viernes, 6 de mayo de 2011

En el túnel de la vida, siempre hay esperanza.

Don Ernesto Sabato era un gran escritor, hace algunos años, más de veinticinco, leí su obra donde escribía el capítulo del “informe sobre ciegos”, es un gran viaje al interior y un descubrimiento de lo que somos cada uno. Que descanse en paz, murió a los 99 años, seguramente, cada día, bien vivido, con la reflexión sobre la vida y la muerte, en el túnel que él decía existe y está solitario, largo y oscuro en cada quién…

Dicen los que han sabido vivir que no importan los años, sino la actitud de cada uno para vivir los tiempos y los años que se sostienen, se cargan o se disfrutan. Es lógico que Nadie puede hacerte feliz, nadie, es nuestra actitud la que nos hace felices o nos hace infelices. Normalmente, las gentes que son felices se juntan con gentes felices, porque nadie quiere estar con personas tristes o violentamente enojadas con ellas y la vida, quejonas, resentidas. Decía mi abuelo que, se “juntan más moscas con miel que con hiel” y es cierto, las sonrisas, como quiera atraen a los demás y cuando uno esta triste o deprimido, cuando los problemas lo agobian, nadie lo puede curar, darle consuelo, solamente nos cambiamos cambiando nuestros pensamientos, saliendo del agujero. Es cierto, en la vida, en el mundo, nadie puede cambiar nuestras vidas, lo hacemos nosotros o nos hundimos en la tragedia…

Se dice que siempre hay problemas que enfrenar, unos más chicos o más grandes, pero siempre, en la vida y en el transcurrir de la vida, existen los problemas y en cierta medida nosotros buscamos encontrar cosas o motivos para preocuparnos, pero esto, no nos permite vivir adecuadamente, no podemos estar sumidos o estancados en los problemas o en las preocupaciones. Nosotros somos los únicos que estamos capacitados para arruinar nuestro día o mejorarlo, porque siempre existen alternativas antes de enojarnos o fastidiarnos la vida.

Cuando pensamos bien las cosas solamente nos preocupamos porque somos egocentristas, nuestro ego nos domina, si creemos que debemos tener tal o cual cosa para poder ser felices, es el ego el que domina nuestra forma de vivir y por ello, jamás, podremos estar satisfechos, hemos caído en la trampa de los publicistas y de los comerciantes, ellos, para vender cada cosa de acuerdo a los tiempos y las modas, generan en la mente esa necesidad, si no estás en la moda, no estás en la realidad y en la vida, por ello, la competencia es brutal y la gente se fija en las cosas externas, en lo que porta cada uno, en la marca del traje, en el tipo de reloj o de joya, en el vehículo, en el vino que pide en al comida, en el cigarro que fuma, y así viven para consumir, no consumen para vivir. Así es como han ganado las grandes fortunas los comerciantes y los publicistas, alentando al ego y manipulando la mente para hacernos creer que solamente quienes tienen lo nuevo y lo lujoso son los que tienen éxito y triunfan, son los que valen, cuando en la realidad, al quitar todo este oropel, solamente queda la calidad humana y los valores y nobleza de cada uno que es realmente el verdadero valor de las personas.

Por medio de la manipulación del ego es que nos generan los sentimientos de valor o manipulan nuestra autoestima y la autoestima de los demás. Cuando no podemos comprar lo nuevo que dicta la moda o establece la publicidad, creemos que no tenemos el valor adecuado para estar en tal o cual grupo social y es así que se manipulan las formas de consumo, pero se manipula, también, la forma de valorar a las personas y cuando se valora a las personas por lo que consumen, tienen o portan, no se ve el verdadero valor de las mismas y se generan desprecios o se cometen injusticias y errores terribles al tratarlas mal y se les destruye su estima, por esto, los hombres y mujeres fuertes, no creen en este tipo de valores, sino en el valor real de los eres humanos y es cuando los publicistas, los políticos y los manipuladores en general se van confrontando con este tipo de seres humanos que no aceptan sus normas ni forma de ver el mundo y la vida. Ellos, son los grandes revolucionarios, los que transforman en verdad a las sociedades, las que rinden frutos con valores y no con oropel, las que marcan los tiempos y las épocas con ideas, no con palabrerías ni publicidad, las que dan congruencia y destino a las sociedades. “Podemos aceptar al mundo como es, sin dejar de responsabilizarnos por mejorar las cosas”.

“CUANDO PELEAS CON LA VIDA, LA VIDA SIEMRPE GANA!”…”En cuanto cambiamos nuestros pensamientos sobre una “mala situación”, podemos tomar ventaja de ella. Las grandes oportunidades en la vida llegan casi siempre disfrazadas de mala fortuna y desastre…Todo “desastre” en tu vida no es tanto un desastre, sino una situación que espera a que cambies tu manera de pensar”… es por ello que para ser feliz, no se debe manipular, no se debe esperar a que los demás sean como uno y no debemos depender de los otros para que seamos felices. Tenemos que aceptar que desde la casa y la escuela hemos sido condicionados para pensar de cierta manera respecto de las cosas, es más, nadie nos enseña a pensar con lógica y con seriedad, con honestidad y valor, siempre se nos pretende manipular para seamos como los demás y es así que los pensamientos son los que nos tornan infelices, porque no sabemos que podemos cambiarlos, cambiar y la realidad es que es tiempo de cambiar nuestros pensamientos y nuestra forma de pensar. “Los hechos son una realidad, lo que es. El primer paso a la felicidad consiste en aceptar lo que es”. Estoy seguro que nos convertimos en adictos a la miseria, al dolor, a la tragedia, al llanto, a la queja constante… lo vemos en la telenovelas y en la forma en que se identifican las señoras y señores en las tragedias que se muestran en la “caja idiota”… pero ahí están, comentando cada cosa como si fuera una realidad, siempre, tienen que hablar de la tragedia y de las humillaciones y de todo lo que ellos consideran pasa en esa novela, que la viven como real… buscan una esperanza en cada capítulo, una luz en esa oscuridad, en el túnel negro de su vida… y, efectivamente, ahí está, pero para cambiarla hay que cambiar, esta es la realidad: nos convertimos en aquello en lo que pensamos, para bien o para mal. No hay duda, que los pensamientos son magnéticos, cuando uno se siente bien, se atraen experiencias buenas y alentadoras, pero cuando uno se siete mal sucede igual, se atraen cosas malas y tragedias, resentimientos y llantos. Uno no puede estar pensando que la vida está contra uno, hay que darle un sentido a la vida y controlar el timón. Si uno está enojado y tenso, normalmente, salen las cosas mal, por ello, hay que relajarse y cambiar los pensamientos y meditar sobre lo que nos sucede, hay que hacerlo, cuando lo logramos, vemos los resultados positivos en nuestra vida y alrededor de nuestra vida. Así es la vida, no hay razón para que sea diferente. Nosotros la podemos controlar, controlando nuestros pensamientos y las reacciones sobre los acontecimientos….

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