martes, 19 de mayo de 2009

El poder de los brutos

SIN duda, la fuga de más de cincuenta presos del penal de Cieneguillas, en el Estado de Zacatecas, ha sido el detonador para que se genere la confrontación entre Ricardo Monreal y el grupo de Amalia García, con acusaciones mutuas de estar ligados en el narcotráfico y sobre todo de que las acusaciones de unos y de otros, solamente tienen como fin el descrédito de ellos, para eliminarles políticamente.

Lo mismo ocurre con las acusaciones y los dimes y diretes que se lanzan los expresidente en este país y todos ocultan que, en los libros editados por Carlos Ahumada y por Roberto Madrazo, existen muchas mentiras, muchas justificaciones, pero no se podrá negar que también existen algunas verdades que deberían ser investigadas y sobre todo, continuar con las investigaciones de las relaciones y las complicidades que se generan en el seno de los altos niveles de la política.

El hecho de que se pretenda ocultar el escándalo generado por la ambición y el odio mostrado por Vicente Fox en contra de Manuel López Obrador que le llevó a implementar una intriga y formar el escándalo de los videos que se dieron en una amplia escala de intervenciones de funcionarios y de instituciones que violaron las leyes y se aprovecharon para que sirvieran a las venganzas personales de un presidente, es lo suficientemente grave para demostrarnos que no existe el menor respeto a las leyes ni a la justicia y que esto, además, se realiza con el famoso “gobierno del cambio” que ha resultado ser un simple monigote de los intereses de la ultraderecha y no ha servido para mejorar las condiciones de vida, de seguridad, de empleo, de salud y educación al pueblo mexicano y que digan lo que digan, estamos peor que antes, con los priístas y esto, simplemente, repercutirá en el proceso electoral y es por esa razón que, desde el poder, se aceleran los escándalos para distraer la atención en los errores y manipulaciones del gobierno de Felpe Calderón que ya no quiere queso sino salir de la ratonera…

La realidad es que no hay la menor duda que la concepción fascista de Fox, le generó la idea de crear, con los apoyos de empresarios, banqueros, financieros, policías, funcionarios, políticos y profesionistas, a un Grupo Especial de policías y expolicías que ,con el visto bueno de las autoridades de todos los niveles, se encargan de perseguir, detener, interrogar, secuestrar, torturar y hasta eliminar a los secuestradores y para ello, dan cuenta, en un amplio reportaje publicado por el Diario MILENIO y con la firma de Juan Pablo Becerra Acosta, donde se asegura y demuestra la intención de dicho grupo, de sus contactos financieros, de las órdenes que reciben, de los apoyos que sostienen, de la concepción “filosófica” de que están haciendo un bien ante la degeneración de los policías del gobierno y de la corrupción de jueces que dejan libres a los delincuentes, sin decir que esto se logra no por corruptelas, sino por la incapacidad de los policías y los ministerios públicos para integrar adecuadamente las pruebas y las investigaciones en las consignaciones, de tal suerte que, con ello, cuando ellos son los que realizan las transas, las corruptelas y las complicidades con los delincuentes y sus abogados, mandan “mal integradas” las investigaciones y señalan a los jueces como los responsables de que otorguen las liberaciones de algunos delincuentes, simplemente porque ellos, tienen que operar sobre esos expedientes mal integrados a propósito, para que los delincuentes salgan libres.

Este grupo paramilitar que opera desde hace doce años, con gran “éxito” y con resultados favorables en sus investigaciones, demuestran que es necesario llegar a la tortura, a los golpes, secuestros, amenazas, lastimar a los familiares sean cómplices o no de los delincuentes, golpearlos para que “confiesen sus crímenes” y su nivel de participación y todos sabemos que, con los golpes y torturas, cualquiera, confiesa lo que ellos quieren que se confiese y por esa razón, con esos elementos, ellos y los banqueros o empresarios que les patrocinan, determinan quién debe ser consignado, liberado o enterrado por medio de asesinatos de delincuentes. Con sus declaraciones, dan la impresión de que ellos sostienen que poner límites a las brutalidades y torturas de los policías y de los “investigadores” sean o no policías, se evita el que se descubran a los culpables y no dicen que, este tipo de límites, se impusieron, porque las policías no resolvían los casos sino que acusaban a inocentes a los que por medio de las torturas hacían se declararan culpables para continuar explotando a los verdaderos delincuentes a los que traen a renta y les obligan a dar cantidades de dinero para sostener su impunidad y que puedan operar con plena libertad.

Este tipo de grupos es normalmente alentado por ex policías que sostienen que, en sus tiempos, ellos, podían lograr detener y mantener bajo control a los delincuentes por medio de darles a cada uno sus rutas y territorios, con la aclaración de que los que violaban esa determinación eran los que se consignaban o bien, los que no obedecían y mataban a otros y con ello “calentaban las plazas”, eran eliminados por los miembros de su propia banda criminal o por medio de la entrega a la justicia que realizaban los policías, cargándoles todos los delitos que querían, por medio de confesiones y torturas a ellos o a sus familiares, de ahí que, en muchos casos, las venganzas en contra de los policías por parte de los delincuentes, no se dejaban esperar, porque en muchos casos, esos policías, violaban o torturaban a gentes inocentes que solamente tenían la desgracia de sostener un parentesco con los delincuentes o bien, conociendo sus alcances y actividades, ellos, sabían, como policías, cuánto era lo que podían tener en fortuna y cuáles eran sus propiedades y así, al detenerles, les quitaban esas fortunas y propiedades con el cuento de que era el “botín de guerra” que se merecían y que compartían con sus jefes y funcionarios de alto nivel en las procuradurías, en la política o en el gobierno.

En el caso de los banqueros y los especuladores, muchos de ellos, ahora, son los que patrocinan a esos grupos de paramilitares con el cuento de que ellos limpiarán de delincuentes a la sociedad y no saben que, en muchos casos, ellos, tienen interés en eliminar a los delincuentes porque ellos han sido los que reciben las fortunas de esos delincuentes para que sean guardadas en los bancos, en las cajas de seguridad, en las inversiones y en el lavado de dinero y, cuando esto sucede y son muchos los recursos en custodia, ellos, prefieren que se mueran o asesinen o se maten los delincuentes, porque no hay forma de que les puedan comprobar que ellos se han quedado con esas fortunas, sobre todo, cuando son “respetables hombres de negocios y financieros de amplio reconocimiento,” a pesar de que algunos de ellos, en el campo de la especulación financiera, han amasado enormes fortunas que no se logran en una sola generación de gentes ricas y exitosas. Así, ahora, ellos mismos financian a esos grupos de paramilitares que antes lograban operar gracias a las complicidades que sostenían con altos funcionarios del régimen y, por esa razón, se daban instrucciones de generar, en las detenciones de algunos delincuentes, los enfrentamientos, para que apareciera muertos como resultado de operativos legales donde ellos pusieron resistencia. Hoy, igual que ayer, se hace lo mismo y por eso aparecen muchos asesinados como si fueran producto de los levantotes y confrontaciones que se hacen entre los grupos del narcotráfico y es así que la degeneración en la disciplina y el respeto a la ley y la justicia se esfuman y se degeneran los tiempos y las acciones, en todos los niveles del poder…

Si nadie puede ser ajeno al poder de la ley, nadie puede violarla, incluso, los banqueros, profesionistas, policías, funcionarios, políticos y altos mandos, porque si se trata de que se haga justicia por propia mano, no necesitamos un estado de derecho, sino, un estado lleno de brutalidades y de brutos con poder…

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