martes, 17 de marzo de 2009

Motines en los penales

No tengo la menor duda de que la improvisación en la política causa estragos al más importante nivel. Los panistas tienen un largo proceso en la “grilla nacional”, dejaron a un lado a los hombres de experiencia para cambiarlos por las dogmáticas y violentas surgidas del YUNQUE y de la ultraderecha para sostenerse mal, desequilibrados en el poder y, por ejemplo, tendríamos que recordar aquella declaración de Vicente Fox donde las protestas de los negros sacudía los cimientos de las relaciones entre México y los Estados Unidos, cuando aseguraba que, los indocumentados mexicanos, “realizaban trabajos que ni los negros querían hacer” y bueno, en México, los pentontos le aguantamos esa declaración por cobardes e indolentes ya que en vez de reconocer su fracaso en la generación de empleos y oportunidades para evitar que las gentes empobrecidas y marginadas se arriesgaran en ser indocumentados para “realizar trabajos que ni los negros querían hacer.,” salía con una declaración ofensiva a mexicanos y a negros.
Ahora, queriendo que todo se olvide como se le olvidan sus promesas y sus ofensas, Vicente Fox, insiste a los norteamericanos para que le den una cita con el presidente Obama y poder trasmitirle sus “experiencias para que no caigan en la desesperación y sostengan la economía” y, sin duda, el presidente Obama, hombre de color, se podría olvidar con facilidad de la ofensa de Fox para atenderle y perder su tiempo como si no existieran problemas que resolver, entre otros, el de la seguridad que ahora preocupa a los norteamericanos al punto que, el mismo Obama, quiere implementar y desarrollar nuevos acuerdos con los militares y marinos mexicanos para que puedan tener el control absoluto de nuestra seguridad nacional y pública, porque así, podrán estar “tranquilos” ya que entonces podrán garantizar la seguridad de sus intereses y de sus ciudadanos, norteamericanos claro, sin importar la inseguridad que se genere en contra de los mexicanos y sus intereses. Total, estamos en la compra-venta de la soberanía nacional y los diputados, senadores y “robolucionarios en el poder”, prefieren guardar silencio que solicitar explicaciones de esta entrega de soberanía para condicionarla a los intereses del Norte antes que los nuestros, pero en fin, así comprobamos que existen “vendepatrias” y que éstos salen de la ultraderecha .

Y mientras esto sucede y se habla de la seguridad y otras cosas, no vemos o no queremos ver los grandes y verdaderos problemas que tenemos y pretendemos ocultar: la crisis económica, la desocupación, marginación, insalubridad, analfabetismo, la miseria, enviando por ejemplo al Secretario de Hacienda, Agustín Cartens, “El Gordo” para sus cuates” a lanzar la primera bola en un partido de beis bol en el Foro Sol para que la afición, siempre atenta a las pendejadas de los políticos y de los funcionarios, le lanzara una sonora rechifla comparable a las que recibieran Díaz Ordaz y Miguel de la Madrid y, sin duda alguna, debe darle gracias a que era una afición serena, porque de estar en otro lado le hubieran lanzando la tradicional “agua de riñón” y botellazos que, fácilmente, hubieran encontrado el blanco. Claro que seguramente en Estados Unidos, a Cartens, de lanzar una primera bola en un partido, le hubieran aplaudido o le hubieran dado otra beca para alguna prestigiosa universidad para realizar algún otro doctorado, total, como dice mi hija que terminó el doctorado: “Lo doctor, no quita lo pentonto”…

Y mientras andamos en las ramas y atendiendo a los visitantes en las zonas arqueológicas para que vean las bellezas creadas por nuestros antepasados, los motines en los penales son la nota de cada día y, los responsables solamente se justifican de que se amotinaron los reos porque están luchando por el control del penal, porque no dejaron cambiar a un reo a otro penal, porque los narcos y lo gays tienen el manejo de los negocios dentro del mismo y nadie dice que existe una sobrepoblación en dichos penales de tal suerte que los espacios se comercializan, los mariconcitos venden sus caricias para el placer de otros reos que no pueden pagar para recibir e beneficio de las visitas conyugales, que se venden los “ranchos” porque los alimentos buenos se sacan de los penales para venderlos a los restaurantes y los directores son los que reciben esos ingresos y los que generan las cuotas por visitas, la venta de bebidas, las drogas, las salidas, la renta de celdas, la venta de uniformes, los controles de la protección y en todo este asunto, lo comentamos por experiencia, desde los tiempos de Lecumberri, se maneja el “autogobierno”, pero no porque los presos lo puedan realizar, sino porque las autoridades venden ese control para recibir cantidades multimillonarias hasta el punto que, los funcionarios, se dan el lujo de tomar como amantes a las esposas o familiares de los reos, aún los más peligrosos, porque de otra manera pierden todos sus privilegios. Lo mismo sucede para ingresar o para recibir los medicamentos o la atención médica y es por esa razón que la injusticia se ha convertido en un enorme negocio.

Esto me recuerda, cuando un grupo de diputados que en los tiempos del presidente Adolfo Ruíz Cortinez, para hacerse notar por el presidente, llegaron al Palacio Nacional, porque anteriormente los presidentes despachaban en ese inmueble, totalmente histéricos, declarando a voz en cuello: “Señor Presidente, es increíble pero en México se vende la justicia”. El viejo Don Adolfo, socarronamente, les contestó: “señores diputados, están equivocados, LA JUSTICIA NO SE VENDE, SE VENDE LA INJUSTICIA””. Pero justicia o injustica, la realidad es que los presos están explotados por todos lados, por su custodios, por los funcionarios, por los policías, por los políticos que le hacen al “defensor de oficio”, por sus abogados y defensores, por los prestamistas, por los jueces y funcionarios de los juzgados, en fin, están extorsionados y explotados por los mismos presos que tienen el poder y por mil otros más y, así, todavía quieren que no protesten ni se encabronen, por ello, los policías y los políticos, no se dan cuenta que ante tal desajuste social y tal descrédito y desconfianza a las autoridades, los ciudadanos, en vez de protestar por una fuga de reos que son liberados en un acto paramilitar bien ejecutado, lo celebran, porque es una forma de protestar contra los políticos, los policías, los funcionarios y por todo este desmadre que genera la crisis en México y que, los políticos, no saben ni interpretar ni solucionar.

No hay comentarios: