con la familia Calderón, no debemos olvidar que, primero, defenderán lo que consideran sus intereses y después se dejarán llevar por las emociones y simpatías personales que no tienen nada que ver con el estilo impuesto en el gobierno y el poder de los Estados Unidos.

Y en verdad que deseamos equivocarnos y no pecar de pesimistas, pensando en que nada cambiará con el presidente Obama en el trato definido para nuestro país y que tiene ese sello, de muchos años, en esa relación sensible entre los dos países. Pero lo que queramos no puede cambiar la realidad en la política y la forma de ejercer el poder por parte de los norteamericanos.

Estamos ciertos en que la seguridad de sus fronteras es una prioridad y que en este campo, se puede hablar de la fuerza de los grupos del crimen organizado que no solo operan en nuestro país, sino que son operados, en muchos casos, con toda la fuerza desde los Estados Unidos ya que ellos son los mayores consumidores y los que ganan más en las operaciones del narcotráfico al grado tal que, por ejemplo, en el consumo de marihuana, ellos, ya tienen la producción que abastece su mercado y están desarrollando las drogas de diseño y las de laboratorio que les son más sencillas de producir en su país y de comercializar con mayor margen de utilidad, por esto insistimos que si existe una violencia desatada en la frontera de nuestro país, no solo es por la lucha entre los grupos, sino por los intereses manipulados y generados desde los Estados Unidos, por sus grupos mafiosos y por las complicidades y corruptelas que también se operan entre sus policías y demás instituciones que deberían combatir el crimen organizado y evitar el aumento del consumo de drogas en su población… en fin, los presidentes, estarán de fiestas y reuniones, mientras tanto, el verdadero poder paramilitar y policiaco goza de nuevos y enormes presupuestos y en este sentido es que debemos tener cuidado, porque estamos creando un estado represor y fincado en la fuerza de las policías y, este, es el inicio de las dictaduras, no de las democracias.

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