HACE algunos años, cuando un político me decía, lleno de soberbia y de prepotencia de que los tecnócratas no tomarían el poder, les contestaba QUE, ERA MÁS SENCILLO QUE LOS TECNÓCRATAS APRENDIERAN POLÍTICA a que los políticos retornaran a las escuelas a aprender técnicas de la administración pública y por esa razón, no solamente perdieron el poder sino que se dio paso a la modernización del sistema y del gobierno, entrando a los nuevos procesos de alternancia política que, desde el 2000, han provocado cambios enormes en la administración y generado la competencia para que, los partidos políticos, puedan establecer niveles de selección en sus cuadros políticos, de tal forma que, no importarán los que lleguen al poder, siempre y cuando, sepan gobernar, ejercer el poder y sostener una política lógica y no determinada por las pasiones o preferencias político e ideológicas, porque lo que contará, al final de cuentas, es la política de largo plazo que sea mejor para el país y no este determinada por las pasiones y preferencias de los políticos egresados de los partidos, este, es el verdadero camino de la modernización y, sobre todo, de la globalización, tal como sucede en los Estados Unidos, donde la política marcada es para el país, no para los partidos, de tal forma que pueden establecer programas de mediano y largo plazo que garanticen la continuidad de los proyectos, independientemente, de los cambios políticos.
Muchos, hemos sido, tal vez, equivocados en valorar la capacidad del presidente Felipe Calderón, hemos sido críticos viscerales y emocionales que no hemos sabido entender los cambios profundos y valientes que ha generado a lo largo de este proceso difícil, donde tiene que demostrar que, la gobernabilidad, es la realidad en el país y que no tenemos ingobernabilidad ni estado fallido, tal como lo han señalado muchos, sino que, simplemente, con resultados se van midiendo los avances y no con las promesas. Esto, nos muestra que, en la realidad existe una gran brecha que separa las acciones políticas del presidente, Felipe Calderón, con sus instrumentos de comunicación y no es por fallas en la dirigencia de la comunicación oficial porque, no dudamos que, Maximiliano Cortazar, es un eficiente comunicador que cuenta con la confianza y la credibilidad del presidente, pero además, por su cercanía, es el que mejor lo puede entender para interpretar los tiempos y los momentos, las circunstancias en que se debe operar la comunicación, así que, las fallas, no están ahí, sino en los operadores de los secretarios y funcionarios de primer nivel o ,en verdad, en las deficiencias y mediocridades de los propios funcionarios que creen que pueden ser los voceros oficiales de sus dependencias, cuando no tienen idea de lo que se debe realizar en lo inmediato y en la distancia en la comunicación para que esta sirva como un real instrumento institucional para el buen gobierno y para la solidaridad social de los mexicanos con sus gobernantes y dirigentes políticos.
En dos años le fallaron muchas cosas al presidente, porque todos tenemos que aprender a gobernar y ejercer el poder, ahora, no hay duda que, YA APRENDIÓ y realiza los juegos más sutiles que demuestran esa capacidad y el cambio sufrido en pocos meses, demostrando que es confiable y que tiene capacidad de gobierno y, sobre todo, sabe ejercer el poder con la capacidad de los hechos y las realizaciones, no de las pasiones. Así, cuando sabían que en el informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el encargado de la misma, con razón en muchos casos pero sin brújula política para entender los momentos y las circunstancias, exigiría la salida de las calles y de la seguridad pública y nacional del Ejército Mexicano, demandando su regreso a los cuarteles, el presidente, Felipe Calderón, da un serio y certero golpe político, demuestra su capacidad en el ejercicio del poder, la brújula en el mando político, la eficiencia en su momento y la capacidad para el bueno gobierno al anunciar la detención de, “El Canicón”, en Nuevo León, responsable: de la delincuencia que realizó el asesinato de varios soldados, el tráfico de personas, drogas, secuestros, extorsiones y control de la piratería, responsable del atentado en contra del Consulado Norteamericano y el ataque y atentado en contra de las instalaciones de Televisa, Nuevo León, así como el operador de las movilizaciones callejeras, donde generaron muchos conflictos y problemas, al bloquear calles y exigir la salida de los militares del Estado.
