jueves, 11 de junio de 2009

Distraer con teatros y escándalos

Existen operaciones secretas, las discretas y las abierta,s pero no hay la menor duda de que en nuestro país, si queremos que algo se conozca, se debe decir a los encargados que es “totalmente confidencial” y todos se ponen a chismear, el parloteo se escucha por todos los rincones y en las “instituciones de seguridad” todo es agitación, los policías y soldados van de un lado al otro, como hormiguitas o como abejas en colmena. Así, desde los Estados Unidos se dan las noticias que, en México, se supone son discretas, secretas, confidenciales y todos, en la frontera del Norte, saben que se realizará un intenso operativo, anunciado, seguramente por los policías y miembros de la seguridad para que los malosos se retiren de la zona, para que no los tomen desprevenidos, para que no sea sorpresa para nadie o bien, para no tener que dar explicaciones cuando saben que los policías federales, estatales, algunos militares y policías municipales, los ayudantes del extranjero o los visitantes, tienen amplias relaciones y gozan de las mieles de la corrupción o de las complicidades y, si se detiene a los malosos, éstos, con justa razón, reclamarán por no haber recibido a tiempo el “pitazo” o de que iban por ellos y entonces sí, a “regresar la copa” o a pagar con sangre sudor y lágrimas la “traición” o el deshonor de no ser leales con los que les pagan y por tanto mandan.

Hace unos días llegó a Nuevo Laredo, un importante cargamento de chalecos antibalas, uniformes, armas y equipos de inteligencia, de escucha, llegaron los equipos especiales de francotiradores y, por supuesto, los súper entrenados para detener a los malos en condiciones de alta peligrosidad y por lógica, después de que se aprobó en los Estados Unidos los fondos y el tratado para la lucha conjunta contra el crimen organizado y se liberan recursos financieros que paran en los bolsillos de importantes personajes, funcionarios, políticos y empresarios, se tienen que justificar y, por tal motivo, darán el espectáculo, muy pronto, en toda la zona fronteriza para demostrar lo que es realmente un estado represivo, lleno de policías y soldados para que puedan entrar en cualquier casa y saquearla, o mejor dicho, buscar evidencias del crimen, solamente porque con la “inteligencia,” pues ya tienen una larga lista de pitazos y dedos, donde por angas o por mangas, por pleitos callejeros, por envidias, por suposiciones o por que se le viene en gana a cualquier hampón protegido, decir que en tal o cual domicilio existen delincuentes o que se utiliza como centro de secuestros o de venta de mota o coca, los policías, sin orden judicial, por el simple llamado o denuncia anónima, entran a los domicilios y se pueden llevar desde los recursos de los habitantes hasta darles soberanas madrizas para que sepan que ellos son “la ley” y que, desde ahora, se les respeta y si no encuentran, pues inventan o cuando menos colocan armas, mercancías, drogas para poder enviar a esos inocentes, convertidos en delincuentes, a la cárcel y, con las estadísticas, puedan demostrar que se están utilizando los fondos para la Guerra contra la delincuencia organizada en el país y, claro está, para garantizar y proteger la integridad y la seguridad de los norteamericanos.

