La ley como represión política

Estamos en los tiempos del blablabla, los discursos nos agobian o nos sepultan, nos convierten en sordos y no queremos escuchar nada porque las cosas que no nos dicen nada no valen la pena registrarse. La demagogia no desaparece con el paso de los años, al contrario, se vuelve tradicional, se encierra en sus métodos, no cambia, es algo pesado que se carga en los procesos electorales y por tal motivo, cuando vemos a los políticos excitarse hasta las lágrimas, acelerarse hasta el orgasmo, solamente porque la señora Beatriz Paredes, enojada, encabronada, totalmente indignada “reta” a un debate al líder del PAN, a “monseñor” Germán Martínez, para aclarar paradas, para demostrar que no tienen razón sobre lo que se acusan o que no existen pruebas de que las cosas están mal, muy mal en el país. Total, al igual que Chucho Ortega se promueve como conductor de televisión o como publicista de la “industria nacional”, las cosas quedan tal como están y no hay más cambios que esos escándalos que no dicen nada, pero donde se desgastan con muchas palabras. Lo curioso es que cuando son convocados por el Secretario de Gobernación, Gomez Mont, en su antesala, al verse los “enemigos a muerte” se saludan con total afecto y cariño, finalmente, son los mismos, los de siempre, los que gozan las mieles del poder, los que determinan lo que debemos aceptar o no, considerando en nuestros derechos o sean simple violaciones a los mismos, total, la Constitución General de la República, es y sigue siendo la niña más violada del mundo y, por tal motivo, todos la tratan como si fuera una suripanta de los libros que nadie consulta, que nadie lee, que nadie respeta… las leyes las hacen y las determinan a su antojo los hombres del poder, para eso es el poder, para mandar y, si se equivocan, pues vuelven a mandar y así hasta el fin de sus tiempos…

Los tiempos electorales son para los políticos en campaña o no, tiempos en donde, suponen, los ciudadanos les debemos rendir, aplaudir, escuchar sin chistar, recibir serenamente los mensajes que nos hacen indignarnos o nos envuelven en el sueño, los discursos que les preparan los Asesores de imagen y de campaña, los ciudadanos, para los políticos, somos los hombres de paja, los que debemos atender, los que no debemos de pensar, los que no tenemos que reflexionar, opinar, demandar, para eso son los procesos electorales y por esa razón cuestan mucho, pero mucho dinero las campañas y, dentro de este esquema, además, los ciudadanos debemos estar atentos a todas las acciones de movilización que desde el poder absoluto, total, presidencial, se ejerce con todo el poder represivo y por este motivo, las detenciones realizadas en Michoacán, se ven más como una amenaza a cualquiera que se pretenda salir del huacal y no acepte el poder absoluto presidencial.

Para esto es el poder y la manipulación que se puede ejercer en todos los medios de comunicación que, por recibir los subsidios o los pagos de publicidad oficial deben tener la obligación de plegarse a lo que les dicten los publicistas y encargados de la “comunicación social” en el país, así que ahora, con toda la impunidad, cualquier hijo de vecino, la misma autoridad si así lo necesita, puede hacer una “llamada anónima”, registrarse y con esa “valiosa” llamada pueden, los policías, detener a cualquier miembro de una familia o a la familia entera, destruir su reputación y montarle los delitos que se les venga en gana, no requieren ya la instrucción de un juez o el que las investigaciones sean decentes y mejor armadas, para qué, ellos tienen el poder y el poder se ejerce y no se comparte. Con una simple llamada anónima pueden destruir a las gentes y acabar con las familias, las pueden llevar a las prisiones y pueden inventar muchas cosas. Curiosamente, también, sabemos de muchas llamadas anónimas que se han publicado en medios de comunicación donde se acusa a funcionarios de alto nivel por sus malandrinadas, por sus delitos, por sus complicidades, por sus ineficiencias o sus corruptelas y como ellos son “la autoridad”, pues se dice que es la mano del “crimen organizado” la que mete esas llamadas con el fin de “desprestigiar a los funcionarios” y entonces, con esa simple declaración, ya no pasa nada o si ellos la mandan a investigar, pues son juez y parte y claro, tampoco sucede nada.

Y bueno, los “testigos protegidos” que no son otra cosa que delincuentes a los que se les brindan dinero, protección e impunidad, también son utilizados para las acusaciones y ya sabemos que cualquier delincuente tienen la obligación de hacerles caso a sus protectores o a los que hacen de él lo que es, a las autoridades y con ellos, por ellos, realizan las historias más inquietantes y con esos datos pueden destruir también a las personas, a las familias, a las organizaciones y es por esa razón que desde hace muchos tiempo venimos diciendo que, las policías, no sirven para proteger la seguridad de los ciudadanos sino que se están utilizando para realizar las limpias y las represiones que les sirven a los políticos del poder, para que no existan críticos, para que nadie les pueda denunciar en esa política represiva y fascista que se aplica como si viviéramos en una dictadura de ultraderecha. Esa es la base que se opera ya en el país y, lo grave del tema, es que los políticos, los que supuestamente nos deberían defender, tienen tal cola que no se atreven a hacerlo, porque de otra manera, les aplican la medicina que comentamos y los mandan a la cárcel, sacándoles los trapitos al sol de todas sus marranadas que son las que han provocado la influenza porcina, cuando debería ser la influenza política…

Es claro que existe, desde hace mucho tiempo, la llamada NARCOPOLÍTICA, la vimos operar en varios sexenios, por ejemplo, durante el gobierno de Miguel de La Madrid, la DFS tenía controlado las rutas y a los delincuentes para que los flujos del dinero del narcotráfico y del contrabando se canalizaran a los bolsillos de policías y de políticos, de funcionarios, de importantes hombres de negocios y sobre todo, fueron a parar a los banqueros y especuladores para que ellos realizaran las custodias de fondos y las inversiones de dichos capitales, así que desde entonces se sabía, por ejemplo, que las denuncias públicas desde Estados Unidos se lanzaban abiertamente declarando que Miguel de la Madrid tenía más de sesenta millones de dólares en bancos norteamericanos y este político, al que de pronto le llega la lucidez o lo amarga el Alzahimer, no dijo nada, solamente amenazaba de que demandaría a los que publicaron esa nota y así se gestó el crimen en contra de Manuel Buendía, para tratar de silenciarle…

Gobernadores se descubrieron con los sembradíos de El Búfalo, en Chihuahua y el crimen ordenado a los policías y delincuentes para terminar con la vida del agente de la DEA, Enrique Camarena y, todos saben que desde hace mucho tiempo operaba en nuestro país Zhenli Ye Gong y que este recibía de manos del presidente Vicente Fox, los documentos de su nacionalización y tenía las relaciones abiertas en la Secretaría de Gobernación, para realizar los trámites que necesitaba de tal forma que, desde el Secretario Santiago Creel hasta los demás funcionarios, jamás pudieron aclarar esa poderosa relación, de tal forma que este chino-mexicano, también, tenía las puertas abiertas para el tráfico de efedrinas totalmente documentadas para que no se le detuviera en las aduanas gracias a la protección de Guzmán Montalvo que aún tiene el control aduanero en la mafia más importante que se opera en el país y claro, este, es ahora un importantísimo político e inversionistas que se encuentra bajo la protección de la cúpula del poder y de la familia Vicente Fox. Lo terrible es que, como siempre, el hilo se revienta en lo más delgado y los grandes cápos, los grandes narcopolíticos son intocables y para que nadie diga que no se hace nada en el tema, pues se lleva a la cárcel con o sin culpa, con llamadas anónimas y declaraciones de los “testigos protegidos” que son delincuentes con impunidad, se lleva a la cárcel y se destruye la vida de muchas familias con o sin razón, solamente, porque es una necesidad dentro del esquema de la política y del ejercicio de la publicidad política. El uso de la ley a favor de la política y para el beneficio de los políticos… estamos mal, muy mal.