martes, 14 de octubre de 2008

En la burrocracia hay clases sociales.

SEGURAMENTE LA MAESTRA ELBA ESTHER GORDILLO CONTARÁ CON EL PERMISO PARA LA RIFA DE LAS HUMMER A LOS MAESTROS y esto es lógico que lo muestre, porque nadie tiene la menor duda de que el Secretario de Gobernación, Hacienda, Educación y el presidente de la República, gozan de su amistad, lealtad y confianza de tal forma que, conseguir un permiso de rifa, no tiene mayor problema. Ojala, para que todos estén tranquilos, se publique el permiso de rifas que Gobernación exige a cualquier ciudadano o institución para realizar un evento de tal naturaleza. Si no consigue esos documentos, la maestra, mujer altamente relacionada con los grupos del poder, podrá solicitar al Tec de Monterrey asesoría para realizar esas rifas como ellos las hacen varias veces en el año. No importa que esta sea una institución privada, porque en los términos de manejo político, ahora, es mejor ser egresado de una universidad privada que de una oficial, porque cuando menos, si no tiene la preparación adecuada, cuenta uno con mayores relaciones en el mundo de los negocios o puede uno hacer sus oraciones, todas las noches, sin tener que estar recurriendo a un librito de oraciones. Para esto es que son buenas las universidades privadas y confesionales, cuestan mucho, pero cuando menos dan buenas oraciones para el final de cursos, en cambio, en la ateas y liberales instituciones del gobierno, todo es suciedad, no hay “clase”, todo se puede complicar en una huelga, con las marchas o estar afectado de los pulmones cuando en las islas, algunos porros, se ponen a “prenderle la cola al diablo” o a tomar sus “chochos” con los cuales se dan valor para traer jodidos a los estudiantes, autoridades y maestros. En cambio, en las privadas y confesionales, también se fuma mota, pero ahí se consigue de la buena, de la mejor, de las variedades de exportación y que no tiene el olor fuerte a petate que espanta a toda la comunidad o activa los sistemas contra incendios. Por supuesto que se toman “chochos”, pero son de calidad importación y de colores, se usan para los “partyes” para las reuniones nais, no para andar como pentonto dando tumbos en las calles. Utilizan la cocaína de la que consume el “papa”, como dicen en Colombia y la que se usa en los grandes círculos de México, sin cortes, sin que lesionen la nariz o genere un olor a producto corriente. En la escuela pública, se emborrachan y las muchachas andan de prostis, en cambio, en las universidades privadas y confesionales, hay festejos por cosas sin importancia y se hace el amor, aunque en algunos casos se pague o paguen. En las instituciones públicas se respeta el derecho a tener sus desviaciones sexuales y a los putos les dicen putos, en cambio, en las instituciones privadas y confesionales son homoxesuales o gays. En fin, las diferencias son tan grandes, como el de traer un vochito o traer un BMW o un mercedes que deja papi para el transporte de los niños y para que la servidumbre se traslade a comprar al mercado. En fin, por esa razón, ahora, se puede observar que los políticos y los burócratas de alto nivel ya no andan vestidos con los andrajos de antes, sino que se han modernizado y están a la moda. Ya no van a tragar a las cantinas esperando la botana sino que llegan a los restaurantes de caché donde los precios no están en las cartas y los vinos de mesa son para degustar, aunque se pongan igual de pedos que en las cantinas de antes. Ahora, ya no se le piden las pompas a las secretarias, para eso está el eficiente servicio de edecanes que sabe seleccionar con gusto a las bien torneadas jovencitas o a los bien formados jovencitos, de acuerdo a las preferencias y gustos de los jefes. Las secretarias son bi o tri lingues y no contestan como “cuca la telefonista” en sus mejores momentos de lucidez, sino que hablan con una voz que ya quisieran muchas de las nacas que están en los noticieros de radio o de conductoras de televisión. En las reuniones de gabinete o en las sesiones de trabajo de las dependencias, no se consume cualquier pinche café, sino que hay selección gourmet, con sus respectivas pastas francesas y con las aguas de Evian que deben ser la distinción de cualquier burócrata que se tenga en buen nivel. Ya no se consultan los diarios nacionales que solamente dejan, como huella, los dedos negros por las tintas nacionales que se usan en su producción, ahora se consulta todo por el Internet y sobre todo en las publicaciones del extranjero que son “confiables” aunque se pierdan geográficamente en los sitios de los que hablan. Así que es mejor dar las conferencias de prensa con los corresponsales extranjeros a pesar de que éstos, se encuentren divididos y, un grupo, sea amablemente manipulado por algunos vivales que cobran en todas las dependencias o en los gobiernos de los estados, alegando que tienen que recibir el “chayote” en inglés y en dólares o euros, porque sus corresponsales, no pueden ver el dinero nacional ya que no es confiable en su cotización. Tampoco se aceptan los buenos burócratas estar apareciendo en los medios nacionales, salvo los que están en la televisión y eso, aceptando algunos de los conductores, no todos, porque hay espacios para nacos y otros para las gentes de la alta y los eficientes funcionarios que saben cómo invertir el dinero y no tirarlo en los medios impresos que terminan en los baños públicos como papel higiénico. Siempre es mejor estar en las entrevistas con Brozo, cuando menos, es simpático y tiene buenìsisismas edecanes o en su caso, terminar una ronda de agotadoras entrevistas con el programa del Gordo y la Flaca que estar en cualquier redacción con algún apestoso y mal vestido reportero que viene llegando, sudoroso, de algún encuentro entre maestros y policías, oliendo a sucio y a gas pimienta… Ya no se diga poder estar en alguna entrevista en inglés y francés al mismo tiempo con gentes que efectivamente saben cómo se manejan los medios y tienen maquillistas profesionales, no como en el canal 13, que cualquier pinche vieja de barriada es la que pone los maquillajes corrientes a los funcionarios de piel tan delicada y, no conformes con esto, manchan las caras camisas y dejan sus vestigios en los caros y bien cortados trajes de marca. Hay que horror y terror es estar en los medios de la política y de la burocracia teniendo que recibir a los delegados sindicales y a los líderes que huelen a viejo, en cambio, la maestra Elba Esther Gordillo, es media fea, pero no hay duda que tiene clase y se sabe vestir en las tiendas de marca y constantemente se hace las reparaciones de cara y de otras partes con los mejores cirujanos plásticos y por ello, no es más feita, pero bueno, la pueden soportar los nuevos funcionarios egresados de esas escuelas privadas y confesionales, porque cuando menos, sabe reunirse con lo mejor de lo mejor en la política y no anda de limosnera, sino que se da el lujo de rifar las Hummer y regalar otros cuadros y pinturas valiosas a las gentes que le son de utilidad en su exitosa carrera política, de tal suerte que, tenemos que reconocer que tiene los suficientes pantalones para poner en su lugar a un pinche y oportunista político como Roberto Madrazo logrando el triunfo para Felipe Calderón, el cual, sin duda, le reconoce el esfuerzo que se ha hecho para este discutido triunfo electoral. Que bueno que Roberto no llegó al poder, porque ya nos podríamos imaginar corriendo como nacos en los maratones, con tenis sucios y buscando cortes que nos permitan terminar el recorrido para ser vistos y aceptados en ese exclusivo grupo del poder… cuando menos, hoy, podemos estar rezando y tomando algunos tragos, dicen, los nuevos burócratas salvadores de las crisis en el país… si, no hay duda, en la burocracia, también existen clases sociales y egresados oficiales y de las escuelas bien: Privadas y confesionales. Ojala rifen, masivamente, las Hummer, mama…estra.

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