Es lógico que se montará un gran espectáculo para demostrar que se realiza un batida en contra de los polleros, contrabandistas, traficantes de armas y de gentes, narcotraficantes, roba carros, de los pinches que andan prostituyéndose, contra las mafias y es lógico que, jamás, se buscarán a los políticos o funcionarios que están coludidos con esos grupos y menos a los banqueros o financieros, a los empresarios, que son los que “limpian” millones de dólares en los Estados Unidos, provenientes de todo tipo de tráfico y de mafias. La seguridad de los ciudadanos, sus derechos y garantías constitucionales tan celosamente protegidas en los Estados Unidos, en México, las violan con facilidad y amenazando con involucrarlos o con desaparecerlos, los policías y los grupos paramilitares, pueden violar la ley, total, es la Guerra encabezada por el chipocludo, por el presidente y con esa instrucción no hay razón para jotear o para respetar los derechos y garantías constitucionales, total, los políticos, tampoco respetan a la Constitución, cuanti más los policías que tienen el encargo de limpiar de malos toda la zona fronteriza y dar la impresión de que se gana la lucha por la recuperación de los territorios… igualito que lo hacen en Chihuahua o el Tijuana. Nomás llegaron y no hay robos, violaciones, asaltos, descabezados, secuestros, todos respetan la ley y el orden y claro, estamos cambiando, porque los problemas sociales se resolverán después, lo primero es lo primero y hay que fortalecer a los cuerpos represivos no sea que la gallera se alborote y comiencen a exigir trabajo, libertad, justicia, educación, salud, casa, vestido y sustento y eso, que se los brinde su “chingada madre,” porque el gobierno no es papá de nadie y esta es la base del cambio, se terminaron los tiempos de dar y de los pidinches, de la demagogia priísta, la que declaraba que la justicia social, la libertad, la democracia y la soberanía, aunadas al patriotismo y el nacionalismo, era el valor de todo, esos tiempos ya se fueron, se terminó Benito Juárez y su “pinche revolución”, ahora, es el tiempo de los ricos, de los empresarios, de los que están ganando dinero, de los que saben hacer negocios, de los que se enriquecen con la especulación financiera y de los que han entendido que, en el neoliberalismo, la justicia también se jodió, no hay ni la legal, ni la económica, ni la social, eso eran los discursos de antes, los de hoy, son basados en la moral y en la ética, donde se protege a los cuates, a los familiares y, sobre todo, a la “gente decente”, a los de la sociedad y se han dejado de apapachar a todos los mugrosos y pinches trabajadores que hacen como que trabajan, mientras los empresarios, hacen como que les pagan.

La verdad es que se pretende crear una gran franja limpia, donde las reglas y el orden sean la constante, donde los ciudadanos no se pasen los altos, los límites de velocidad, donde respeten lo que les dicen los policías o las autoridades uniformadas, donde no se les permita tirar basura, emborracharse, dejar de pagar los intereses de las tarjetas o los préstamos agiotistas, donde no se crucen en cualquier lado de las pinches calles y generen el peligro de que se puedan morir atropellados y tengan que pagar por los daños a los vehículos, donde puedan comprar armas y traerlas, pero sin usarlas, donde no se pueda gritar en la noche en tu casa a riesgo de que sea denunciado por su vecino por alborotador y escandaloso… las casas deben tener jardín, se debe observar a los maridos limpiar y cortar el pasto, podar los arbustos, embolsar la basura y tirarla donde se deba, aún teniendo que pagar, que se vean las casas y calles limpias, sin que se observen a los rijosos en las calles, donde no anden de chismositos o de “comadres”, todos, metidos en casa, enchufados en las caja idiota, tomando un six de cerveza y no hablando con nadie, si acaso, en los comerciales, donde la familia sea de pico y las niñas hagan lo que se les venga en gana o los chavos se droguen a cualquier hora, pero sin hacerla de tos. Debemos imitar, en la frontera, el estilo de “vida de los norteamericanos”, para que nuestros vecinos están seguros, confiados, atentos a lo que nos sucede, para que no se sientan inseguros y que pueden sufrir atentados, como los que ellos implementan para tener los pretextos para invadir otros países y hacer guerra en otros territorios. Hay que doblegar a los pinches mexicanos y que dejen de tragar tacos, tequila o mezcal, porque lo de hoy son las hamburguesas, las chelas, la televisión, los créditos de largo plazo… este es el objetivo de la limpia y no hay más que rascar un poco para entender que, en la zona de la frontera, desde hace tiempo, los malosos, la abandonaron, solamente dejaron a los ayudantes, a los rijosos, a los que sirven para hacer escándalos, los mafiosos ya no están en la zona, los lavadores están en los bancos y en las zonas residenciales de México o de los Estados Unidos, los jefes de la mafia están en el poder, no se juntan con la plebe, así que hay que hacer teatro y escándalo, total, todos ,se comportan mejor cuando se les reprime, se les chinga, se les roba, se les violan sus derechos y se quedan mansitos, como debe de ser para que respeten al gobierno, la nueva tendencia golpista y represiva de la derecha, para que todos están tranquilos y no generen problemas…y, ahí van, poco a poco, domesticándonos, apendejándonos…invitándonos a votar, sin ser votados…



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