jueves, 30 de abril de 2009

Desaparecen tapabocas de alta seguridad

PUES AUNQUE USTED NO LO CREA, DESAPARECIERON DOS MIL TAPABOCAS DE ALTA SEGURIDAD DEL INSTITUTO DE INVESTIGACIONES que se dedica a atender los casos graves de infecciones pulmonares y esto solamente nos puede demostrar que existe tal temor que, los que realmente conocen del tema, prefieren protegerse y, por esa razón, roban esos tapabocas de alta seguridad para evitar contagios o bien que, esos, fueron enviados a los miembros del equipo de primer nivel en la política y que controla al país en el poder o que, en verdad, toman tal valor ese tipo de productos que se convierten en un extraordinario elemento para la comercialización en el mercado negro que dejará grandes utilidades a los rateros y funcionarios que están involucrados en el tema.

Sea como sea, la realidad es que por la falta de controles y eso que se alienta desde el poder político en México sobre la “libre iniciativa y venta de productos”, con un mercado totalmente descontrolado, lo primero que se han ocultado y aumentado de precios son todos los productos que se utilizan para controlar la epidemia y, sobre todo, los productos que se pueden utilizar como elementos para fortalecer las defensas para los virus y otros males. La realidad es que desde los que hacen los tapabocas y especulan, ocultan y venden caro esos productos, deberían de ser sancionados por los puritanos panistas que son capaces de defender la libre “empresa” con tal de ganar dinero y dejar que los mexicanos se sigan muriendo o matando con los pretextos de defender la seguridad de los norteamericanos o con el claro ejemplo que, ahora tenemos, ya que desde el 2005 se tenían indicios de este problema y por ello, jamás, tomaron las medidas pertinentes, eso sí, han realizado enormes negocios con el sector salud y con los mecanismos que ahora han implementado con el fin de que los grandes laboratorios y los grupos hospitalarios privados sean los beneficiados, ante la ineficiencia y falta de atención de los organismos del sector público en la salud.

En otro sentido, los políticos, de inmediato han implementado ayudas y apoyos a los grupos vulnerables de este problema y dentro de la demagogia, buscan sus votos en vez de realizar propuestas serias que se requieren en el cambio de la administración ineficiente en el sector salud, en la economía, en el educativo, en la tecnología, en la investigación y de proponer el control de precios en los medicamentos para frenar la voracidad y la especulación de los grandes empresarios de la distribución de medicamentos y de los laboratorios trasnacionales que son los que se llevan la parte de león en las ganancias multimillonarias que han logrado gracias a las transas y la ineficiencia de los funcionarios del sector salud.

Las tragedias dicen que no llegan solas y, por ese motivo, no debemos de dudar en el sentido de que además de la crisis económica que nos afecta y que no tiene soluciones viables por parte del gobierno y sus funcionarios, también, debemos sufrir la violencia generada por la “guerra en contra de la delincuencia organizada que lleva el presidente para favorecer la seguridad de los norteamericanos” y olvidarnos que, los mexicanos, solamente pagamos altos costos económicos por eso, ponemos los miles de muertos en esa confrontación criminal, debemos soportar las complicidades, corruptelas e ineficiencias de los policías que solamente responden a las instrucciones de los norteamericanos al igual que ahora lo empiezan a hacer los marinos y algunos sectores del ejército mexicano que, poco a poco, pierden su capacidad y lealtad para con el país, para trabajar a favor de los intereses de otros países y no del nuestro. Así, además de la extrema violencia, también, recibimos la presión económica que se genera en el proceso del lavado de dinero y por eso mismo todos entendemos que los beneficiarios más importantes del tema son los banqueros y los financieros especuladores que, al morir sus depositantes y clientes, se quedan con esas multimillonarias sumas que se embolsan, de tal forma que, este procedimiento, se ha convertido en otro de los negocios que implementan los políticos, los funcionarios, los policías y los especuladores financieros y sus banqueros de cabecera.

Así, no tenemos que ocultar que, por ejemplo, los sistemas de varias farmacias que ahora se han convertido en franquicias, son parte de las redes de distribución de los que controlan los medicamentos y de las empresas trasnacionales, pero además, se sabe que, algunas redes de farmacias están ligadas a las familias de políticos del pasado y del presente que controlan parte de los laboratorios nacionales y esos son los que ocultan y especulan con los medicamentos, al grado tal que, el día viernes, en las farmacias del Ahorro, compramos algunos medicamentos que se nos vendieron en quinientos noventa pesos la caja, pero al saber que son antivirales y sirven para aumentar las defensas contra los virus, el día de hoy, lunes 27, esos medicamentos se nos ofrecieron a más de setecientos pesos, es decir, tuvieron un aumento especulativo de más de ciento treinta pesos en este día y nos avisaron que seguirían aumentando con el cuento de que todos esos productos tienen que cotizarse en dólares, a pesar de que se fabriquen y distribuyan en el país.

En este sentido, los médicos y los centros hospitalarios privados que cobran verdaderas fortunas por atenciones de emergencia, ahora, también, tienden a aumentar el precio de sus bienes y servicios de tal forma que los mexicanos estamos horrorizados por el tema, miedosos ante la posibilidad de contraer el virus y caer enfermos, sobre todo, los que no contamos con los servicios médicos del gobierno y los que trabajamos por cuenta propia y pasamos la tercera edad, de tal suerte que, los viejos, están aterrorizados por el presente y el oscuro futuro, al igual que lo están las familias pobres que son la mayoría de la población ante este proceso que les amenaza y donde, como siempre, son los pobres los más afectados por este tipo de crisis y de problemas de salud. Los ricos, pues no se angustian ni se espantan, tienen asegurados los recursos necesarios para atenderse con los mejores médicos que acudirán corriendo a servirles, porque saben que “son de provecho,” es decir, que les dejan una buena ganancia…

Los políticos saldrán a dar discursos que tiene como objetivo “calamar los ánimos y las angustias de los mexicanos” pero resulta que no les creemos en lo que nos dicen al igual que, cuando el marranito del secretario de hacienda, que no tiene gripa alguna, nos decía que no pasaba nada ante la proximidad y la realidad que nos destroza con la crisis económica, ahora, los funcionarios de salud, esos que se espantan por el uso del condón, que se persignan ante la posibilidad de realizar un aborto que es necesario o bien es indeseado por las mujeres violadas, ahora, también, son los que salen a declarar sin tener credibilidad ni gozar de la confianza de los ciudadanos.

Y como siempre, los pobres, los marginados, pagarán en vidas esta tragedia que nos llega a los mexicanos y, en este sentido, debemos, cuando menos, volcarnos en la solidaridad real y en vez de discursos, deberíamos poner freno a los especuladores y ocultadores de medicamentos, a los abusos de muchos médicos y, sobre todo, a los abusos de los hospitales y clínicas particulares que aprovechan el tiempo de las enfermedades para continuar enriqueciendo, sin moral, a sus dueños y explotadores del negocio que, normalmente, están protegidos por los funcionarios y políticos que controlan el sector salud en el país..

Y los mexicanos, esperamos que algunos de esos tapabocas de alta seguridad que se han perdido, le llegue, cuando menos, uno, a Vicente Fox a ver si logramos que, cuando menos, en esta temporada de crisis y de angustias, se calle y no diga tantas pendejadas… ojala nos escuche el señor nuestros ruegos…

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