miércoles, 4 de noviembre de 2009

Asesinatos oficiales... camino a la dictadura


Después del paquete fiscal donde los políticos nos han demostrado que les importan un bledo los intereses populares, las demandas del pueblo, porque solamente lo utilizan para que den su voto, un voto condicionado a una serie de promesas que jamás se cumplen, con demagogia, con falta absoluta de respeto a sus declaraciones, promesas y compromisos y sobre todo con la absoluta falta de respeto a su palabra. Así, querámoslo o no reconocer tenemos que aceptar que el primero que ha faltado a todas sus promesas y a su palabra es el presidente Felipe Calderón, y decimos que tenemos que aceptar porque los comunicadores tal vez no tengamos mucha memoria para cosas intrascendentes, pero no hay duda que recordamos todo lo que se ha prometido porque llevamos un recuento claro de las fallas a los compromisos por parte de los políticos, por la simple razón que entendemos que poco a poco, el pueblo, pierde confianza y confianza en los políticos y esto es grave ya que si esto sucede, no hay duda que estamos a un paso de la ingobernabilidad, a pesar de que el secretario de Gobernación festine la “unidad y visión de los políticos para aprobar los presupuestos y el aumento de impuestos” que, el pueblo de México rechaza. Así, recordamos que Felipe Calderón se autoproclamaba el “presidente del empleo” y todo ha sido una farsa, después, declaraba que no aumentaría impuestos y que los eliminaría diciendo y comprometiéndose en la campaña política de que iniciaría con el impuesto de la tenencia y uso de automóviles y, al poco tiempo, lo primero que hace es aumentar los impuestos, no elimina nada y los aumenta y por si esto fuera poco, en vez de generar empleos, los elimina y, por cierto, solamente ha aumentado los sueldos y los empleos de los policías políticos que es en el grupo que se sustenta en el poder, por esa razón, hoy, vemos que en vez de detenciones, como se anunciaba, de los principales mafiosos, los eliminan y los asesinan, como si este fuera el camino para alcanzar la seguridad y garantizar la paz social y política en el país, así que, cuando vemos los asesinatos, además de delincuentes, de luchadores sociales como en el caso de Margarito Montes, vemos que existe una definida política represiva que terminará, como en los tiempos del priísmo, donde se creaban los grupos paramilitares para asesinar a los “guerrilleros” o a los delincuentes, que eran un peligro para la estabilidad política del presidente o le estorbaban en su política de gobierno.

Si la salida es el asesinato a los delincuentes, no esperemos de parte de ellos un trato distinto, porque no existe ningún pretexto, en cuestiones de seguridad, para que sea el mismo gobierno, los políticos y funcionarios los que violen la ley y establezcan nuevas reglas, donde se permite la eliminación por medio del asesinato de los delincuentes o de los grupos de luchadores sociales que nada tienen que ver con la delincuencia y el crimen organizado, para que se permita en el país regresar a los tiempos de la “guerra sucia”, porque si esto lo permitimos, a pesar de que muchos insistan en que es el único camino para garantizar la seguridad ante la ineficiencia, complicidades y corruptelas de los políticos, policías y funcionarios, con el crimen organizado. Así se inició, en su momento, la famosa “guerra sucia” que enlutó a miles de hogares en muchos de los casos de gentes inocentes y de gentes que no tenían nada que ver con la lucha guerrillera de esos tiempos, pero con esto, se permitían crear las condiciones para que un grupo de policías de elite fueran apropiándose de muchos sitios de poder político y económico, de tal suerte que se fueron aliando, en la rama de la Dirección Federal de Seguridad, Cisen y parte del ejército mexicano, con el control del tráfico de drogas en todo el país y fueron ellos los verdaderos narcotraficantes por muchos años, además, lo podía hacer, porque los políticos que les controlaban, estaban controlados por los policías, porque ellos eran los que habían ordenado los asesinatos de muchos dirigentes sociales en el país y, por esa razón, para “premiarles” su labor a los policías y grupos paramilitares, les permitían apropiarse de los “botines de guerra”, es decir, de propiedades, dinero y joyas de los narcotraficantes en su beneficio y no ser entregados a las autoridades como evidencias y como obligación de gobierno, para dar fe de las riquezas acumuladas por los grupos de la delincuencia o bien, se les permitía a los policías políticos hacer los trafiques necesarios para sostener el control de los grupos del crimen organizado, manteniendo el control del tráfico de drogas, mercancías, armas y vehículos en todo el país.