Al parecer, lo realizado por este grupo, en donde detienen a su máximo dirigente, lo realizan por medio de las investigaciones y operativos del Ejército Mexicano y demuestra que, el gobierno y el estado mexicano, no pueden tolerar los atentados en contra de la Institución del Ejército, no podrá aceptar los atentados en contra de los consulados y embajadas que tienen obligación de proteger y de cuidar, aceptar que se atente contra los medios de comunicación, no porque tengan un nivel de “cuarto poder”, sino porque, son la garantía y la liga para la adecuada comunicación en las acciones y operan, en la realidad, las acciones entre ciudadanía y gobierno en las políticas que nos obligan a la actividad común y la solidaridad real. Con esta detención y la declaración de la misma, el presidente, sorprendía a todos los presentes al demostrar que no tiene un estado fallido, que sabe ejercer el poder y, sobre todo, que tiene la voluntad política y la mente clara en las acciones que desarrolla, aceptando el consto político de las críticas de los que no han o hemos entendido, las acciones mediáticas, no porque sean error de él, sino porque en verdad, son la deficiencia y mediocridad de sus colaboradores y funcionarios que pretenden desarrollar la comunicación, cuando no tienen esa capacidad, prueba de ello han sido los fallos terribles de los políticos de primer nivel que han tenido que salir del gobierno ante los escándalos generados por su soberbia, incapacidad y egocentrismo en el poder.
El presidente, con esto, en la reunión misma de la CNDH, demostraba la importancia de las acciones del Ejército Mexicano y de su mando, pero además, sin confrontarse, con hechos claros y precisos, daba a la opinión pública el respaldo a todos los elementos de la institución castrense y callaba las críticas políticas y el manipuleo de ese proceso por parte de los miembros de la oposición. En el campo internacional, demostraba que el gobierno y el ejercicio del poder es real y no hay estado fallido, como lo quisieron mostrar los políticos extranjeros y que, el país y el gobierno, son responsables y cumplen con los compromisos internacionales y, para terminar, manda a todos los medios de comunicación el mensaje claro de que, son importantes para la acción del gobierno y deben tener mayor responsabilidad y paciencia en sus respuestas o críticas al gobierno y sus políticas ya que respeta , con claridad absoluta la libertad de prensa y de información, pero sobre todo que respeta a la institución de la comunicación y a los comunicadores, ante la ola de violencia y de terror que han querido imponer los grupos de la delincuencia organizada en el país, para la manipulación en la información o para utilizar ese valioso instrumento de la sociedad, para que ellos, lo usaran para sus fines e intereses criminales.
Dos golpes han sido vitales para recuperar la confianza y la credibilidad en nuestras fuerzas armadas, y el presidente, el dado al cártel del Pacífico y el operado en contra del cártel del Golfo, además de la intensa campaña de acciones para desmantelar otras redes de la complicada red criminal que esta poniendo en serio peligro la seguridad, no solo en el campo de lo público sino en el campo de la seguridad nacional. Si se dejaba avanzar este mal, entonces, sí tendríamos razones para penar en un estado fallido, en un complejo de ineficiencias, complicidades y de corruptelas, pero sobre todo, pondríamos en duda la fuerza y la seguridad de las Fuerzas Armadas y las obligaciones internacionales. Si se desafía al poder del estado el estado el estado y el gobierno, deben responder, porque no puede estar vulnerable ante la fuerza de un grupo o de un partido…
Muchos, hemos sido, tal vez, equivocados en valorar la capacidad del presidente Felipe Calderón, hemos sido críticos viscerales y emocionales que no hemos sabido entender los cambios profundos y valientes que ha generado a lo largo de este proceso difícil, donde tiene que demostrar que, la gobernabilidad, es la realidad en el país y que no tenemos ingobernabilidad ni estado fallido, tal como lo han señalado muchos, sino que, simplemente, con resultados se van midiendo los avances y no con las promesas. Esto, nos muestra que, en la realidad existe una gran brecha que separa las acciones políticas del presidente, Felipe Calderón, con sus instrumentos de comunicación y no es por fallas en la dirigencia de la comunicación oficial porque, no dudamos que, Maximiliano Cortazar, es un eficiente comunicador que cuenta con la confianza y la credibilidad del presidente, pero además, por su cercanía, es el que mejor lo puede entender para interpretar los tiempos y los momentos, las circunstancias en que se debe operar la comunicación, así que, las fallas, no están ahí, sino en los operadores de los secretarios y funcionarios de primer nivel o ,en verdad, en las deficiencias y mediocridades de los propios funcionarios que creen que pueden ser los voceros oficiales de sus dependencias, cuando no tienen idea de lo que se debe realizar en lo inmediato y en la distancia en la comunicación para que esta sirva como un real instrumento institucional para el buen gobierno y para la solidaridad social de los mexicanos con sus gobernantes y dirigentes políticos.
