¿Usted no cree en la suerte y en la numerología?, pues bien, muchos no lo aceptan, pero a hurtadillas, hemos comprobado que, cuando se habla de tales temas, consultan sus horóscopos, no sea que puedan cambiar el rumbo de su destino o mejorarlo. La realidad es que, por ejemplo, el Director de la Lotería Nacional parece que será el “chivo expiatorio” de los grandes recursos que se canalizan, por varios medios, a los candidatos preferidos del panismo o del priísmo, que para el caso, a pesar de los pleitos verbales que se dejan sentir en varios frentes, tienen y sostienen una alianza que parece ser sólida y de buena suerte para muchos. La verdad es que cuando me preguntan sobre el número favorito que tengo, les puedo asegurar que tengo varios, entre ellos, el SIETE y el Trece, cuando menos, me han permitido nacer en un día y estar feliz en el otro.
La Semana Santa, debería, como todo lo que pensamos, “debería” ser, de una profunda reflexión sobre la vida de Jesús y de su paso por la Tierra. Esto, nos muestra que las almas piadosas, las buenas, tienen, normalmente, en este mundo lleno de perversidades, traiciones y males, un final trágico y nada agradable, sobre todo, cuando el ejemplo de su vida se utiliza como pretexto para la comercialización y para la manipulación de grupos que solamente buscan el poder terrenal y no la salvación de almas y de los buenos propósitos como los buscaba Jesús. En fin, no son pocos los mochos que en vez de realizar un buen crecimiento en base a la reflexión de Jesús, se dedican a manipular, políticamente, las fechas, con el fin de llevar “agua a su molino” y garantizar, por este medio, algunos votos de los creyentes que se confunden fácilmente, pensando que, algunos sacerdotes, deben hacer política, porque aseguran que política hizo Jesús por su paso por la Tierra, cuando en realidad nos daba muestras de grandeza y de bondad, no de acción política, menos, la que se lleva a cabo en este país con la manipulación por parte de los partidos de la ultraderecha como lo hemos visto hacer en Jalisco y otras partes del país, donde el YUNQUE, no busca la salvación de las almas, sino el fortalecimiento de su poder terreno.
Así, cuando vemos los cambios realizados en la Secretaría de Educación Pública, podemos entender que todo el proyecto de la educación privada y confesional tendrá un fuerte aliado en el nuevo miembro del gabinete de Felipe Calderón que, educado en las universidades extranjeras y con el criterio de la ultraderecha en el poder y en la política, buscará destruir a las instituciones que mantienen la educación pública y laica en este país, para dar paso a las universidades privadas y confesionales que han demostrado que son un gran negocio, para algunos sectores del clero político y comercial del país.
La realidad es que les importa un soberano comino la educación popular, buscan, desesperadamente, que los “diputados de la derecha” aliados con los priístas que es la derecha normalita del país, les autoricen el que, con el cuento de que se debe sostener la libertad de elegir dónde queremos que estudien nuestros hijos, se determinen cuotas para que éstos puedan estudiar en esas instituciones privadas y confesionales y se distribuyan grandes presupuestos que pararán en los bolsillos de algunos curas y, sobre todo, de muchos empresarios privados que hacen de la “educación privada” otro negocio rentable, sobre todo ahora que se buscará que les sean subsidiados muchos estudiantes en sus universidades “patito,” donde además, les darán la formación dogmática y de mochos, para terminar tragando santos defecando diablos y que sus objetivos no sean perderse en el apoyo a las causas populares del país, sino servir, ciegamente, a los grandes emporios de la industria, el comercio y la especulación bancaria y financiera y, no hay duda, Alfonso Lujambio, tendrá esta encomienda para dar el palo final a la educación pública y laica del país. Así que, desde hoy, debemos aprender los rosarios, los rezos y responsos antes que las ideas científicas y la historia que demuestra que el país, debe seguir en el campo de lo laico y no entrar en el control del clero político y de los intereses de los grandes empresarios y especuladores financieros de México…
Al igual que en los Estados Unidos se busca que se genere la educación privada y confesional en el país, el mejor socio comercial de Estados Unidos, tendría un enorme ejército de desocupados a nivel profesional, como hoy lo estamos generando, para que ingresen a la fuerza laboral de Estados Unidos con salarios más bajos, pero que cuando se piense que en México, los profesionistas, trabajan como taqueros, taxistas y guías de turista, cualquier opción será mejor que la lograda en su país, pero el costo de la educación, la pagaremos con los impuestos generados por los mexicanos. Así, cuando se aprueben los recursos públicos para aumentar el poder de las universidades privadas y confesionales que alegan dan un “servicio social” pero que ocultan sus enormes utilidades y la formación de sus cuadros profesionales y políticos que sirven, con un criterio reaccionario a los grandes intereses de los dueños económicos y políticos del país, pues en verdad que la llevan de gran ganancia, porque ahora, muchas familias, hacen enormes esfuerzos para enviar a sus hijos a esas escuelas privadas y confesionales con la esperanza de que, cuando salgan de las mismas, contarán con las relaciones públicas y personales que les garanticen un empleo y, efectivamente, lo tienen más fácilmente que los egresados de las escuelas públicas, pero con la diferencia de que los puestos de primer nivel están ya reservados para los familiares e hijos de los dueños de esas empresas y no para los egresados que han pagado y dejado grandes utilidades en sus escuelas privadas y, cuando tienen esos empleos, pues reciben salarios que dan pena y que no cubren las necesidades de una familia, pensando en que, normalmente, esos juniors, tienen la idea de gozar la vida antes del matrimonio y pasársela campechanamente como hijos de familia mientras siguen cursando otras especialidades o esperando nuevas oportunidades en las empresas de sus cuates ricos…
Una colegiatura completa de una escuela privada y confesional llega a costar arriba del millón de pesos, sin contar los gastos de hospedajes, transporte, alimentación y útiles de los estudiantes y, si colocamos en bonos o desarrollos financieros esa suma, recibirán, en ese tiempo, mucho más de lo que lograrán cobrar como asalariados de las empresas de lujo con sueldos de pobretones y es, por esa y otras razones, como la calidad profesional, las de investigación y desarrollo científico y técnico, por el que muchos alumnos dejan las escuelas privadas y confesionales y retornan a buscar sus sitios en las escuelas públicas y laicas. Hace algunos años, a dos de mis hijos, más pequeños, los llevé a uno de esos centros confesionales contagiado por la publicidad de algunos padres de familia que decían que eran mucho mejores que otros centros escolares, pero en la realidad me di cuenta de que solamente decían esto como una forma de manejar el “prestigio social” que dejaba, según ellos, “rozarse con las familias más pudientes y ricas del estado”, cuando en realidad, eran las peores familias, que las veíamos dándose golpes de pecho y tragando hostias, pero explotando a sus trabajadores y vendiendo productos caros y malos a los ciudadanos para que ellos ganaran carretadas de dinero que no reinvierten en el país, sino que lo llevan a España y otros “paraísos fiscales”, donde se dan lujo de invertir. Así, mis hijos, sabían muchas oraciones y cánticos religiosos, pero no sabían de la historia de México y de las materias elementales que deberían de cubrir, sin embargo, cuando lo comenté con algunos funcionarios de educación, estos, me comentaron que mejor no me metiera en el tema, porque los curas encargados del centro y los ricos de la “sociedad”, me podían hacer trizas, ellos, no aguantaban esas críticas, porque era su negocio y no permitirían que se pusiera en duda su sistema y, por supuesto, que esto es verdad, sobre todo, cuando las autoridades son serviciales a sus intereses y, el poder político lleva a sus hijos a esos centros para que se “rocen con lo mejor de la sociedad”, se persignen y cantes rezos y responsos, pero sigan jodiendo a la gente, a las mayorías…
La Semana Santa, debería, como todo lo que pensamos, “debería” ser, de una profunda reflexión sobre la vida de Jesús y de su paso por la Tierra. Esto, nos muestra que las almas piadosas, las buenas, tienen, normalmente, en este mundo lleno de perversidades, traiciones y males, un final trágico y nada agradable, sobre todo, cuando el ejemplo de su vida se utiliza como pretexto para la comercialización y para la manipulación de grupos que solamente buscan el poder terrenal y no la salvación de almas y de los buenos propósitos como los buscaba Jesús. En fin, no son pocos los mochos que en vez de realizar un buen crecimiento en base a la reflexión de Jesús, se dedican a manipular, políticamente, las fechas, con el fin de llevar “agua a su molino” y garantizar, por este medio, algunos votos de los creyentes que se confunden fácilmente, pensando que, algunos sacerdotes, deben hacer política, porque aseguran que política hizo Jesús por su paso por la Tierra, cuando en realidad nos daba muestras de grandeza y de bondad, no de acción política, menos, la que se lleva a cabo en este país con la manipulación por parte de los partidos de la ultraderecha como lo hemos visto hacer en Jalisco y otras partes del país, donde el YUNQUE, no busca la salvación de las almas, sino el fortalecimiento de su poder terreno.
Así, cuando vemos los cambios realizados en la Secretaría de Educación Pública, podemos entender que todo el proyecto de la educación privada y confesional tendrá un fuerte aliado en el nuevo miembro del gabinete de Felipe Calderón que, educado en las universidades extranjeras y con el criterio de la ultraderecha en el poder y en la política, buscará destruir a las instituciones que mantienen la educación pública y laica en este país, para dar paso a las universidades privadas y confesionales que han demostrado que son un gran negocio, para algunos sectores del clero político y comercial del país.
La realidad es que les importa un soberano comino la educación popular, buscan, desesperadamente, que los “diputados de la derecha” aliados con los priístas que es la derecha normalita del país, les autoricen el que, con el cuento de que se debe sostener la libertad de elegir dónde queremos que estudien nuestros hijos, se determinen cuotas para que éstos puedan estudiar en esas instituciones privadas y confesionales y se distribuyan grandes presupuestos que pararán en los bolsillos de algunos curas y, sobre todo, de muchos empresarios privados que hacen de la “educación privada” otro negocio rentable, sobre todo ahora que se buscará que les sean subsidiados muchos estudiantes en sus universidades “patito,” donde además, les darán la formación dogmática y de mochos, para terminar tragando santos defecando diablos y que sus objetivos no sean perderse en el apoyo a las causas populares del país, sino servir, ciegamente, a los grandes emporios de la industria, el comercio y la especulación bancaria y financiera y, no hay duda, Alfonso Lujambio, tendrá esta encomienda para dar el palo final a la educación pública y laica del país. Así que, desde hoy, debemos aprender los rosarios, los rezos y responsos antes que las ideas científicas y la historia que demuestra que el país, debe seguir en el campo de lo laico y no entrar en el control del clero político y de los intereses de los grandes empresarios y especuladores financieros de México…
Al igual que en los Estados Unidos se busca que se genere la educación privada y confesional en el país, el mejor socio comercial de Estados Unidos, tendría un enorme ejército de desocupados a nivel profesional, como hoy lo estamos generando, para que ingresen a la fuerza laboral de Estados Unidos con salarios más bajos, pero que cuando se piense que en México, los profesionistas, trabajan como taqueros, taxistas y guías de turista, cualquier opción será mejor que la lograda en su país, pero el costo de la educación, la pagaremos con los impuestos generados por los mexicanos. Así, cuando se aprueben los recursos públicos para aumentar el poder de las universidades privadas y confesionales que alegan dan un “servicio social” pero que ocultan sus enormes utilidades y la formación de sus cuadros profesionales y políticos que sirven, con un criterio reaccionario a los grandes intereses de los dueños económicos y políticos del país, pues en verdad que la llevan de gran ganancia, porque ahora, muchas familias, hacen enormes esfuerzos para enviar a sus hijos a esas escuelas privadas y confesionales con la esperanza de que, cuando salgan de las mismas, contarán con las relaciones públicas y personales que les garanticen un empleo y, efectivamente, lo tienen más fácilmente que los egresados de las escuelas públicas, pero con la diferencia de que los puestos de primer nivel están ya reservados para los familiares e hijos de los dueños de esas empresas y no para los egresados que han pagado y dejado grandes utilidades en sus escuelas privadas y, cuando tienen esos empleos, pues reciben salarios que dan pena y que no cubren las necesidades de una familia, pensando en que, normalmente, esos juniors, tienen la idea de gozar la vida antes del matrimonio y pasársela campechanamente como hijos de familia mientras siguen cursando otras especialidades o esperando nuevas oportunidades en las empresas de sus cuates ricos…
Una colegiatura completa de una escuela privada y confesional llega a costar arriba del millón de pesos, sin contar los gastos de hospedajes, transporte, alimentación y útiles de los estudiantes y, si colocamos en bonos o desarrollos financieros esa suma, recibirán, en ese tiempo, mucho más de lo que lograrán cobrar como asalariados de las empresas de lujo con sueldos de pobretones y es, por esa y otras razones, como la calidad profesional, las de investigación y desarrollo científico y técnico, por el que muchos alumnos dejan las escuelas privadas y confesionales y retornan a buscar sus sitios en las escuelas públicas y laicas. Hace algunos años, a dos de mis hijos, más pequeños, los llevé a uno de esos centros confesionales contagiado por la publicidad de algunos padres de familia que decían que eran mucho mejores que otros centros escolares, pero en la realidad me di cuenta de que solamente decían esto como una forma de manejar el “prestigio social” que dejaba, según ellos, “rozarse con las familias más pudientes y ricas del estado”, cuando en realidad, eran las peores familias, que las veíamos dándose golpes de pecho y tragando hostias, pero explotando a sus trabajadores y vendiendo productos caros y malos a los ciudadanos para que ellos ganaran carretadas de dinero que no reinvierten en el país, sino que lo llevan a España y otros “paraísos fiscales”, donde se dan lujo de invertir. Así, mis hijos, sabían muchas oraciones y cánticos religiosos, pero no sabían de la historia de México y de las materias elementales que deberían de cubrir, sin embargo, cuando lo comenté con algunos funcionarios de educación, estos, me comentaron que mejor no me metiera en el tema, porque los curas encargados del centro y los ricos de la “sociedad”, me podían hacer trizas, ellos, no aguantaban esas críticas, porque era su negocio y no permitirían que se pusiera en duda su sistema y, por supuesto, que esto es verdad, sobre todo, cuando las autoridades son serviciales a sus intereses y, el poder político lleva a sus hijos a esos centros para que se “rocen con lo mejor de la sociedad”, se persignen y cantes rezos y responsos, pero sigan jodiendo a la gente, a las mayorías…
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