sábado, 14 de diciembre de 2013

Verdadera narcopolítica

LAS CONDICIONES POLÍTICAS Y DE INSEGURIDAD EN EL PAÍS, NO SE HAN MODIFICADO CASI NADA, durante el gobierno de Vicente Fox y de Felipe Calderón se dieron palos de ciego y se permitió que los norteamericanos intervinieran directamente en el manejo y operación de las fuerzas armadas y de policía, fincaron las bases para impulsar a un grupo de agentes que en vez de servir a México les servían e informaban a ellos, estableciendo una importante red de espionaje y de operación paramilitar que dio como resultado operaciones como la de RÁPIDO Y FURIOSO Y RECEPTOR ABIERTO, por medio de las cuales, con ese grupo y con la complacencia de las autoridades políticas, de policía y funcionarios públicos, se contrabandearon armas que se vendieron o regalaron a los grupos criminales con la idea de que, “entre ellos se mataran y asesinaran”, la idea no era mala, cuando menos se ha dado cuenta de que son miles los asesinados por este mecanismo y por medio de la complicidad que se dieron entre los grupos paramilitares y de policías y políticos que enfrentaron a las organizaciones para que se mataran entre ellos, generando intrigas y alentando los enfrentamientos, pero sobre todo, porque en este turbio y perverso manejo se permitió que muchos políticos y funcionarios recibieran ingresos y recursos de los grupos del crimen organizado para iniciarse o fortalecerse en la política, al ver que les era mucho más barato comprar políticamente un municipio que pagar a los cuerpos de seguridad por la protección y la impunidad. De esta forma se inicia el fortalecimiento, en muchos estados del país, de lo que se conoce como la narcopolítica.
Este esquema se vino copiando de las experiencias que se observaron en países como Colombia, Guatemala, Salvador, Venezuela, Panamá y otros, donde los grupos mafiosos lograron imponerse con sus mandos en la política como fuera el caso de Pablo Escobar que, con ese fuero, le permitía crecer en sus operaciones y establecer una amplia red de sociedades y complicidades con el grupo empresarial y financiero, con los políticos locales y nacionales y con los policías y funcionarios de alto nivel en materia de seguridad. En el caso de México, hay muchos ejemplos sobre este tema y ahí están, hoy en día, las acusaciones que se hacen en contra de Tomás Yarrintong, en los Estados Unidos, donde se le acusa de delincuencia organizada, narcotráfico, lavado de dinero y fraude bancario. Este fenómeno era conocido en Tamaulipas y sin duda alguna en otros sitios y, por “cuestiones de seguridad” se ocultan muchas cosas al conocimiento de la gente, pero existen en muchos estados de la república, intensas y fuertes alianzas con los grupos criminales o sus representantes financieros para operar el financiamiento a funcionarios que ocuparán importantes puestos en las administraciones locales o federales, en otros casos, se impulsa su ascenso político con amplios financiamientos que les han permitido lograr en Michoacán, Guerrero, Tamaulipas, Nuevo León, Chihuahua, Oaxaca, Veracruz, Chiapas,Puebla,Sonora, Sinaloa y otros más, ocupar importantes municipios, carteras en la administración pública o en la representación en las cámaras de diputados locales o federal o en otros campos, incluidos los reservados en la misma administración financiera, en los bancos o empresas que controlan o en donde manejan los intereses de los grupos. La experiencia en sí es enorme en todos los campos no solo de la política y la seguridad, también lo tienen en el campo empresarial y financiero, a nivel nacional e internacional, de esto no se debe tener dudas.
Con las famosas reformas políticas donde se permitirá la reelección de diputados federales y senadores hasta por doce años y se abre la puerta para la reelección de presidentes municipales y diputados en los estados, nos imaginamos que los grupos de la delincuencia organizada podrán invertir muchos millones de dólares para impulsar a sus gentes y que éstas garanticen la impunidad, relaciones económicas y políticas durante muchos años, esto lo veremos y ya lo observamos en muchos estados de la República y por esa razón, los grupos de poder, además de los medios de comunicación, buscan establecer contactos con los empresariales y financieros, para cerrar el gran negocio que significa la narcopolítica en el país. INVERTIR EN POLÍTICA ha resultado un gran negocio hasta para los especuladores financieros que manipulan a muchos gobernadores, así que la correlación de fuerzas será interesante de observar en éstos cambios y en tales inversiones de los narcodólares en los estados del país.
Por ejemplo, el magnífico analista político, Julián Andrade, escribió en día 3 de diciembre en el diario LA RAZÓN: “Una de las características que distinguieron a Escobar, y quizá uno de sus errores más grandes, fue su propósito de participar en política, de controlar toda la trama del poder y de “hacer justicia” a su estilo”
“Llegó a ser diputado y financió más de un proyecto partidista con la idea de que era posible lavar su imagen y revertir la percepción de que era un bandido”
“Por eso nunca le perdonó al director de EL ESPECTADOR, Guillermo Cano, a quién mandó asesinar, que se hubiera revelado su pasado criminal y que se esbozara su presente no menos indecoroso”.
“Escobar le dijo en una entrevista a la periodista Yolanda Ruíz que “los dineros calientes están incluidos en los sectores económicos del país, al mismo Estado y el mismo gobierno recibe los impuestos que pagan los comerciantes de las drogas”.
Y estas reflexiones son de hace más de veinte años, las cosas con el tiempo cambian y los objetivos también, hoy en día, en muchos sitios, es fácil observar cómo se han incrustado, ante la crisis económica en muchos estados y países los enormes recursos del tráfico de drogas en la estructura financiera, política, policíaca, empresarial y no hay duda que en las experiencias últimas en el país, se sabe que los enormes recursos “guardados” o en custodia en bancos y con banqueros, con empresarios y políticos o funcionarios de los más importantes jefes mafiosos se “perdieron” o pasaron a manos de estos “inversionistas” y se especula que, en muchos casos, cuando los políticos, financieros o banqueros consideraron que las fortunas dadas por los mafiosos eran enormes, ellos mismos propiciaron su detención o su muerte, operada por medio de la policía o por medio de sus enemigos en el enorme negocio del tráfico de drogas, armas, precursores químicos, gentes, mercancías y es por esa razón que los grandes jefes, han optado por cambiar las relaciones y exigen que se incluyan a sus socios y gentes de confianza en los campos de la administración, la policía y la política, así como en el manejo y operación financiera ya que con esos hilos, pueden prever los movimientos que se pueden hacer en su contra y tienen elementos de control y chantaje en contra de sus “protectores” que se han quedado con miles de millones de dólares de los mismos grupos de delincuentes.

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