Confesiones del chiquero

Sin duda, todos pensábamos que un presidente en México se había caracterizado por ser el “hombre más informado del país” pero al parecer no sucedió ya que Miguel de la Madrid nos dice que él no tenía información sobre la inmoralidad de los Salinas y menos de sus relaciones no santas, pero tampoco explica aquel incidente donde, en una de sus visitas a los Estados Unidos, un diario de ese país lo acusaba de acumular más de doscientos millones de dólares en sus cuentas, esto, jamás se aclaró y, cuando mucho, recordamos que él amenazó con que demandaría a los periodistas que sostenían esa información y al diario que las publicaba, pero la realidad es que jamás lo hizo y todo quedó como un incidente y un mal momento. Tampoco se explicó sobre el famoso y “oportuno” incidente de la Caída del sistema” que daba el palo a un posible triunfo de Cauhutémoc Cárdenas y legitimaba el triunfo de Carlos Salinas de Gortari y, no tenemos duda de que esa operación solamente se pudo lograr y operar con su conocimiento y con su venia y, por eso mismo, en aquellos tiempos tortuosos, pasaron los asesinatos de varios periodistas, pero en forma especial, el de Manuel Buendía que se daba por instrucciones del entonces protegido y alto funcionario de Gobernación y que contaba con el visto bueno de Miguel de la Madrid, Antonio Zorrilla Pérez, actualmente liberado y que en aquellos momentos operaba la Dirección Federal de Seguridad y se habla de que, tal vez, por esto, que ahora se estila de los libros de confesiones y de auto elogios y disculpas, se vayan a publicar algunos datos de aquellos tiempos, pero sobre todo, de los momentos en que Don Miguel de la Madrid estuvo operando varias cosas que no quisiera recordar y, por tal motivo, conociendo la fuerza y el gran cúmulo de información que sostiene Carlos Salinas de Gortari, quién fuera su heredero y uno de sus más cercanos colaboradores durante su mandato, Don Miguel, se acelera y antes de que salgan a relucir muchas cosas en su contra, declara que, Carlos Salinas de Gortari y su familia, no solamente se robaron la “partida Secreta” sino que realizaron muchos negocios y transas, aún, con las mafias del crimen organizado y es que, esa es la forma en que se quita credibilidad y confianza a lo que puedan declarar algunos personajes de la política mexicana y, por ellos, en vez de hablar de ideologías, de principios de tesis, de proyectos y programas, ahora, prefieren abrir los espacios del chisme, del escándalo, de la Nota Roja, porque esto es lo que realmente interesa a la gente y, por medio de esos escándalos, se desvía la atención sobre los reales problemas que tenemos en el país y donde los temas de seguridad, de salud y de economía son los que realmente nos están estallando en las manos, con total impotencia y falta de acción para resolver lo elemental.

Este “chorrillo de confesiones” que se trasforman en escándalos, nos recuerdan aquellas profecías que hiciera Mario Ruíz Massieu, cuando declaraba que: los “demonios estaban sueltos” y, con ese dato, no solamente se daban a conocer varios mecanismos de corrupción y de complicidades que se sostenían en esa guerra de grupos sino que, eso mismo, le llevó a refugiarse y aceptar ser un “testigo protegido” en los Estados Unidos, para después tener una “extraña muerte” y es que ,en esas relaciones y choques entre los grupos del poder, es cuando se producen las tragedias y no solo se cobran las venganzas políticas, sino que se cobran vidas y se destruyen honras y familias completas, con tal de sostener el poder y lo que este representa en la acumulación de riquezas. En esa etapa, se demostraba que el poder político todo lo podía y ocultaba los crímenes más terribles y los episodios más violentos en el país, pero también, se demostraba que las instituciones de justicia y de seguridad, se utilizaron para cobrar las venganzas personales y políticas de tal forma que se desvirtuaron sus principios y su valor, por ello, es factible que por un “troma y daca”, como un acto mercantil de compra y de venta, se dieran videos y escándalos de las corruptelas de un grupo de “izquierdistas” que sigue copando el poder dentro del perredismo, a cambio de la libertad de Raúl Salinas de Gortari y, este movimiento que demostraba la baja calidad moral y civil, de patriotismo y de lealtades constitucionales de Vicente Fox, se utiliza para hacer un escándalo político, un “desafuero” que no se dio por temor a muchas cosas, una manipulación de la justicia y de sus instrumentos, todo, para dar paso a los caprichos de Vicente Fox que debe ser investigado con toda claridad y, los mexicanos, debemos reflexionar sobre la corrupción y la prostitución de la política, que se ha convertido en el mejor negocio.

Por esa prostitución de principios y de ideología, los policías políticos, toman una gran dimensión, de tal forma que, ahora, son los que operan la agenda presidencial y dan paso a sus momentos y modalidades que mejor les sirven y por ello, en vez de establecer políticas sociales y de desarrollo, educativas, de sanidad, de moralidad, de principios, aumentamos violentamente los presupuestos para incrementar los grupos represivos y de investigación, que sirven más para controlar a los propios políticos y a los grupos, que para brindar seguridad a los ciudadanos. Es claro que los grupos paramilitares de las policías represivas y políticas son las que llevan la voz cantante en los momentos actuales y, por esa razón, muchas de las filtraciones de escándalos y el terror y horror que generan entre los políticos mismos, cuando saben que por esos conductos se conocerán de sus transas, corruptelas, desviaciones, amoralidades, complicidades y demás, por eso, después de esta etapa de escándalos mediáticos que solamente desvían la atención de los mexicanos de la crisis que nos arrastra a los precipicios de la desocupación, de la baja economía, de las quiebras empresariales, de la recesión y de la inflación, se conocerán muchas otras cosas que sirvan para distraer, con el principio de que hay que dar: “pan y circo” a un pueblo que está miedoso, acalambrado, aterrorizado, desorganizado, temeroso de actuar y de exigir a sus políticos, funcionarios y gobernantes que den soluciones firmes a los grandes problemas que tenemos como país y como ciudadanos.

Así como aparecen los libros de Carlos Ahumada, los de Roberto Madrazo, también se dan declaraciones que ofenden y desprestigian a muchos mexicanos que, sin deberla ni temerla, son involucrados por los odios, resentimientos y frustraciones de otros políticos que no tuvieron las agallas para enfrentarles en su momento y, aprovechan los tiempos del escándalo, para incrementar el caudal de mierda que sea abundante en el chiquero de la política. Hoy, Miguel de la Madrid, pone la nota y se adelanta a otras declaraciones que, seguramente, demostrarían sus transas, componendas, miedos, corruptelas y temores que permitieron a un grupo poderoso sostener el poder y con esto, desecharle por inútil y acobardado..