En dos años le fallaron muchas cosas al presidente, porque todos tenemos que aprender a gobernar y ejercer el poder, ahora, no hay duda que, YA APRENDIÓ y realiza los juegos más sutiles que demuestran esa capacidad y el cambio sufrido en pocos meses, demostrando que es confiable y que tiene capacidad de gobierno y, sobre todo, sabe ejercer el poder con la capacidad de los hechos y las realizaciones, no de las pasiones. Así, cuando sabían que en el informe de la Comisión Nacional de los Derechos Humanos, el encargado de la misma, con razón en muchos casos pero sin brújula política para entender los momentos y las circunstancias, exigiría la salida de las calles y de la seguridad pública y nacional del Ejército Mexicano, demandando su regreso a los cuarteles, el presidente, Felipe Calderón, da un serio y certero golpe político, demuestra su capacidad en el ejercicio del poder, la brújula en el mando político, la eficiencia en su momento y la capacidad para el bueno gobierno al anunciar la detención de, “El Canicón”, en Nuevo León, responsable: de la delincuencia que realizó el asesinato de varios soldados, el tráfico de personas, drogas, secuestros, extorsiones y control de la piratería, responsable del atentado en contra del Consulado Norteamericano y el ataque y atentado en contra de las instalaciones de Televisa, Nuevo León, así como el operador de las movilizaciones callejeras, donde generaron muchos conflictos y problemas, al bloquear calles y exigir la salida de los militares del Estado.
Al parecer, lo realizado por este grupo, en donde detienen a su máximo dirigente, lo realizan por medio de las investigaciones y operativos del Ejército Mexicano y demuestra que, el gobierno y el estado mexicano, no pueden tolerar los atentados en contra de la Institución del Ejército, no podrá aceptar los atentados en contra de los consulados y embajadas que tienen obligación de proteger y de cuidar, aceptar que se atente contra los medios de comunicación, no porque tengan un nivel de “cuarto poder”, sino porque, son la garantía y la liga para la adecuada comunicación en las acciones y operan, en la realidad, las acciones entre ciudadanía y gobierno en las políticas que nos obligan a la actividad común y la solidaridad real. Con esta detención y la declaración de la misma, el presidente, sorprendía a todos los presentes al demostrar que no tiene un estado fallido, que sabe ejercer el poder y, sobre todo, que tiene la voluntad política y la mente clara en las acciones que desarrolla, aceptando el consto político de las críticas de los que no han o hemos entendido, las acciones mediáticas, no porque sean error de él, sino porque en verdad, son la deficiencia y mediocridad de sus colaboradores y funcionarios que pretenden desarrollar la comunicación, cuando no tienen esa capacidad, prueba de ello han sido los fallos terribles de los políticos de primer nivel que han tenido que salir del gobierno ante los escándalos generados por su soberbia, incapacidad y egocentrismo en el poder.
El presidente, con esto, en la reunión misma de la CNDH, demostraba la importancia de las acciones del Ejército Mexicano y de su mando, pero además, sin confrontarse, con hechos claros y precisos, daba a la opinión pública el respaldo a todos los elementos de la institución castrense y callaba las críticas políticas y el manipuleo de ese proceso por parte de los miembros de la oposición. En el campo internacional, demostraba que el gobierno y el ejercicio del poder es real y no hay estado fallido, como lo quisieron mostrar los políticos extranjeros y que, el país y el gobierno, son responsables y cumplen con los compromisos internacionales y, para terminar, manda a todos los medios de comunicación el mensaje claro de que, son importantes para la acción del gobierno y deben tener mayor responsabilidad y paciencia en sus respuestas o críticas al gobierno y sus políticas ya que respeta , con claridad absoluta la libertad de prensa y de información, pero sobre todo que respeta a la institución de la comunicación y a los comunicadores, ante la ola de violencia y de terror que han querido imponer los grupos de la delincuencia organizada en el país, para la manipulación en la información o para utilizar ese valioso instrumento de la sociedad, para que ellos, lo usaran para sus fines e intereses criminales.
Dos golpes han sido vitales para recuperar la confianza y la credibilidad en nuestras fuerzas armadas, y el presidente, el dado al cártel del Pacífico y el operado en contra del cártel del Golfo, además de la intensa campaña de acciones para desmantelar otras redes de la complicada red criminal que esta poniendo en serio peligro la seguridad, no solo en el campo de lo público sino en el campo de la seguridad nacional. Si se dejaba avanzar este mal, entonces, sí tendríamos razones para penar en un estado fallido, en un complejo de ineficiencias, complicidades y de corruptelas, pero sobre todo, pondríamos en duda la fuerza y la seguridad de las Fuerzas Armadas y las obligaciones internacionales. Si se desafía al poder del estado el estado el estado y el gobierno, deben responder, porque no puede estar vulnerable ante la fuerza de un grupo o de un partido…
No hay comentarios:
Publicar un comentario