miércoles, 3 de junio de 2009

Gobierno corrupto y cobrón...

MIENTRAS, POR UN LADO, CON EL Plan Mérida, los gobiernos de Estados Unidos y de México se desgarran las vestiduras, invierten en gasto extraordinario millonarios fondos presupuestales que se pudieran utilizar en mejoras en la salud, educación, vivienda, empleos y desarrollo, se destinan a fortalecer a los cuerpos de policía de tal forma que ahora tenemos un enorme “ejército” de policías capaz de mantener no una política de seguridad pública, sino una función en la represión política y social a la comunidad, porque en realidad, como vemos sus proyectos y tendencias, solamente en este campo se operan sus funciones y lo terrible es que, mientras gastamos enormes recursos que de debieran utilizar para atender problemas económicos y sociales de las mayorías, en los Estados Unidos, como siempre hacen, de los grandes problemas grandes negocios a futuro y por esa razón, mientras ordenan combatir las siembras de marihuana, aprueban programas pilotos de su uso con “fines médicos” y así dar la fuerza y tendencia para que, en un futuro, las drogas, al igual que hicieron con el alcohol, en vez de ser combatidos en su uso se puedan comprar “legalmente,” con grandes utilidades para los operados y para los ingresos por impuestos para los gobiernos. En el estado de Ilinois ya se “permite el uso de la marihuana con fines médicos y esta aprobación aumenta a trece los estados que ya mantienen esa aprobación basados en un programa piloto de tres años. “El beneficio sería para las personas con condición de salud precaria diagnosticadas por un médico, autorizadas a poseer marihuana legalmente una cantidad estimada en siete plantas secas de canabis y dos onzas de marihuana seca usada en un período de 60 días.”. es decir, se inicia “la venta legal” de las plantas de invernadero que tanto han promocionado en revistas especializadas aprobadas por el gobierno de los Estados Unidos y, con ello, se generaliza el uso de drogas “legales” con aprobaciones de los gobiernos y promueve la fuerza comercial de los grandes productores de drogas, porque después, podrán poner en venta las plantas de coca, los peyotes y demás drogas “orgánicas” y no dudamos que, al paso de los años, se den permisos para operar los “laboratorios caseros controlados para la producción de drogas sintéticas”, porque en verdad, el combate contra las drogas en los Estados Unidos, no está basado en la lucha contra los grupos mafiosos que operan con impunidad ya que jamás vemos que detengan a los jefes o destruyan a los grupos, sino que castigan el no pago de impuestos y que con el actual esquema de producción y distribución, salen de su control, miles de millones de dólares que van a los países de producción o de distribución y este, flujo de dinero, desestabiliza la economía norteamericana y fortalece a grupos que operan fuera del control norteamericano así, esos fondos multimillonarios, se utilizan en el consumo suntuario y no en el desarrollo productivo que se requiere en muchos lados, sobre todo ahora que, la economía norteamericana, se encuentra en crisis y requiere inversiones masivas para salir del hoyo. Así las cosas, el actual modelo económico genera muchas dudas, sobre todo porque alienta el consumo de mugres, de alimentos chatarras, de productos que al tiempo generan enfermedades y provocan males en la salud, tal como la gordura y otros problemas, pero además, con la dependencia en los programas de televisión y la falta de ejercicio alentando el consumo a todas horas de los televidentes adictos a este tipo de proyecciones, el deterioro de la salud pública se ve reflejada en la demanda de atención de problemas de salud y, por esa razón, el mismo gobierno que alienta esa degeneración, también, alienta los programas de salud y los ejercicios para bajar de peso y mejorar en general la resistencia y la fuerza muscular de los participantes. Pero así como se hacen las cosas, un estudio demuestra que la mayoría de las actitudes saludables suelen ser acompañadas por otras poco lógicas: “Una hamburguesa para almorzar y lechuga para cenar. Un cigarro después de ir a correr, pizza