“Analicemos cómo manejamos la presión o el estrés. Lo que para una persona es presión, posiblemente para otra no lo sea. Para un tímido, un motivo de presión podría ser caminar entre una multitud, en una fiesta. Para otro, presión podría significar estar solo, o tener que cumplir un plazo; para un tercero la presión podría suponer tener que vivir la vida lenta y aburrida sin plazos que cumplir. La presión podría ser el nacimiento de un bebé, de una nueva relación amorosa, de una nueva amistad. Podría ser el éxito. Algunas personas controlan bien el fracaso pero no logran dominar el éxito. La presión es lo que nos tensa, lo que despierta nuestra ansiedad”…”para cualquier persona, los distintos comportamientos frente a la presión derivan de la misma forma básica de controlar el miedo, aunque puedan parecer diferentes… a medida que descubrimos estas capas de ira, lo importante es que no las exterioricemos; en ningún caso deberíamos volcar nuestra furia sobre los demás”. Charlotte Joko Beck.
Por desgracia, a los políticos y a los policías, normalmente, no se les permite o no se permiten leer y reflexionar, constantemente están en actividad, como las hormigas antes de la lluvia, no saben que hacen, no saben para donde van, pero todas giran alrededor del agujero de la entrada, están en el caos, en la irresponsabilidad, en la improvisación, en la angustia, en el miedo, en el temor, siempre se encuentran pendientes en el qué dirán los demás, cómo los ven, cómo los sienten, cómo los manejan, cómo los reciben, los símbolos son para ellos muy importantes y es en esa carrera de símbolos que se pierde la noción de la realidad. La forma importa más que el contenido y es por esa razón que, normalmente, se dan cuenta de que estamos sosteniendo las acciones de gentes que están inquietas, inmaduras, que no saben controlar la acción y menos, la no acción. En ese movimiento continuo las volteretas y los cambios de rumbo son impresionantes. Hoy se les ocurre que de pronto deben emprender una cruzada en contra del crimen organizado o del narcotráfico, después, con los cambios de imagen y los consejos que les brindan los asesores que no tienen rumbo ni compromisos piensan que se debe atender la “influenza” para poder salvar al mundo de tal tragedia y dejan a un lado lo que estaban haciendo, no importando los costos y los gastos que se realicen, lo que importa es ganar preferencias , nivel de votos, acumular simpatías entre la gente según lo marquen las encuestas. Están muy pendientes de las encuestas porque es la manifestación de lo que los demás piensan de ellos, lo grave es que, esas encuestas, se manipulan y no reflejan la realidad, reflejan lo que se quiere mostrar ante la “opinión pública” que normalmente, es, “opinión publicada” o lo que los asesores de imagen buscan impactar con el que paga, el que manda, el beneficiario de ese engaño.
Nos engañamos pensando en que el cambio de partido en el poder lograría el cambio de las viejas mañas, de los viejos vicios, de las transas, de las improvisaciones, de los engaños, las componendas, las corruptelas, pero no ha sido así; se cambiaron los rumbos aparentemente para que todo continué igual. Se habló en contra del presidencialismo y es lo que impera y lo que se refleja en todos los actos de gobierno, los funcionarios públicos sostienen que sí a todo lo que diga el “señor todopoderoso presidente” y, los policías, actúan y reprimen de acuerdo a lo que marque en su imagen, en su visión, sus tragedias, su humor, sus desencantos, sus violencias o en sus miedos, el todo “poderoso señor presidente” al que todos le obedecen y no dicen que no. No se le puede contradecir porque es llegar a la tragedia a la marginación y al olvido. Contradecir a un todo poderoso presidente en México significa tener a un enemigo súper poderosos, no solo por él, sino porque los achichincles, lambiscones, incondicionales hacen todo para eliminar de la vista cualquier cosa o persona que le pueda generar un poquitín de violencia o de miedo. Del tamaño de las escoltas es el tamaño del miedo que tienen los funcionarios, banqueros, especuladores, policías, siempre viven con temor a un atentado como los que ellos realizan para eliminar a sus críticos o eliminar a sus enemigos políticos o de clase.
