sábado, 20 de febrero de 2010

En algo estamos fallando los mexicanos


En ocasiones me encanta volver a tomar algunos libros que me han marcado en la forma de pensar, actuar o conocer, siempre es bueno, como cuando se vuelve a charlar con los buenos amigos a los que poco se ve, hacerlo, así en un libro de Dale Carnegie, “Como suprimir las Preocupaciones”, nos dice: “Uno verá que, si cambia sus pensamientos sobre las cosas y los demás, las cosas y los demás cambiarán…. Si un hombre cambia radicalmente sus pensamientos, quedará asombrado de la rápida transformación que se producirá en las condiciones materiales de su vida… Los hombres no atraen por lo que quieren, sino por lo que son…. Todo lo que un hombre consigue es el resultado directo de nuestros propios pensamientos…”.

Bajo este concepto, es lógico que siempre nos preguntemos por qué no avanzamos o por qué estamos en las condiciones en las que nos encontramos y es así que buscando, encontramos un discurso del presidente de Costa Rica, Oscar Arias, pronunciado en la Cumbre de las Américas en abril de 2009 y creo que nos puede dar luz sobre el tema. Me permito reproducir partes del mismo.

“Tengo la impresión de que cada vez que los países caribeños y latinoamericanos se reúnen con el presidente de los Estados Unidos de América, es para pedirle cosas o para reclamarle cosas. Casi siempre, es para culpar a Estados Unidos de nuestros males pasados, presentes y futuros. No creo que sea del todo justo.”

“No podemos olvidar que América Latina tuvo universidades antes de que Estados Unidos creara Harvard y Wiliam & Mary, que son las primeras universidades de este país. No podemos olvidar que en este continente, como en el mundo entero, por lo menos hasta 1750 todos los americanos eran más o menos iguales: TODOS ERAN POBRES”.

“Cuando aparece la Revolución Industrial en Inglaterra, otros países se montan en ese vagón: Alemania, Francia, Estados Unidos, Canadá, Australia, Nueva Zelanda, y así la Revolución Industrial pasó por América Latina como un cometa, y no nos dimos cuenta. Ciertamente perdimos la oportunidad”..

Y Sigue: “Hace 50 años, México era más rico que Portugal. En 1950, un país como Brasil tenía un ingreso per cápita más elevado que el de Corea del Sur. Hace 60 años, Honduras tenía más riqueza per cápita que Singapur, y hoy Singapur –en cuestión de 35 o 40 años- es un país con 40,000 dólares de ingreso anual por habitante. Bueno, algo hicimos mal los latinoamericanos.”
“¿Qué hicimos mal? No puedo enumerar todas las cosas que hemos hecho mal. Para comenzar, tenemos una escolaridad de 7 años. Esa es la escolaridad promedio de América Latina y no es el caso de la mayoría de los países asiáticos… De cada 10 estudiantes que ingresan a la secundaria en América Latina, en algunos países sólo uno termina esa secundaria. Hay países que tienen una mortalidad infantil de 50 niños por cada mil, cuando el promedio de los países asiáticos más avanzados es de 8,9 ´0 10.”
“Nosotros tenemos países donde la carga tributaria es del 12% del producto interno bruto, y no es responsabilidad de nadie, excepto la nuestra, que no le cobremos dinero a la gente más rica de nuestros países. Nadie tiene la culpa de eso, excepto nosotros mismos”.

Y explica: “… me referí a un hecho que para mí es grotesco, y que lo único que demuestra es que el sistema de valores del siglo XX, que parece ser el que estamos imponiendo en práctica también en el siglo XXI, es un sistema de valores equivocado. Porque no puede ser que el mundo rico dedique 100,000 millones de dólares para aliviar la pobreza del 80% de la población del mundo –en un planeta que tiene 2,500 millones de seres humanos con un ingreso de 2 dólares por día- y que gaste 13 veces más (1,300,000,000,000 dólares) en armas y soldados”.
“… no puede ser que América Latina se gaste 50,000 millones de dólares en armas y soldados. Yo me pregunto: ¿quién es el enemigo nuestro?. El enemigo nuestro, presidente Morales, de esa desigualdad que usted apunta con mucha razón, es la falta de educación; es el analfabetismo; ES QUE NO GASTAMOS EN SALUD de nuestro pueblo; que no creamos la infraestructura necesaria, los caminos, las carreteras, los puertos, los aeropuertos; que no estamos dedicando los recursos necesarios para detener la degradación del medio ambiente; es la desigualdad que tenemos, que realmente nos avergüenza; es producto, entre muchas cosas, por supuesto, de que no estamos educando a nuestros hijos y a nuestras hijas”.
“Uno va a una Universidad latinoamericana y todavía parece que estamos en los sesenta, setenta y ochenta. Parece que se nos olvidó que el 9 de noviembre de 1989 pasó algo muy importante, al caer el Muro de Berlín, y que el mundo cambió. Tenemos que aceptar que este es un mundo distinto, y en eso francamente pienso que todos los académicos, que toda la gente de pensamiento, que todos los economistas, que todos los historiadores, casi coinciden en que el siglo XXI es el siglo de los asíaticos, no de los latinoamericanos”.

Y explica algo interesante sobre los ismos: “Para sólo citar un ejemplo, recordemos que cuando Deng Xiaoping visitó Singapur y Corea del Sur, después de haberse dado cuenta de que sus propios vecinos se estaban enriqueciendo de una manera muy acelerada, regresó a Pekín y dijo a los viejos camaradas maoístas que lo habían acompañado en la Larga Marcha: “Bueno, la verdad, queridos camaradas, es que a mí no me importa si el gato es blanco o negro, lo único que me interesa es que cace ratones”. Y si hubiera estado vivo Mao, se hubiera muerto de nuevo cuando dijo que: “La verdad es que enriquecerse es glorioso”. Y mientras los chinos hacen esto, y desde el 79 a hoy crecen a un 11%, 12% o 13%, y han sacado a 300 millones de habitantes de la pobreza, nosotros seguimos discutiendo sobre ideologías que tuvimos que haber enterrado hace mucho tiempo atrás.”
“La buena noticia es que esto lo logró Deng Xiaoping cuando tenía 74 años. Viendo alrededor, queridos presidentes, no veo a nadie que esté cerca de los 74 años. Por eso les pido que no esperemos a cumplirlos para hacer los cambios que tenemos que hacer….”

Y bien, esto, en mucho es verdad, nuestros problemas son en gran parte problemas generados y aceptados por nosotros, no podemos olvidar que las oligarquías y los imperialismo siguen haciendo de las suyas y que pocas oportunidades tienen los hombres honestos y decentes de ocupar puestos en la política, porque en la mayoría de los casos, la política, está ocupada por los oportunistas, por esos que solamente piensan en utilizar los recursos naturales, humanos y presupuestales en su beneficio y no dan oportunidad de que se hagan las cosas como se deben hacer porque ellos hacen de la política y del “servicio público” un negocio y no un camino para apoyar y beneficiar a los demás… por esa corrupción, complicidades e ineficiencias estamos como estamos, pero lo grave es que, siendo mayoría, lo soportamos, así que ojala despertemos los ciudadanos y evitemos esas mafias que son las que roban, violentan y saquean a nuestros pueblos… solamente es cuestión de pensar como gentes libres y honestos para eliminar a los ratas, ineficientes y corruptos que nos gobiernan o desgobiernan… si cambiamos la forma de ser y de pensar como cobardes y agachones por la de gentes dignas, libres y valientes, seguramente, las cosas, cambiarán… no hay duda.

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