lunes, 15 de febrero de 2010

Mensajes de las fuerzas armadas

Hace muchos años que los militares en México demuestran no solo su capacitación y su lealtad a las instituciones, sin duda esto refleja la tranquilidad por la que podemos transitar a pesar de los errores, deslealtades, corruptelas, ineficiencias y complicidades de las que dan muestra los políticos, los grupos y los partidos porque con todas esas corruptelas la contaminación sería terrible si en el seno del Ejército Mexicano no existiera ese espíritu nacionalista, comprometido y leal que ha evitado en muchos casos el que se utilicen o se manipulen a las fuerzas armadas por parte de los políticos y funcionarios para que éstos sean fieles servidores no de la Patria sino de sus intereses y corruptelas de las que han hecho gala.

Desde hace muchos años, cuando la política de intrigas y de golpismo se desarrolló en todo el continente, cuando muchas democracias fueros derrotadas por los golpistas y el militarismo en muchos países de América Latina, las fuerzas armadas de México, se mantuvieron sanas, leales y sobre todo sabían que su misión no estaba en la política ni en el oscuro manejo de la misma, no se metieron en el proceso degenerativo del enriquecimiento ni en las complicidades que han llenado de detritus a los grupos de seguridad en todo el continente y en nuestro país, por ello hoy, el discurso del General Secretario, Guillermo Galván Galván, no deja de ser impactante, porque en el día que se celebra el 87 aniversario de la Marcha de la Lealtad, muestra ese espíritu con el fin de aclarar ante los mexicanos que su misión es la de proteger la seguridad nacional y a la población y no dejarse envolver simplemente por el juego perverso de las fuerzas políticas y sobre todo para no dejar las fisuras que en algunos sectores se aseguraba estaban entre la marina, la fuerza aérea y el mismo ejército, pero sobre todo en este discurso el General Galván Galván reitera el apoyo incondicional al presidente Felipe Calderón y a su política señalando que “sólo mediante reformas integrales, estaremos en condiciones de consolidar el bienestar colectivo que todos exigen, pero que no todos procuran…”.

Pero no conforme con ese llamado y autocrítica que realiza, llama a “construir acuerdos políticos basados en la madurez y en el fino diálogo para garantizar un sistema político que dé cause a la resolución de conflictos y garantice la cohesión social”. Creo con toda honestidad y humildad que es inteligente este llamado, pero tendría que mostrar a su “jefe supremo”, el presidente, lo mucho que las líneas de inteligencia militar conocen de las trácalas, complicidades y corruptelas, ineficiencias e intereses de muchos de los actuales funcionarios y de las intenciones de un grupo de policías que solamente está interesado en limitar y destruir la fuerza del Ejército por medio de intrigas, movilizaciones y filtraciones que generan inquietud y provocan desconfianza de muchos sectores de la sociedad ante el intento de generar una fuerza paramilitar, basada en la policía política que sea el “equilibrio” de la postura nacionalista y patriota del Ejército, porque el poder de la ultraderecha está basado en la política represiva y brutal en contra de la sociedad y para ello, los grupos del poder de la derecha, exigen que los militares sean desplazados y eliminados en la garantía para dar seguridad a la población y velar por la seguridad nacional. Es el mismo esquema que utilizaron en Chile para asesinar y derrocar al gobierno de Salvador Allende, cuando eliminando y neutralizando a los mandos de la fuerzas armadas, el grupo paramilitar de “los Carabineros”, que sostenía a la policía política encabezan el golpe militar, así, con esa experiencia, hoy, algunos grupos pretenden repetir el proceso y la estrategia en nuestro país.

Por tal motivo, existieron, hace unas semanas, “filtraciones” a medios de comunicación que hablaban de confrontaciones entre las fuerzas armadas y “deslealtades” de grupos y de sectores, por esa razón, el discurso de Galván Galván, pondrá freno a las especulaciones al declarar: “Ejército, Fuerza Aérea y Armada se mantendrán unidos, atentos y disciplinados, con el compromiso y la responsabilidad que implica servir a la nación y para contener en primera línea el daño que la criminalidad organizada causa en la sociedad, lo que nos hace conscientes de los peligros que acechan y de los riesgos que se corren. Nos asiste, aseguró, la confianza social y la razón del Estado para responder a la exigencia de paz y tranquilidad de la población”.

Las lecciones de la historia siguen vigentes y, en tal suerte, recordaba el General Secretario cuando en 1913, la ruptura del consenso y la unidad, llegaron a propiciar el derrocamiento de Francisco I. Madero: “La intriga, el rumor y la crítica destructiva, crearon un ambiente de descomposición social que culminó con amargos desenlaces… las fuerzas que obstruían el cambio hacia la democracia, conspiraban para atentar contra la voluntad popular” y, así, dice: “Entendemos que el poder político es complejo y acumula variados intereses propios de su naturaleza, normas y fines… No obstante, en todo momento y circunstancia, es necesario anteponer el apego nacionalista… DESDE EL ÁMBITO MILICIANO, ESTIMAMOS QUE LAS PRIORIDADES DEL MÉXICO CONTEMPORÁNEO PUEDEN QUEDAR ENMARCADAS EN DOS GRANDES OBJETIVOS: LA COHESIÓN SOCIAL Y EL ACUERDO POLÍTICO, AMBOS, EN ARAS DEL INTERÉS NACIONAL”.

“La cohesión de la sociedad es un factor indispensable e insustituible para concretar el proyecto de país. Transformada en apoyo, hace viable toda estrategia comprometida con el desarrollo, seguridad y bienestar de la población. Su materia prima es la proverbial solidaridad que desde siempre prodigamos y se nos reconoce… El acuerdo Político es actitud propositiva y virtuosa que conduce al consenso por la vía del respeto, la prudencia y la buena intención para escuchar y comprender las razones de los demás”.

Este discurso, debe ser un aval al presidente y una muestra de lealtad institucional que exige ser valorada por todos aquellos funcionarios a los que la ambición política y económica les ha cegado el criterio y, por ello, han torcido sus rumbos y obligaciones. Los mexicanos, sin duda, sabemos apreciar en todo esa fuerza social de la que se fortalecen las fuerzas armadas en nuestro país, de su democracia interna, de su origen popular en los mandos y tropas, pero sobre todo, en ese espíritu nacionalista que es la garantía para que este país no sea entregado a los intereses internacionales que buscan su sumisión y control.

Para algunos políticos y funcionarios, cuando se habla de nacionalismo, aseguran que, “con eso, no se come” y, con este pretexto, han sido los mayores entreguistas de nuestros recursos, soberanía y dignidad, así es que los mexicanos, al ver los resultados funestos de las gestiones de la derecha, de su entreguismo y falta de conciencia y sensibilidad social, se muestran cansados de los discursos y de la demagogia que derrochan los funcionarios, pero sobre todo, sabemos que los cambios se tienen que realizar por medio de los canales democráticos a pesar de que ellos han pervertido y degenerado a los partidos y grupos políticos como hoy se muestran en su oportunismo y ambición para continuar haciendo de la política el negocio que lastima y destruye la cohesión social y alienta el resentimiento y la violencia en la confrontación de los grupos sociales, así que, si en verdad queremos ser fieles a este proceso democrático, debemos ser fieles a los principios y retornar a los valores políticos y no dejar el paso al oportunismo y a las ambiciones perversas para llegar al poder y que, alcanzado este, se utilice en contra de los intereses del pueblo, porque así, el camino, es el más directo a la confrontación y a la violencia perdiendo lo más preciado que aún conservamos que es, nuestra PAZ SOCIAL. Al buen entendedor … pocas palabras.

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