“MIRA YO, SOY FRANCÉS Y POR LO QUE HE VIVIDO TE PUEDO DECIR QUE EL ESPÍRITU DE TODA TRIBU, CIUDAD O NACIÓN, RESIDE EN LAS POCAS PERSONAS QUE PIENSAN EN LOS DEMÁS. EL RESTO NUNCA CONTARÁ”.
PIERRE BECAUD GARNIER (1799-1889)
LA REALIDAD ES QUE EXISTE UNA GUERRA ENTRE DOS DIFERENTES O MUCHAS DIFERENTES VISIONES SOBRE EL MISMO TEMA: LA INSEGURIDAD. Por desgracia, esa guerra es contra los demás que se supone deben ser, cuando menos, aliados o “testigos de palo” para no complicar las cosas y, al contrario, con los afanes políticos electorales, los dirigentes de los partidos se enfrentan, se embarran, se enlodan, se insultan, se desprestigian, se descalifican, hacen todo lo posible para joderse unos a los otros y no ven que las cosas se complican de tal suerte que la gente ya no cree en los asuntos electorales, porque de inmediato salen a relucir los conflicto e intereses, demostrando que, la política, es el mejor negocio del mundo y las utilidades, las ganancias, las transas, los dineros, son repartidos entre los miembros de la “clase política” sin importar de cual partido puedan ser, porque el negocio es el mismo con distintos “comerciantes”, pero con el mismo fin: hacer un productivo negocio de la política y sostenerlo para que se sigan beneficiándose del mismo un grupito que se llama “clase política”.
En tales trances, cuando la gente se da cuenta de que todo es un teatro, un bien montado y lujoso teatro donde los actores independientemente del papel que jueguen salen ganando por participar en la obra, se desilusiona, pierden credibilidad, no se les tiene confianza y es por ello que toma fuerza el llamado que realizan muchas gentes de la llamada sociedad civil en su intención de que se llegue a votar en “blanco”. Todos sabemos que la democracia es, el mejor de los sistemas, pero también el que más se puede corromper, cuando es copado por un grupito de pillos que hacen del poder el gran negocio y que no sueltan la presa, porque las ganancias, son enormes. Así, muchos se preguntan si votarán por el PRI cuando vemos que muchos de sus políticos están en el mismo nivel que Miguel de la Madrid, perdiendo la figura, la memoria, con total cinismo, olvidando la mierda que cargan sus calzones para ponerla en otros o los desfiguros que hacen algunos diputados que no tienen vergüenza o algunos senadores cuando en total “colaboracionismo,” como señala el Secretario de Gobernación, los perredistas, se dan por excluir violentamente a los que no son parte o no quieren ser parte de ese reparto del poder y por tanto de las ganancias. No podemos pensar en que los que nos representen sean los miembros ligados a la Maestra Elba Esther Gordillo, cuando sabemos la clase de cucaracha que ha sido y el gran enriquecimiento que sostiene a un grupo político que, como las suripantas, se venden al mejor postor o no podemos votar por los panistas cuando vemos el dogmatismo de los “yunquistas”, las mentiras de Vicente Fox y sus falsos valores morales o las transas que realizan al amparo del poder con el cuento de las privatizaciones o cuando vemos cómo se destinan miles de millones de pesos para aumentar las policías y deteriorar al ejército y sostener al nuevo ejército que, sostenemos los mexicanos y que pagamos, como son los más de cien mil elementos de las “policías privadas” o tal vez, muchos, se preguntan quiénes son los políticos ligados al partido Convergencia donde existen políticos que han salido de las filas del priísmo o ver a muchos ex funcionarios priístas que ahora son dogmáticos y rezadores políticos del PAN, en fin, así podríamos seguir haciendo algunas leves reflexiones, pero sobre todo, podríamos ver que muchos perredistas, antes, eran furiosos guerrilleros o dogmáticos comunistas de café y libro sudado y ahora, son leales y cómodos “colaboracionistas” tal como los define el Secretario de Gobernación que de política sabe algo y de los políticos sabe mucho.
