lunes, 18 de mayo de 2009

Historia del chiquero


Hace algunos años leímos un libro que nos impactó: “Los enfermos que nos gobernaron”. No recuerdo al o los autores ni la editorial, no soy ratón de biblioteca y cuando leo un libro que me parece bueno o interesante normalmente los regalo o voy juntando varios para donarlos a alguna biblioteca. La verdad es que en ese libro venían varias biografías de importantes personajes de la vida política mundial donde se llegaba a la conclusión de que muchas de las tragedias que habíamos sufrido, las guerras o dictaduras, eran provocadas por esos hombres viejos y enfermos. Así, en nuestro país, no solamente los políticos viejos son los que han generado grandes problemas y confrontaciones en ese afán de tratar de “limpiar su espíritu” cuando saben que durante su mandato no solamente fueron víctimas de su egocentrismo y de su incapacidad, de su ambición, de su voracidad, de sus intereses, de sus miedos y temores y sobre todo, fueron víctimas de los lacayos que les rodeaban porque la verdad de las cosas, los políticos, con el cuento de las “lealtades,” solamente saben rodearse de “incondicionales” y lame botas, de oportunistas, de “lacayos” de esclavos, de corruptos, mediocres y mal nacidos… ejemplos existen muchos y al paso del tiempo, los políticos se van dando cuenta de que sin el poder de la “silla”, sin la fuerza política, sin futuro, no tienen amigos, familia, lacayos, ni siquiera aquellos oportunistas y corruptos que tanto les caravaneaban y adulaban.

Así, hace algunos años, estando desayunando con Don Pedro Hernández Maldonado, hombre de gran talento y de extraordinario trato, alto ejecutivo de Banamex y padre de Roberto Hernández, este, me solicitaba que lo esperara y comenzara a desayunar porque tenía que ir a un lugar cercano a donde estábamos, porque había recibido una llamada por teléfono y la atendería. Así lo estuve esperando más de una hora y cuando llegaba para él desayunar, me comentaba que la realidad había tenido que atender a Miguel de la Madrid, porque le había llamado a su casa. Entre bromas y reclamos le comentaba que ese señor ya no tenía ninguna fuerza política, que había sido un presidente mediocre al que pocos o nadie recordaba con afecto o respetaba y que, finalmente, “tenía más gas un Tehuacan destapado de ocho días, que él”, así que me confesó que en verdad no era un santo de su devoción, pero que tuvo que atenderle en una petición que le tomaba tiempo, porque le pedía que le realizara un cambio de dólares. Ante eso le dije que me parecía muy tonto de parte de Don Miguel porque en cualquier banco, lo hacían y sobre todo, porque él era un hombre que tenía especiales relaciones con los banqueros y hombres del poder financiero y económico del país. Entonces, Don Pedro que normalmente era un hombre reservado y cuidadoso en sus comentarios, me explicaba que la realidad no quería cambiar pequeñas cantidades, que lo que sucedía era que tenía una gran cantidad de dólares, varios millones, en billetes de veinte dólares y que solicitaba que se le cambiaran a billetes de cien dólares porque así tendría menos volumen en su dinero y le sería mucho más fácil su manejo y guarda.

Esto me dejaba impactado, porque lógicamente todos pensamos que cantidades enormes, cuando menos para mí son enormes, varios millones, no se pueden tener en la casa o guardados bajo el colchón. Claro que tendríamos que pensar que el ex presidente, de por vida, cuenta con una guardia de leales soldados del Estado Mayor y que seria muy raro y arriesgado para cualquier ladrón darle un golpe, así que cuando se habla de fortunas y dineros, tengo que pensar en esa anécdota que me confiaba Don Pedro Hernández Maldonado, tomando un buen café, en un restaurante donde normalmente desayunábamos…

Lo dicho y lo desdicho por Miguel de la Madrid sin duda, sea como sea, golpea seriamente a la credibilidad de los priístas que realizan esfuerzos más o menos importantes para limpiar la mala fama que han tenido que cargar y que se aumenta cada vez que se dan las contiendas electorales porque ahora, muchos secretos y muchos informes confidenciales que se guardaban con gran celo, están a disposición de los políticos que controlan el poder en el país y que llegan a las manos de los políticos operadores de los procesos electorales, así, cuando se conoce la existencia del libro de Carlos Ahumada y de las transas que realiza Vicente Fox con el fin de tener en sus manos “pruebas contundentes” de la corrupción del equipo cercano de López Obrador que era su obsesión, llega a transar con los Salinas, la libertad y con ello, opera la manipulación de la justicia y de las instituciones de justicia, para que Raúl, logre su libertad y siendo juzgado ya, por esos delitos, no hay forma de que se le juzgue dos veces por el mismo, sobre todo, cuando ha demostrado que todas las acusaciones nacionales y en el extranjero, no demostraban su culpabilidad y por tanto obtuvo, su libertad.

Así, cuando se descubre el verdadero “complot” donde participan muchos políticos perredistas, panistas, de los cuerpos de seguridad y de las instituciones del control político y de justicia, para dar gusto a la venganza personal de Vicente Fox, no dudan en manipular y torcer a la justicia y sus instituciones de tal forma que, ese cuento, se les venía contrario a lo que tenían planeado y por ello, aprovecharon las “confesiones” de Miguel de la Madrid que en su vejez, sabiendo que a un mediocre, manipulador y entreguista, con grandes dudas y errores en su gobierno, no dudó en lanzar mierda al ventilador y, con esa misma mierda, ahora, salen todas las cosas que no quería recordar, desde los dineros depositados en los bancos extranjeros y que jamás desmintió ante la denuncia de periodistas norteamericanos y diarios de los Estados Unidos, no pudo responder por el Rancho El Búfalo, la muerte del agente del DEA, Enrique Camarena o los actos y asesinatos que se dieron en su momento y donde estuvieron involucrados los responsables de la DFS o el fraude, con la “caiída del sistema, que daba paso a la llegada de Carlos Salinas de Gortari, ahora, declarado como un enemigo de Don Miguel,
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Con alzahimer o no, la realidad es que los servicios de publicidad e impacto mediático del gobierno sacan a relucir todos esos escándalos con el fin de evitar que notemos o pensemos que la lucha o guerra contra el crimen organizado ha venido de fracaso en fracaso y demostrando las relaciones y complicidades entre policías y delincuentes o sacando a la luz pública el que, esos mandos y grupos, son, en realidad, los jefes de esa delincuencia a la que dicen combatir, así, los mexicanos, no nos damos cuenta de las fallas del servicio de salud pública, de las transas, de las corruptelas y de las tonterías y escándalos que se generan en su seno o no pensamos y reflexionamos sobre el grave problema económico que nos tiene en el precipicio de la reseción y de la inflación, así, de escándalo en escándalo, se cumple con aquel principio de que, al pueblo, les deben dar “PAN Y CIRCO”, pero a falta de pan, hay que darle circo y escándalos que es lo que aparentemente cubren sus ansias y angustias y se les olvida el comer.

Los escándalos no llevan a los responsables a los tribunales ni a pagar por ellos, en política, solamente sirven para distraer la atención y no ver los problemas reales y que nos afectan, solamente sirven para culpar de nuestros males a otros y para no aceptar responsabilizarnos de la realidad y atenderla como debe ser atendida. Así, la ultraderecha, siempre usa los escándalos para distraer y que no veamos los males que nos acechan y nos golpean el bolsillo, las pobrezas en las casas, nos desilusionan y desmoralizan… sigamos con los escándalos, cuando despertemos, nos daremos cuenta que tenemos la mierda hasta el cuello y nos ahogamos.

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