viernes, 24 de octubre de 2008

Sí hay mafias en el país... de todo tipo.

No hay duda de que los mexicanos somos como fuera de este mundo, por alguna razón, somos un pueblo surrealista, mágico, perdido, porque tal parece que, por ejemplo, en el mundo, prosperan las mafias del narcotráfico como la mafia rusa, la colombiana, la coreana, la china, la española, la judía, en fin, varias mafias se vienen apoderando de los controles de la delincuencia organizada en el país y las autoridades, como siempre, complacientes y blanditas ante las corruptelas y complicidades, se hacen tontas y dejan que aumenten el poder de las mismas. Claro que tienen un argumento importante para proteger a las mafias extranjeras en vez de las mexicanas y es que, los extranjeros, ni conocen a los funcionarios y por tanto no pueden denunciarlos porque así sucedió con el chino-mexicano, Zehnli Ye Gong que, para justificar el famoso “coopelas o cuello”, denunciaba a un funcionario que nada tiene que ver en este asunto y que, lo mismo da si le dicen que van los dineros a las campañas que a los bolsillos de sus protectores, ellos, simplemente operan y no saben nada de política y no pueden identificar a los funcionarios, porque no conocen los nombres bien y, los “cobradores” de las cuotas para los policías políticos, pues, muchos, están muertos en atentados en su contra… no se sabe si de sus propios cómplices o de los sicarios de los delincuentes que pasaron a cobrarles la “factura”.

Por ejemplo, el famoso “carnal” Marcelo Ebrad, hombre de luces y de conocimientos de la seguridad y control en la policía asegura que, en la capital no existen las mafias. Claro que existen, desde las mafias políticas que están metidas en los partidos y en forma especial en el PRD, con el control y manejo de las tribus, hasta las mafias de comerciantes, de taxistas, de policías, de funcionarios y por si fuera poco, solo basta que lleguemos a Tepito, anteriormente, controlada por los “ñeros de la zona”, nacidos y criados en las calles de esa colonia, para ver que las acciones de Ebrad, en contra de los traficantes, contrabandistas, distribuidores de drogas, armas, prostitución y de las protecciones, ahora, son controlados por las mafias coreanas y chinas que son las que han sustituido a los ñeros tepiteños que, por muchos que se las dieron de machines, quedaron como simples correlones ante las embestidas de los policías de Marcelo Ebrad que les abrió y brindó los espacios de distribución a esas mafias que comenzaron a controlar el contrabando y el comercio para, ahora, controlar el comercio de armas, de drogas y demás sectores que son el gran negocio del crimen organizado en el país. Así, Marcelito, eliminó a los ñeros, para que los sustituyeran los chinos y coreanos que ahora, son los “reyes del barrio bravo”…
Todo es demagogia, porque la realidad, el gran mercado de distribución de drogas en México se encuentra en la capital, la más grande del mundo, donde los mismos policías locales o federales, son los que brindan la protección a los grupos mafiosos, de tal forma que si bien, anteriormente, era un sitio para el tránsito y para la convivencia familiar de los grupos de mafiosos, hoy, es un disputado mercado, donde todo se puede lograr gracias al enorme movimiento vehicular que existe y por el recio control que tienen los policías de sus sectores que son los que garantizan la operación y la impunidad de cada grupo, por esa razón, resulta extraño que el canrnalito Marcelo, no haya llamado a cuentas al responsable de la seguridad en la policía y en la PGJDF de ese sector, porque los miembros de la familia del REY Zambada, estaban operando desde hace mucho tiempo en ese sector y los policías, no se daban “color”, cuando pasan diariamente a ver qué se le ofrece al jefe y a cobrar las cuotas para los de “arriba”.

Los grupos de colombianos pasean en los grandes centros comerciales de Santa Fe y son protegidos por despachos carísimos que son los que controlan las rentas y las compras de vehículos en empresas especializadas de tal forma que ellos no aparecen en el tema, pero andan pues todos los días en su vagancia normal y buscando cómo matar el tiempo y a sus enemigos o esperar las noches para hacer las pachangas donde ocupan DJ especiales y modelitos, que son la delicia de los concurrentes y los políticos que normalmente van a dichas fiestas. ¡Usted puede pensar que para una fiesta de 16 gentes, se ocupan ocho meseros, cocineros y JD para el reventón? O realmente había en esa casona muchos más que, lógicamente, se fueron sin problema porque el desorden que dejaron no es para el número de los detenidos y por ello, se piensa mal, sobre todo, cuando al mero mero del asunto resulta que, “casi casi lo detienen. Pero cuando menos ahora están plenamente seguros que es el “bueno”, cuando todos saben que desde hace años opera en el país y que desde hace años “cotiza con varios jefes de policía y muchos funcionarios, artistas y políticos a los que surtían de diversión y de otras cosas.
Así como caen por “denuncias ciudadanas” y no por labores de inteligencia que demuestran esa ineptitud de los policías o cuando menos esas transas y arreglos que tienen con las mafias, grupos de sicarios y de cabezas y sus familiares, se puede entender que el presidente, ahora, después de dos años de engaños y de traiciones de sus colaboradores, llegue a la conclusión de que los policías como están organizados no dan resultado y por ello, buscan crear una súper policía federal que tendrá mayor fuerza de elementos y armamento que el ejército y es claro que esa nueva policía solamente recibirá instrucciones y órdenes de sus verdaderos jefes, los grandes capitalistas que son los que ahora controlan la policía política, a pesar de que esta deba responder a los intereses nacionales y no particulares o de grupo. Si esto sucede, el Ejército Mexicano, responsable de la seguridad nacional, quedará como lo hicieron en Chile, antes del golpe militar de la ultraderecha, como simples observadores, mientras la policía (los carabineros), hacían de las suyas y eliminaban a los dirigentes sociales y políticos que pudieran encabezar la resistencia y apoyo a Salvador Allende.
Así, el presidente Calderón, es una víctima de esa política represiva y paramilitar que se ofrece en el país… necesitamos seguridad, pero no dictaduras de la policía política nacional. Reflexionemos, es para donde vamos. Verdaderamente se encuentra en peligro la libertad y la democracia en el país. Las riendas las tienen los policías y ellos, reprimen, no piensan… es para lo que sirven: para reprimir.

No hay comentarios: