viernes, 10 de abril de 2009

Impuestos para pagar "compromisos" a inútiles.

Hace algunos años en lo que podríamos denominar la época del priísmo, se acostumbraba colocar el día 10 de abril las fotografías de Emiliano Zapata, vestido de indio o con el tradicional charro de lujo, con botonadura de plata y al lado de buenos caballos o bien, cargando un rifle 30-30 de los ochabados Remintong que eran los de mayor lujo y moda en los tiempos de la Revolución, como ahora lo son los “cuernos de chivo” o los que se ven utilizan policías y delincuentes cada vez que se trata de reportajes o de fotografías, pero jamás, para utilizarlos. Sin embargo, los tiempos cambian y, ahora, resulta que algunos investigadores no tan de moda ni tan oficialistas del tiempo de los priístas, pero muy ligados a los viejos caciques y terratenientes del porfiriato, han encontrado que todo el encanto y la personalidad de Emiliano Zapata era, sin duda alguna, por los amoríos y favores que le prodigaba al entonces terrateniente que sostenía los emporios en Morelos y es, por este motivo, que el joven caballerango podía darse el lujo de posar al lado de los caballos, finos caballos del patrón y portando los lujosos, costosos y hermosos trajes llenos de botonaduras de plata, así, para los priístas, Zapata, era el prototipo del macho mexicano que luchaba por la emancipación de los humildes y el justo reparto agrario del que se fueron beneficiando muchos “robolucionarios” para que los campesinos quedaran igualmente jodidos, con haciendas y hacendados, o sin ellos.

En tales condiciones, los velos del misterio se van descubriendo como se terminarán al paso de los años de descubrir muchas de las chingaderas ocultas por los historiadores oficialistas que han servido, como sirven en la actualidad, a los hombres que detentan el poder y es por esa misma razón que, desde hace algunos años, se fueron perdiendo muchas tradiciones, tal como se ha perdido la tradición de conmemorar la muerte de Emiliano y, tal vez, porque se tendrían que hablar de esos “defectitos” o de los cariñitos que se prodigaban el hacendado y el líder revolucionario con todo y cuidado bigotón que portaba, pero también, se fue perdiendo la costumbre de la quema de los judas, donde en figuras de cartón no solamente se prendían los judas que representaban al Diablo o a San Judas, el que entrega por treinta monedas a Jesús a manos de sus captores y sacerdotes judíos que le perseguían para terminar con su liderazgo que estaba agitando demasiado a los demás, para rebelarse en contra de los hombres del poder judío que eran los sacerdotes y por los explotadores que eran los Romanos.

En los viejos tiempos, cuando como decía Manlio Fabio Beltrones, existían “hombres del poder” que todo lo controlaban, se respetaba el hecho de que la gente del pueblo representara a muchos políticos a los que se conocía como rateros, ineficientes o mentirosos y demagogos, como los judas políticos y, el pueblo, reunido, se divertía para quemarlos en las plazas públicas. Y hoy, se ha perdido la tradición, sobre todo porque la fe se ha ido perdiendo y la confianza se ha terminado o tal vez porque, se tendrían que hacer muchos tipos de judas, que de los funcionarios existen de más, como candidatos a ser quemados en las plazas públicas.

Hoy, vemos que muchos políticos y presidentes municipales pagan mucho dinero para cubrir los “compromisos” políticos, al contratar a una serie de “funcionarios y funcionarias públicas que nadie sabe para que trabajan o de qué trabajan, para cobrar los miles de pesos que se les deben de pagar cada mes, además de los muchos gastos que se les deben de cubrir para que cumplan con lo que nadie sabe qué hacen y para qué chingados sirven o las prestaciones de ley que se les brindan con niveles de los más altos” y así, gastando los recursos públicos para sostener a una serie de viejos y viejas que no hacen nada útil y que no sirven para nada o que solamente se usan como “relaciones públicas”, los recursos públicos se agotan, no alcanzan y es, por esa razón, que se inventan impuestos, multas y aprovechamientos, para poder cubrir las abultadas nóminas de burócratas que sirven para un soberano carajo.

