viernes, 3 de octubre de 2008

¿La CIA engañada por Díaz Ordáz?

Muchas son las preguntas que debemos hacer sobre el presente y el futuro. Por desgracia, del pasado, solamente podemos hacer el análisis de acontecimientos y no podemos cambiar nada de ellos. Así es como entendía aquello de que: “NO debemos estar volteando para atrás, porque te puedes romper la cara al tropezar con la piedrita de enfrente” y es verdad, muchos son los que se mueven en los detritus del pasado y no sacan nada en claro para sobrevivir el presente y enfrentar el futuro. No podremos estar seguros del futuro, porque muchos eventos cambian las predicciones y por esa razón, debemos estar atentos y alertas sobre el presente. Después de las manifestaciones de los EGOS, de muchos que solamente buscan fotos y reflectores, opinando y manifestando, sus recuerdos sobre el 68; cuando vemos la acción valiente del Rector Narro, en la UNAM, donde impone el nombre del Rector Barros Sierra a la explanada universitaria. Cuando vemos a muchos oportunistas tratar de estar en las primeras filas de los mítines y dar opiniones sobre algo que no vivieron, ni sintieron, pero que aprovechan para salir en los medios, no tenemos palabras para explicar todos esos eventos. Que bueno que en el Congreso, algunos, señalan que no se olvida el 68, alguna ministra de la Suprema Corte señala que, se debe crear una Comisión de la verdad y otros más, incluidos importantes funcionaros de la CIA en México, dicen que, Díaz Ordaz, engaño a los Estados Unidos y que de ello se dieron cuenta dos años después de la matanza del 68, alegando que fue cuando descubrieron que los “representantes”, no líderes estudiantiles, no teníamos nada que ver con los comunistas. Es más, para que lo sepan, cuarenta años después, les contaremos despacito para que lo entiendan que, los miembros del Partido Comunista Mexicano, establecieron importantes acuerdos con Luís Echeverría para que, por medio de ellos y con acciones establecidas en Gobernación y CISEN, lograran, por medio de los medios de comunicación, “desprestigiar” a algunos “Líderes” que contábamos con base y experiencia, con claridad en los acontecimientos y sobre todo con credibilidad, acusándonos de ser “agentes de la CIA o provocadores y cosas por el estilo”, de esta manera, lograron desactivar muchos acontecimientos y claro, con ello, ganaron que Luís Echeverría les “legalizara” el partido y les diera puestos, medios económicos y sobre todo, oportunidades, para hacer “política” que, en algunos casos, solamente llegaron a ser presidentes Municipales en la Sierra de Guerrero, donde se robaron los dineros que los grupos de la guerrilla les daban a guardar, a esos comunistas de pacotilla que, servían de informantes a la DFS en la época de Zorrilla Pérez. En fin, sostuvimos que el “Tiempo es la madre de la verdad” y es el tiempo el que está descubriendo muchas cosas que estaban ocultas en los detritus de muchos funcionarios que, solamente, se han colocado en la posición fácil de observadores cuando tenían la obligación de indagar lo que realmente sucedió en este y en otros casos que siguen sin aclararse. Es increíble que después de cuarenta años, donde se colocaron presidentes, secretarios de estado, procuradores, gobernadores, funcionarios de todo nivel, diputados y senadores salidos de aquel movimiento como puede ser el caso de Ernesto Zedillo y su esposa Nilda Patricia o del grupo de los “toficos” como Carlos Salinas de Gortari, Manuel Camacho Solís y otros más, cuando tuvimos varios Procuradores Generales de la República, todos ellos, se hubieran hecho pentontos solos y prefirieron no provocar la ira de los asesinos del 68 y dejaron sin investigar los sucesos para que, al paso de cuarenta años, cuando se han depurado los documentos y muchos loquitos del 68, con su mala memoria o mala leche, busquen datos sobre el tema, no lograrán encontrar evidencias de los asesinos. Ellos, ocultaron bien, muy bien sus cosas y no eran ningunos pentontos para dejar evidencias de su responsabilidad. Así, a cuarenta