martes, 28 de octubre de 2008

Operación limpieza en la PGR

La “operación limpieza” ordenada por el procurador, Eduardo Medina Mora y la encargada de SIEDO, Marisela Morales, ha dado un fuerte golpe a la estructura más importante del narcotráfico en el país, al golpear la fuente de información que les brindaba el poder, la impunidad y la protección a sus acciones al grupo de Sinaloa, cuando estaban unificados aún, con el grupo de los Hermanos Beltrán Leyva.

La confrontación de los grupos fuertes del narcotráfico en el país, el desmantelamiento de las organizaciones de las FARC y de otros grupos del narcotráfico en Colombia, Perú, Bolivia, Guatemala, Venezuela y el descontrol sufrido por las líneas en Cuba y otros lados, en la embestida contra el narcotráfico, alentó la confrontación de grupos en el país, además de que, algunos dirigentes de esos grupos mafiosos, venían considerando la creación de sus propios grupos . Los pequeños grupos que gravitaban de los grandes querían tener su independencia y esto alentó la confrontación de grupos, así, las estrategias consideradas por los funcionarios encargados de la seguridad variaban de tal suerte que no se sabía a ciencia cierta a qué grupo se golpeaba y no se tenían los datos adecuados para seguir las líneas de investigación, tal como se ha visto en la división ocasionada entre los llamados miembros de “La Familia” y el grupo de los “Zetas” ya que cada uno, responde a sus intereses, de tal suerte que no se tenía considerado seriamente la división de esos grupos y no se sabía a qué mandos obedecían, como en el caso del atentado de Morelia, donde unos y otros se desligan del mismo y por ello, se han generado algunas vertientes de investigación que consideran que serían otros grupos los que provocaron este atentado en Morelia, para culpar a esos grupos y que, las autoridades, siguieran una línea más radical en su combate, dejándoles a ellos la plaza vacía, para que la ocuparan. Esto es posible después de ver a los detenidos en el escandaloso asunto de la “operación limpieza” emprendido por la PGR, donde los principales operadores de la inteligencia resultaron ser “empleados” del grupo de los hermanos Beltrán.

En el gobierno de Vicente Fox, se descubrían las relaciones de Nahum Acosta, importante personaje del staff del presidente en cuestiones de agenda presidencial que sostenía las relaciones y la información de los viajes del presidente al grupo de los hermanos Beltrán. Así se dieron muchos casos y, por tal motivo, algunos pensaban que se apoyaba en esas investigaciones a un grupo, cuando en la realidad se pretendía desmantelar esa fuga en la información.

Hoy, no se tiene duda sobre esa penetración de los grupos en las altas esferas del gobierno y en las áreas de seguridad, pero no solo estamos expuestos en este campo, el mayor problema se tiene, sin duda alguna, en los operativos de control que se manejan en los gobiernos de los Estados y en los importantes gobiernos municipales, donde cualquier operativo tiene que pasar, forzosamente, en su territorio y, por esa simple razón, esos mandos, ligados a los grupos de la narcopolítica, fundamentalmente en el sureste del país, se dan los pitazos, para que los grupos delictivos se muevan y dejen los espacios vacíos y que no se puedan tener resultados en los operativos, frustrando cualquier acción de las policías o de las fuerzas militares.

Sin duda, el éxito de la “operación limpieza”, así como ahora se conoce también que en la detención del “Doctor” Arellano Félix, se debe a la información clara y precisa de la DEA y de la coordinación de esa agencia con algunas autoridades responsables en México, pero sobre todo, a la acción coordinada con eficiencia y voluntad política por medio de la embajada norteamericana. El Embajador de los Estados Unidos en México ha mantenido una postura firme en contra de las acciones que se han provocado en contra de los ciudadanos o funcionarios responsables de las investigaciones y seguridad de los Estados Unidos y es así que, por medio de esa presión y fuerza, se logró en su momento, la detención de Osiel Cárdenas y ahora, se realizan las investigaciones en los atentados a las instalaciones de la embajada en Monterrey, Nuevo León, donde existe un amplio despliegue de fuerzas en la investigación del caso por parte de expertos en seguridad e investigación de las agencias norteamericanas.

Si las filtraciones generadas por Miguel Angel Colorado, Fernando Rivera Hernández, Roberto García, Miltón Cilia, Antonio Mejía, Jorge Zavala Segovia, Luís Manuel Aguilar Flores y Francisco Jiménez así como otros 35 agentes del Ministerio Público Federal, abortaron muchas acciones en contra del grupo de Sinaloa y en especial en contra de los hermanos Beltrán Leyva, también, pusieron en riesgo la vida de muchos agentes de la CIA, FBI, DEA y Aduanas de los Estados Unidos, así como de otros muchos agentes mexicanos que, en ocasiones, fueron asesinados en tales operativos, antes o después de los mismos.

Así, es lógico que, las investigaciones, apenas empiezan y se tendrá la obligación de realizar una amplia investigación, pero sobre todo, hay que dejar en claro que existen muchos canales de fuga de información tal como se ha visto, dados los asesinatos de muchos agentes de diferentes corporaciones de policía. Se tendrá que investigar en los Estados de la República, donde los gobernadores e importantes funcionarios estatales y municipales son la pieza clave para el manejo y la operación de los grupos de la delincuencia organizada y, donde los políticos, se han beneficiado por el manejo indiscriminado de fondos destinados al control político en los municipios de siembra o de paso de drogas, armas, gentes, vehículos o dinero y mercancías en muchas entidades del país. También, se tiene que pensar en los canales de “lavado de dinero” ya que, podemos observar, en muchos estados de pobreza extrema, grandes negocios que de la noche a la mañana, tienen la inyección de fuertes capitales, siendo negocios no rentables, como se pueden ver en muchos municipios del Sureste del país, donde grandes inversiones en bienes inmuebles o en empresas de construcción o ligadas a ellas, son las que tienen mayor auge, cuando en toda esa región, lo que priva, es la miseria y la pobreza.

En el proceso electoral del 2009, se verán o se pueden observar ya las grandes inyecciones de dinero en las famosas precampañas políticas donde los grupos del poder, íntimamente comprometidos con la narcopolítica, se mueven en espacios donde no es posible cuantificar los recursos económicos que se operan en dichas campañas que son, fundamentalmente, los llamados municipios del “voto verd,” es decir, municipios con poblaciones aisladas donde por medio de operadores y de compras de votos, se logran los volúmenes necesarios para que un candidato gane los distritos electorales que así les conviene a los grupos del poder o a los grupos del narcopoder.

En este momento, es vital, establecer los controles y realizar las investigaciones en esos estados ya que se esperan oleadas de indocumentados que retornarán a sus lugares de origen y, con esa frustración y miseria con la que retornan, es factible que los grupos de narcotraficantes se fortalezcan de tal suerte que, no se puede pensar en condiciones tranquilas en muchas comunidades, porque en esas condiciones, muchos, optarán por la lucha social y que puede llegar a la lucha armada y guerrillera o bien, por la actividad ligada a los grupos de la delincuencia organizada, ya que serán las opciones reales que les quedan a miles y miles de compatriotas que retornarán a sus comunidades, después de ser regresados violentamente de los Estados Unidos, ante la falta de empleos y por la crisis económica norteamericana que frustra los “sueños americanos”, de miles de “expulsados por el hambre” en México.

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