y cerveza para paliar la tristeza. ¿Suena normal? Lo es, según un estudio que muestra que la mayoría de las actitudes saludables de las personas suelen acompañarse por otras poco lógicas” Según esto, la mitad de los entrevistados en la “encuesta global “Healthy Living”, llevada a cabo por la empresa Synovate, explicaron “que comen lo que quieren cuando quieren y un tercio dijo que le gustaba tanto la comida rápida que no podía dejarla… otro tercio de los encuestados, afirmó que solía comer comida rápida cuando se sentía mal… pero una de cada cuatro personas entrevistadas en 12 países también dijeron que hacía algo para compensar sus costumbres poco sanas haciendo ejercicio o reduciendo la cantidad de comida, cigarros o alcohol. Entre los chinos consultados, este número ascendía a uno de cada siete”. Así las cosas, por un lado generan el daño y el mal y, por otro, venden o promueven los programas de salud y de ejercicio con tal de sostener un alto consumo de medicamentos y productos que, seguramente, ayudarán a mantener el peso, la energía y la fuerza de los participantes, con el gasto mayor de sus ingresos y alentando el desarrollo económico y, con ello, aumentando el caudal de impuestos recaudados por los gobiernos. Y mientras todo esto sucede, un extraordinario artículo de Víctor Sánchez Baños, aparecido en el Diario La Crónica del día 28 de mayo señala: “Mientras el país sufre una gravísima crisis financiera que, como ocurrió en 1995, la enorme mayoría de los mexicanos sufrimos un empobrecimiento colectivo, el país se convirtió en un rosario de escándalos políticos, financieros y policiacos”. “En las últimas semanas encontramos primero la influenza que, si ya llevábamos un camino andado en la crisis mundial, nos pasó la estafeta de los países más afectados. Después de la influenza llegaron los libros de Ahumada, las declaraciones de De la Madrid, el libro de Madrazo, la fuga de los reos de 53 delincuentes de la cárcel de Fresnillo Zacatecas, luego la PGR va contra los mandos policiacos del gobernador panista de Morelos, Marco Adame, y ahora la redad de narcopolíticos en Michoacán. Esto nos aparta fundamentalmente de lo que nos afecta a todos. Mientras los políticos politizan hasta el mole y fútbol. La crisis económica será devastadora y acaba con el espíritu emprendedor de cientos de miles de mexicanos que apuestan sus ahorros, su dinero, a cambio de un clima de inestabilidad política y económica. La mortandad de empresas se agudizará y mientras los políticos se disputan los mil y pico de huesos electorales, los mexicanos somos los convidados de palo. Pedimos soluciones a nuestros problemas de seguridad, empobrecimiento y supervivencia, y solo recibimos propuestas huecas” “”¿Nos pide el IFE que discutamos las propuestas que ofrecen los candidatos? Pero no sirven ni para el basurero de la historia. Nos piden sacrificios fiscales, para mantener un gobierno obeso y Hacienda no sabe que la política fiscal es un instrumento de desarrollo. Hay programas de rescate a las grandes empresas, pero nadie rescata a las decenas de millones de mexicanos sumidos en la miseria”. No hay duda que el análisis serio y profundo de Víctor Sánchez Baños, es cierto de pe a pa y, por tal motivo, creemos que se debe reflexionar y conocer por muchos lectores. Claro que a los funcionarios que solamente hablan, pero no escuchan y les importa un pito de que digamos o dejemos de decir los comunicadores o los ciudadanos, esto, les viene guango. Es tal como decía un querido amigo poeta: “hablamos lenguajes diferentes que no se entienden ni a señas”. Es una realidad, no nos entendemos porque pensamos y actuamos con distintos criterios. El gobierno sirve solamente a sus propios intereses, no busca solucionar el problema de las mayorías, al contrario, solo promueve su control y el que la fuerza política interna no se lesione para continuar en el poder, este es su objetivo prioritario, no importa que cueste, este caprichito, algo así como 170 mil millones de pesos que dice, Agustín Carstens, se han gastado en la “emergencia” o han parado en sus cuentas…

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