años, no han sido claros para decir que los asesinos del 68 estaban en el poder ejecutivo y en muchos puestos de la alta burocracia que operaron esa traición en 68, cuando faltaron a su palabra, dada ante los estudiantes del Consejo Nacional de Huelga, los representantes del presidente: Jorge de la Vega Domínguez y Andrés Caso Lombardo y, donde habían acordado que, se podía realizar el Mitin en Tlaltelolco para informar a las bases estudiantiles que regresábamos a las escuelas, que dábamos los tiempos para la realización de las Olimpiadas, que se formaban las comisiones de los seis puntos del pliego petitorio y que no salíamos a la marcha programada a Santo Tomás. Así, los acuerdos entre los representantes presidenciales y los estudiantes, se traicionaron por los burócratas y funcionarios que buscaban la sucesión presidencial y por ello, en vez de respetar esos acuerdos que, supuestamente había aprobado el presidente y sus representantes en las negociaciones, nos asesinaron, persiguieron, encarcelaron. Por ello, las distracciones en acusaciones contra algunos de nosotros para que no se fijaran en que, los asesinos, estaban en Palacio Nacional y en las oficinas del gobierno federal y, como dicen los mimos gringos de la CIA, ahora, el presidente Gustavo Díaz Ordaz, los engaño, porque dos años después, se dieron cuenta, los norteamericanos, que siempre han tenido la mejor información política y confidencial que, los estudiantes en el 68, no estaban ligados, como aseguraban los burócratas asesinos de aquel tiempo, con los comunistas… Por tal motivo, al tiempo, con las evidencias que dejamos en varias entrevistas a diez años del movimiento estudiantil en la revista Proceso, vemos la mala leche de muchos “dirigentes” que saben que tienen la “cola sucia” y que sus mentiras se van cayendo poco a poco, para dejar en evidencia que todo su interés, estaba ligado a los intereses de los burócratas y políticos que realmente fueron los responsables en aquella masacre en contra de los estudiantes mexicanos. Estamos de acuerdo en que se debe investigar seriamente aquellos sucesos, en que las responsabilidades deben afrontarse en cada nivel y caso, en que nadie puede entender la razón por la que la CIA y el gobierno norteamericano siguen interviniendo en el país, como lo hicieron en el 68, cuando ahora, conchudamente, pretenden quitarse la responsabilidad, señalando que “fueron engañados” por el entonces presidente Díaz Ordaz y creemos que esto se debe, cuando Día Ordaz, declaraba que si bien México era un trampolín para las drogas a Estados Unidos, nadie podría negar que la alberca estaba de su lado… así que, después de este presidente, también tuvieron un incondicional que estaba identificado como Litempo dos, Luís Echeverría y es por ello que, en el esquema de distracción política de los responsables del asesinato en 68, se “acusaba a algunos miembros del CNH de que éramos agentes de la CIA”, cuando los reales servidores de este organismo y que obtuvieron su apoyo político y financiero para llegar al poder, fueron ellos y no nosotros, que solamente, éramos, las víctimas de la represión y de las intrigas nacionales e internacionales fraguadas en los pasillos del palacio nacional en México, para dar cuentas y razón a los norteamericanos. Nosotros sabemos que tenemos una liga especial con Estados Unidos, miles de kilómetros nos obligan a estar en contacto y buenas relaciones con ellos y sus gobernantes, que existen más de once millones de méxico-norteamericanos en la frontera sur de Estados Unidos y que las ligas económicas son vitales, por ello, sabemos que no es el camino de la confrontación sino el de la negociación con la que debemos sobrevivir con ellos… así que, solo podemos decir que, no es sencillo aceptar la visión de sus funcionarios cuando sostienen que, después de dos años del 68, se dieron cuenta que les engaño uno de sus incondicionales y que había sido habilitado como agente especial de la CIA en México: Díaz Ordaz…

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