Es por este motivo que el pueblo se va indignando y le pierden confianza y respeto a los funcionarios públicos y a los presidente municipales, porque tienen que pagar por reemplacamientos y para que en los centros estatales y municipales, les den las constancias para realizar el trámite, todos los ciudadanos, quieran o no, sin saber las razones de esos cobros y para dónde se destinan, tienen que pagar por los oficios que les permitirán pagar sus placas nuevas y, por supuesto, pagar muchos más impuestos con este pretexto que solamente es el resultado de un gran negocio de los políticos, funcionarios y burócratas en el poder. Sin embargo, nadie, nos puede explicar las razones por las que muchos funcionarios de alto nivel son intocables, cuando todos saben que son los jefes de las mafias para robar los vehículos o sus partes y las razones por las que jamás, los policías, que deben de cuidar de la seguridad de los ciudadanos y de sus bienes, encuentran los vehículos robados o desmantelados en los negocios de los funcionarios y burócratas que están protegidos por la misma autoridad y, los ciudadanos, se ven indefensos ante las chingaderas y cobros de los presidentes municipales y de sus compinches.

Los ciudadanos tenemos que pagar por agua que no recibimos, pero donde puntualmente nos llegan los recibos para el cobro de la misma, con multas y recargos por servicios que no recibimos. Cada ciudadano, en cualquier municipio, si quiere tener agua, debe comprar las pipas de agua que son vendidas a precios de oro gracias a que las concesiones para el manejo de las mismas están dadas a policías, funcionarios y políticos o a sus parientes, con lo que, al no brindar el servicio, se protege y aumenta el negocio de esos pillos.
Pagamos por la seguridad y nos cobran por el retiro de basura y la realidad, si no la saben los políticos y los funcionarios, tenemos que dar una corta a los encargados de retirar la basura si queremos recibir a tiempo dicho servicio. Y en el caso de la seguridad, vemos montajes de policías que cuidan casas, vehículos, negocios de funcionarios y políticos, pero no los vemos en las calles, para medio cuidar el que los ladrones nos asalten en las calles de las colonias, nos roben en nuestras casas, se lleven los vehículos o sus partes y, si queremos tener un poco de seguridad, la tenemos que contratar con las policías privadas que también son negocios de políticos y funcionarios o de ex policías que saben que, entre mayor sea la inseguridad pública, mejor será el negocio que explotan.

Tenemos que pagar “impuestos” por los anuncios que tenemos en nuestros negocios y, como este campo está totalmente virgen y es un nuevo negocio para los burócratas y políticos que pretenden alcanzar nuevos puestos y de los presidentes municipales que aspiran a las gobernaturas, nos jodemos. Así, conocemos a algunos presidentes municipales que sabemos han sido hombres decentes, eficientes y honestos, claro que, al llegar al poder, tienen que pagar por favores o compromisos políticos y es por esa razón que se ven obligados a tener que contratar a algunos viejos y viejas que no son ni de su estado, en la nómina, con sueldos superiores a los sesenta mil pesos y eso que no hacen nada ni sirven para nada, solamente que en política, tienen que pagar y por esa razón y otras más, los políticos, aún siendo honestos y decentes, tienen que inventar nuevos impuestos y estar cobrando y chingando a la gente para sobrevivir en la política y poder aspirar a nuevos puestos. Es por este y otros muchos motivos por los que se tendrían que fabricar muchos judas y no hay duda de que, al quemarles en las plazas, se conocería el verdadero sentir de un pueblo amenazado, apachurrado y miedoso que ha permitido todas esas transas, negocios y fregaderas de los políticos enriquecidos a costillas de los contribuyentes… pero si nos dejamos, pues nos siguen chingando y, como somos cobardes, pues ahí estamos…

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