Y mientras todo esto sucede en las calles, en las oficinas, en las casas, la tragedia del desempleo se manifiesta todos los días, se refleja en la angustia de las madres solteras a las que no les alcanzan los salarios para enfrentar los gastos cotidianos o el poder brindar las escuelas y la educación o atención médica a sus seres queridos; se refleja en esos viejos que angustiados vagan por las calles y plazas, por los cafés, pensando en cómo podrán adquirir las medicinas que necesitan o que necesitan sus parientes ya que cada día, al subir, sin control, de precio, no alcanzan los presupuestos ni el orden en los gastos. En cada calle, en cada casa la tragedia del desempleo es una realidad, los padres se sientes desprotegidos, abandonados, frustrados, enojados, temerosos ante el fenómeno del desempleo y se avergüenzan, todos los días y a todas las horas del día, cuando ven a sus hijos y a sus esposas angustiados por la falta de recursos y ellos piensan que ya no sirven, que dieron todo lo que podían en la vida a pesar de que sean jóvenes o bien, se piensan marginados y observados por todo aquellos que sienten que esos hombres y mujeres que han perdido el empleo no lo supieron conservar y por ello, cuando en las empresas, dando una salida falsa les quitan las prestaciones o les reducen los días laborables con la reducción de sus salarios a la mitad, prefieren aceptarlo y casi lo agradecen, cuando las estadísticas de la tragedia económica muestran o pretenden mostrar otra cosa que la que viven en la realidad, así, cuando el Secretario de Hacienda Agustín Carstens, hombre frondoso, de gran comer y mejor vivir, asegura que ya mero salimos de la crisis y de la tragedia económica, no podemos creerle ya que, la realidad, nos muestra que no hay empleos, que no alcanza el dinero, que las cosas cuestan más y ese barómetro del bolsillos y de las tragedias, de la angustia, es la realidad, donde no alcanza para pagar la renta, la luz, colegiaturas, alimentos, vestidos, medicinas, gas, los pasajes o las gasolinas y, mientras tanto, como loquitos, vemos a los políticos y funcionarios dando premios, declarando miles de cosas que nadie entiende, prometiendo como si fueran en campaña, engañando y sumiéndose en una intensa actividad para huir de la realidad, para no pensar en ella, para no reflejar el miedo de su ineficiencia, de su fracaso, pero es la realidad la que nos aplasta y en ella debemos sobrevivir para no sucumbir a la desesperación, al terror, al horror, a pesar de que se pretenda espantarnos con el petate de la “influenza” y de que en verdad hemos salvado al mundo de una tragedia; cuando vivimos en la tragedia, cuando no podemos salir de la crisis y de las mentiras… mientras tanto, miles de familias sufren, porque en la crisis que han generado y culpan a los demás o a las “influenzas y virus”, no pueden dar una cara y una verdad, así que recibimos publicidad, impactos, teatros y distractores, para que no veamos lo que en verdad sucede…total, los jodidos, siempre, hemos vivido en crisis…
Y en este tenor, no podemos dejar de reflexionar sobre las declaraciones del senador Manlio Fabio Beltrones, presidente de la junta de Coordinación Política al referirse a la ausencia de los representantes del Congreso en la sesión del Consejo Nacional de Seguridad Pública que tuvo lugar el pasado martes: “LA VERDAD ES QUE SUENA SIMPÁTICO Y A VECES RIDÍCULO, QUE HOY LOS FUNCIONARIOS PÚBLICOS, ENCABEZADOS INCLUSO POR EL PRESIDENTE DE LA REPÚBLICA, ESTÉN HABLANDO DE QUE ESTÁN SALVANDO A MÉXICO, QUE ESTÁN SALVANDO A LA HUMANIDAD, QUE ESTEN SALVANDO A LOS POLÍTICOS, A LOS PARTIDOS. SE VOLVIERON SALVADORES, HA DE SER POR EL CHAVO DEL 8… A LO MEJOR EL PODER EJECUTIVO YA PIENSA QUE NO NECESITA DEL LEGISLATIVO, Y ASÍ SE INICIAN LOS AUTORITARISMO” y bueno, con la pérdida de la realidad en la que viven los políticos, no se ha dado cuenta, Manlio Fabio Beltrones que ,desde Fox, se vive en un autoritarismo represivo, donde la policía y los norteamericanos, marcan y manejan la agenda política nacional…
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