Cualquier gente con sentido común y corriente pensaría
que un presidente de un país como el nuestro debería mantener las formas y los
fondos y ser un hombre sencillo y común, y no pretendiendo comprar un avión que
no haga escalas y gastar 9 mil 840 millones de pesos para renovar el avión
presidencial, pero no es así, los vemos, cuando inician en la carrera política,
se visten normalmente, tienen relojes de correa para no despertar sospechas,
comen sobriamente y sin vinos caros, cerveza tal vez y un wiskito de vez en
cuando, vinos nacionales, portan zapatos de Bali, si bien les va y procuran
utilizar calcetines de lana o de esos medio transparentes como de media para
demostrar que están un poco a la moda, procuran peinar con decencia y se les ve
bien sin fachas, en fin, parecerían ser seres humanos normales, pero en cuanto
van subiendo se les ve manejar carros de lujo, con chofer y cuando llegan bien,
andan en carros de ultra lujo acompañados de guaruras que van abriendo paso a
sus camionetas blindadas, no sea que les asalten o les pidan limosnas en los
cruceros, en donde cada día vemos a muchos más desocupados peleando por limpiar
vidrios, solicitar limosnas o vender cualquier chuchería que se persigue por
aduanas por ser de fayuca o de la industria de la piratería. Después, sabemos
van a comprar la ropa a los lujosos sitios donde cualquier pinche traje vale más
de tres mil dólares y las camisas andan por los seiscientos dólares y las
corbatas no bajan de los quinientos dólares, la ropa interior, seguramente,
tiene además de marca sus iniciales y los zapatos son a la medida, en fin, los
accesorios de cinturón y reloj o mancuernillas siempre van haciendo juego y
cualquier pinche político o funcionarios que se “respete” y ande en el mundo de
la política ligada a la farándula o a la industria o las finanzas, tienen que
estar a la moda y vestir bien, sino, está en los últimos rincones y son parte
del infeliciaje nacional, ya ven como anda de fachoso López Obrador, porque los
demás izquierdistas también saben vestir a la moda y andan
disputando lugares en la farándula y las revistas de amor y de
artistillas, como si la política se diera en tales sitios y si no, cuando menos,
están a la vista y se sabe que son parte del jet-set y de los “grupos de
sociedad”… lo demás, el talento, la moral, la capacidad, el estudio, la cultura,
la decencia, la humildad, no cuentan en los tiempos modernos, esos son temas de
los viejos tiempos y de los “comunistas” atrasados o bien de los de espíritu
hipioso, como dicen ellos, para no decir de los “mugrosos”…
Y cuando viajan,
ya exigen aviones jet de alquiler o que les presten los cuates, ellos no van a
estar esperando las colas y las revisiones que se hacen a los pinches pobres en
los aeropuertos nacionales e internacionales, ellos, tienen trato especial, ni
van a comer las pinches sabritas y las galletas con refresco o cervezas de mala
calidad, o comer cualquier cosa que les puede caer mal al estómago, no, ellos,
llevan a las “edecamas” para cualquier favor o para lo que se necesita, buenos
vinos y buenos tragos, excelente comida por si acaso les da un poco de hambre,
los esperan carga maletas y tarados que les transportan con el “sí señor en la
boca” esperando el apapacho, la petición o la propina. Y bueno, ya no se diga de
los sitios en donde dormirán, porque entonces se exige lo mejor, no se
vayan torcer el cuello con las almohadas pinches de hoteles
corrientes o les pique alguna chinche o les joda un zancudo, lo mejor de lo
mejor, porque ellos son los que conducen el destino de la nación y esto, es
igual en los sitios nacionales o en los viajes internacionales, también exigen
yates y vehículos con todos los servicios para ellos, sus “invitados especiales”
o sus cuates y familia, así ,el gasto es enorme y los operativos de seguridad y
de atención se llevan, además de muchas gentes y elementos, muchos gastos, pero
no importa, al fin y al cabo están las partidas de gastos especiales y sin
comprobación o para eso están los cuates que costean esos gastos para que los
funcionarios y políticos o policías de poder no se preocupen de
nada…
¿Y cómo sé esto?,
pues porque en algunas ´épocas de mi vida los he acompañado en viajes y nos
damos cuenta. Así, sabemos de que algunos comunicadores a los que se “quiere
agasajar y atender” para irles dominando poco a poco y que vean con “buenos ojos
los que hacen los políticos” y se olviden de sus pendejadas y de sus chanchullos
y pillerías, también les dan este trato de “príncipes” y hoy en
Oaxaca, en las fiestas de la Guelaguetza, se invita a muchos políticos y se les
brinda este trato de “príncipes” y a muchos comunicadores y funcionarios,
efectivamente un trato principesco dado con los recursos de un pueblo miserable,
pinchemente humilde, pobres, explotados, engañados y desocupados, marginados…
eso sí, sus políticos quedan bien, hacen un buen espectáculo y cumplen con las
relaciones públicas que les rinden estupendos dividendos… si anteriormente era
una reunión de indígenas y gentes del pueblo para dar el agradecimiento a los
frutos de la tierra y de su esfuerzo y que compartían con bailes y cantos, con
reparto de productos, hoy en día es un estupendo espectáculo que, seguramente,
sirve a la economía del estado, pero los beneficios solamente van a parar a los
prestadores de servicios, a los transportadores y líneas aéreas, por supuesto
que tenemos que reconocer que muchos cocineros, meseros, lavanderos, camaristas
aseguran su empleo, y los funcionarios se ganan buen dinero porque hasta hoy en
día, con el nuevo secretario de Turismo, José Zorrilla, se comienzan a dar
cuentas de los gastos y de los ingresos, hoy, sabemos que hacer la Gelaguetza
cuesta en promedio diez millones de pesos, no sabemos cómo se contabilizan los
gastos de invitados especiales y comunicadores y de otros más que se cuelan en
las fiestas, pero ahora sabemos que, cuando menos en estas fiestas, se
recuperarán un poco más de cinco millones de pesos y, asegura el Secretario de
turismo que es hombre adinerado y suponemos no tiene necesidad de robar, como lo
hacen descaradamente otros funcionarios del gobierno, el próximo año se
recuperara la “inversión” que hoy se carga al presupuesto público. Y esto quiere
decir que más o menos cada Gelaguetza a costado una cantidad similar y ahora que
llevamos ochenta años y no se rinden cuentas, podemos entender que muchos
funcionarnos y políticos se han beneficiado de esos recursos que aportan las
delegaciones de bailarines que llegan de todas las regiones de
Oaxaca…
Y como esto es
claro cuando se comienzan a conocer las cuentas, por ejemplo, diremos que en la
pasada “feria del mezcal”, solo se cobró y se emborracharon a cientos de
turistas y se vendieron muchas botellas y el famoso patronato que maneja la
feria además, de cobrar por los sitios a los exhibidores, también cobraron por
el espectáculo y se recibieron más de dos millones de pesos por entradas y
no se entregaron cuentas ,porque los miembros del patronato, como
hacen los políticos, también, se robaron el dinero y ,como dice Don Teofilito,
tampoco rendirán cuentas hoy ni después… En fin, visitar
Oaxaca es una delicia, es una buena elección turística, podrán ver la magia, el
color, disfrutar sus bailes y su gastronomía, pero no deben olvidar la
marginación, la explotación, miseria, el dolor, la tragedia que se
vive en las zonas indígenas, en un pueblo miserable que es un gran anfitrión y
de entrega con el corazón en la mano, a pesar de que sus políticos, empresarios
y funcionarios, les roben, engañen y sigan explotando…
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