BUENO, no existe la menor duda de que cuando los medios de comunicación y los comunicadores son la única fuente de desenmascaramiento de las relaciones y complicidades existentes entre policías, funcionarios, políticos, empresarios, las presiones en su contra son terribles, primero las amenazas, después las promesas y los intentos de soborno o de compra y si no hay “arreglo”, pues entran los sicarios, le secuestran en cualquier lado, incluso dentro de su domicilio, lo torturan y lo asesinan, así es lo que ha sucedido al compañero reportero de la Opinión-Milenio, Eliseo Barrón Hernández y todo porque el mismo gobernador de Durango, con total cinismo declara que la entidad está siendo objeto de una guerra entre el cártel del Golfo y el del Chapo Guzmán Loera y siendo así no hay garantía alguna para los que manejan los medios de comunicación, sobre todo cuando existe un enorme descontento de algún grupo cuando el arzobispo, Héctor González, declaraba que todos sabían que el “Chapo” Guzmán Loera vive en un pueblo del Estado y que a pesar de que todos lo saben y lo cuentan, las autoridades continúan haciéndole al Tío Lolo, pendejas solas.
Con este asesinato de Eliseo Barrón Hernández quieren enviar un mensaje a la sociedad, a los medios de comunicación y a los comunicadores para que no traten temas donde pueden señalar las complicidades, las corruptelas, las ineficiencias y, sobre todo, las ligas entre funcionarios, políticos, empresarios y banqueros con los delincuentes porque de esa manera, se encuentra el camino más rápido al panteón… así que a los comunicadores solamente nos queda el medio del apoyo incondicional a nuestros compañeros y el dar un sentido pésame a sus familiares y seres queridos a los que han caído como Eliseo, bajo las balas de los sicarios, solamente porque cumplen con la misión y su obligación de comunicar lo que en la realidad sucede en su medio y lugar de trabajo. Y mientras esto sucede, las organizaciones de periodistas y las de prensa pueden poner todas las demandas y quejas, pueden demandar a las autoridades la investigación y el esclarecimiento de esos crímenes y claro está que, los funcionarios, los policías y los políticos, solamente responderán que es parte de los peligros de la profesión y que ellos cumplirán con su labor, a pesar de que jamás encuentren a los culpables, solamente, porque todos sabemos que, ellos, son parte de los socios y cómplices en el crimen organizado… por ello, el golpe dado en Michoacán contra funcionarios, empresarios, jueces y presidentes municipales nos muestra con crudeza la realidad de lo que significa la narcopolítica que es la constante en muchas partes del país.
Sin duda, este es un buen inicio de esa guerra, con tal enfoque, pero creemos que sería bueno que las autoridades voltearan a los círculos importantes, donde los grandes empresarios, los banqueros y los especuladores financieros, son la primera fuerza y la más importante en el mecanismo del control financiero y económico del crimen organizado y este sería, sin duda alguna, el mejor momento para desmantelar este grupo si es que en verdad, el gobierno mexicano pretende dar solución a lo que se ha prometido en la lucha contra el narcotráfico, porque de otra manera no dejaremos de pensar que solamente son golpes políticos, publicitarios y mediáticos que tienen como intención elevar los puntos y la confianza en los candidatos ligados al partido del presidente Felipe Calderón.
No se puede dejar de pensar que existe una enorme confianza en que se puedan desentrañar las relaciones existentes entre policías, funcionarios, empresarios, políticos y banqueros que operan en el estado de Michoacán, lugar de nacimiento del primer mandatario y donde se han provocado grandes escándalos ligados a las acciones violentas del grupo de la “Familia,” y de los operadores financieros y políticos del cártel de Jalisco donde tienen interés en generar conflictos violentos, con el fin de distraer la atención y no se sigan las investigaciones en el Estado de Jalisco, como se venían realizando y donde se propinaron importantes golpes a operadores de distintos cárteles del narcotráfico en el país.
Por supuesto que se realizan los golpes espectaculares que pueden dar una lejana idea de que en México se siguen con éxito las líneas de lucha contra el narcotráfico, pero la realidad es que el gran número de asesinados y los costos económicos que trae aparejada tal lucha, no justifican los costos-beneficios de la misma y solamente se han logrado realizar el aumento indiscutible de gasto en esa operación, que no se justifican con los nulos resultados en la campaña para desmantelar a los grupos ligados al crimen organizado. La verdad de las cosas es que en este proceso solamente se han aumentado la fuerza de la policía represiva, que no ha dado resultados en la lucha contra el crimen organizado y solamente se sostiene, como un elemento represivo a los conflictos políticos y sociales en varias partes del país. La realidad es que, independientemente del enorme gasto, multimillonario gasto, dizque para fortalecer a la policía “científica”, la realidad desmorona todos los escándalos publicitarios porque lo único que se demuestra es que existe un manejo ineficiente en la formación de las policías, porque se opera con la contratación de “desocupados y resentidos” profesionistas que no han tenido oportunidad de ejercer la profesión y la carrera universitaria o técnica para la cual fueron formados y, al no tener empleo, recurren, como última opción, a ser “policías” tan mal pagados y mal capacitados que en pocos meses protestan porque se dan cuenta que no tienen la vocación de policías y que las promesas en la “carrera” son solamente promesas pero no realidades y que las pagas por ese esfuerzo no corresponde al nivel de peligro en el que se exponen diariamente, sobre todo cuando, en la práctica, se van dando cuenta que las acciones, en muchos casos, solamente son movilizaciones de distracción para que puedan operar los grupos de la delincuencia organizada y sobre todo, cuando los policías se dan cuenta de que muchos mandos y jefes son los que sostienen el control y la comunicación con los miembros de la delincuencia organizada en todo el país….
Dice el dicho popular que: “las escaleras se lavan de arriba para abajo y no al revés” y si la famosa limpia que se opera en los cuerpos de seguridad, en los campos de la política, en los empresariales no llegan también a los financieros y banqueros que, aparentando ser “hombres serios y de prestigio” son los que más lavan los recursos del crimen organizado, solamente porque son los que mejor pueden desempeñar este proceso y es por ello que, muchos narcotraficantes y sus familias, cuando son asesinados o perseguidos, pierden sus enormes recursos económicos ya que esos “respetables banqueros y especuladores financieros,” los políticos y los funcionarios, se van quedando con esas fortunas ya que, al no existir documentos que las amparen en su propiedad y no poderse demostrar el origen de las mismas, se pierden en las bóvedas y cajas de seguridad de los bancos que solamente son controladas por los grandes magnates de la banca y las finanzas en el país.
En este sentido existen muchas dudas de que, la limpia, realmente abarcará los niveles que se requieren para lograr desmantelar a los grupos de la delincuencia organizada, por ejemplo, en el campo de aduanas, sabemos que siguen mandando y controlando todo el contrabando documentado e indocumentado, los miembros de la mafia de José Guzmán Montalvo y por si esto fuera poco, se sabe que siguen las relaciones con la familia de Vicente Fox, en esos tratos que proporcionan recursos líquidos a esos grupos que no solamente se mantienen en la administración pública sino que son parte de las operaciones financieras de los grupos políticos y, sobre todo, del grupo en el poder… así que si bien los efectos políticos mediáticos son importantes, todos, esperamos no más de lo mismo, sino la acción clara y determinante que sirva para desmantelar la fuerza del crimen en el campo de la política…. Liquidar en verdad a la narcopolítica que controla el país…
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