Y con tales reflexiones, mejor llegan a la conclusión de que deben anular su voto y votar en blanco, demostrar que no estamos de acuerdo con esa clase de pillos metidos a la política y menos estamos de acuerdo con las transas que hacen los políticos de tiempo completo que son los dueños de los partidos políticos y que viven de este cuento. También, demostramos que no estamos de acuerdo con los que organizan las elecciones porque, finalmente, en el IFE se hacen los grandes negocios y se instrumentan las transas, complicidades, corruptelas, pero sobre todo, se puede comprar y vender las conciencias y la voluntad de los funcionarios, no importando el precio, como en cualquier oferta de casa de suripantas. Así, también, podemos demostrar que no estamos de acuerdo en que la publicidad política sea el negocio de algún grupo de pillos que hacen del escándalo, la descalificación, la mentira, el cinismo, una forma de “ideología” para tratar de comprar o vender votos para sus patrones.
La publicidad política no puede sustituir a la política, a la reflexión, al análisis, a las preguntas y respuestas que exigen los ciudadanos para tratar de ver quiénes son los bichos que pretenden gobernarnos, aún sabiendo que todos son iguales y que, en campaña, prometen y en el poder, pues chingan y chingan, y roban y roban… ahora, son los publicistas los que dictan lo que deben repetir los políticos con ese cuento de la “imagen” del candidato, son los policías los que norman la agenda política nacional y por esa razón se esconde el gran fracaso de la economía, donde cada día vemos, cerca de nuestras familias, a parientes, amigos, conocidos o ciudadanos que han perdido su empleo o que con lo que ganan no alcanzan a cubrir los gastos de sus familias y les entra la desesperación, mientras el gobierno despilfarra millones de dólares en las transas de sus negocios, en las policías, en la represión política, en las campañas políticas, en tratar de sostenerse en el poder para evitar los conflictos sociales que se ven agrandar y acercarse en las protestas populares y en los reclamos sociales.
Por medio de la publicidad el político se esconde, no da cara, elude los problemas y no se compromete en las soluciones; por medio de la publicidad se limpia la imagen negra de muchos pillos que ahora están a punto de ser “representantes populares” con fuero, poder y dinero. Por medio de la publicidad se esconde la voz y las ideas de gentes que no tienen más razón de hacer política que contar con una chamba, lucrar con un negocio, hacer un bisness, realizar alguna transa, servirse del poder y no servir a la gente, estar en el pandero para continuar mamando de la chiche del presupuesto nacional , estatal o municipal. Para esto están los pendejos que vamos a votar y legalizar su estancia en el poder, no importa que voten muchos o no voten, con cualquier cantidad de votos se legalizan en el poder y los aceptamos por cansancio, por molestia, por cobardía, por negligencia, por pentontos. Por ello, ellos, buscan que la gente se canse, se confunda con tantos mensajes que se brindan por medio de los publicistas. Si los publicistas no quieren que se entienda la razón de la conciencia, de la verdad, de la realidad, de la fuerza, de las convicciones, entonces nos invaden de mensajes y por eso razón, las gentes, ya no ven lo que se dice o se dicen los políticos, por eso hacen las comparecencias donde no se dicen nada, donde no se confrontan seriamente, donde se esconden las palabras pero también las ideas y las verdades, son “confrontaciones de mentiritas”, donde las buenas razones y los buenos modales cuentan para que un grupo de políticos y grillos los califiquen o señalen quién va a delante o atrás en las encuestas, que solo muestran lo que quieren mostrar los que pagan por las mismas, no importa que engañen a las gentes, con números y datos falsos que no reflejan la realidad de lo que piensan las mayorías, porque, finalmente, las mayorías, en la “democracia”, son las que menos cuentan… por eso estamos como estamos y seguiremos mal mientras todos nos hagamos tontos y no reclamemos nada porque nos pueden reprimir, encarcelar, denostar, asesinar… en la lucha por el poder, que es un gran negocio, esta probado que también se mata a los que no se domestican… por eso, ahora, está la policía política en su apogeo…
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