Hoy, parece que esa policía operada por políticos profesionales y por policías que controlan el campo de la política nacional, operan nuevamente y se permiten los asesinatos de delincuentes y, con este mismo pretexto, se operan los asesinatos de posibles militantes de la oposición que buscan salidas violentas o bien que están en las luchas sociales y que se consideran gentes de peligro para la clase gobernante, sobre todo, para los policías políticos que, con esas acciones, establecen mayor control sobre la vida política nacional.

Resulta pues increíble que los políticos anuncien, antes, los asesinatos de delincuentes, de que sean encontrados por las policías en otras entidades, esto es, sin duda, muy sospechoso y no queremos entrar en mayores detalles y consideraciones, pero no hay duda de que las cosas están en un nivel de violencia tal que se esperará, mucha mayor violencia en todo el país.

Es terrible que retornemos a los tiempos de la “guerra sucia”, es brutal para la política y la paz social el que se autoricen asesinatos con el pretexto de imponer un “ejemplar castigo” y que sirva para que los demás delincuentes sepan a qué se van a enfrentar, por esa razón, en muchos casos, en varias partes del país, se ven las acciones que, con total impunidad, operan las policías en contra de los ciudadanos, en contra de los grupos de ciudadanos que nada tienen que ver con el crimen organizado para imponer una política de terror territorial en zonas donde los policías políticos suponen operan los principales delincuentes, cuando es lógico y claro que, en la realidad, ellos, saben en dónde están, cómo operan y sobre todo de que tienen ligas con esas manos criminales con los principales dirigentes de los grupos de la policías política en el país.

Así se gestaron las famosas organizaciones de la “Mano Blanca” en Guatemala o los grupos dizque civiles que operaban las famosas “venganzas” y asesinatos con los que se ocultaban las acciones del propio gobierno. Es claro que entendemos que muchos que han sido víctimas de los secuestros o los “levantones” están determinados a tomar venganza de las acciones criminales, sobre todo, porque las autoridades que deben resolver esos casos jamás lo han logrado, simplemente, porque ellos, son los que brindan la impunidad a esos grupos de delincuentes, pero el hecho de que una parte de la sociedad esté de acuerdo con ese tipo de acciones y venganzas, no se puede ocultar el hecho de que el peligro será mayor porque los grupos criminales que operan con esa impunidad en el país aumentarán su poder, tal como lo lograron en su tiempo, la famosa “brigada Blanca” o los demás grupos que se crearon dizque para combatir a los grupos de guerrilla o delincuentes y terminaron controlando a los políticos y al gobierno, de tal suerte que, ellos, fueron los que sustituyeron a los delincuentes y organizaron los negocios del narcotráfico, del robo, del contrabando y del lavado de dinero y esto lo lograron con las gentes del gobierno y con empresarios, hoy, exitosos y con prósperos policías que hoy controlan la política y la economía nacional. Así que, si hoy dejamos pasar esos asesinatos pensando en que los delincuentes lo merecen y nos olvidamos de la ley y de la justicia, pronto, podremos ser las próximas víctimas, porque un gobierno de tal naturaleza tiene poco espacio para convertirse en un gobierno dictatorial y represivo, que asesine con impunidad a cualquier ciudadano que sea considerado “gente de peligro” para la estabilidad y la seguridad de los verdaderos delincuentes que, son los políticos en el poder.

No hay comentarios: