lunes, 18 de febrero de 2013

Trata de personas y tráfico de drogas


El problema es serio, brutal, desgarrador, en muchas zonas de pocos recursos urbanas o rurales, los grupos de enganchadores y de tratantes de “blancas”, hacen de las suyas. El sistema es simple, aprovechan la desesperación de las familias o el hambre y la desocupación en ellas donde se sufre del machismo o de la violencia intrafamiliar, están en condiciones de miseria y no tienen una adecuada educación, por eso pueden convencer con facilidad a las niñas y niños que les parecen atractivos, para dedicarles a la explotación sexual y, en ese camino, los inducen al consumo de drogas, los utilizan para pedir limosna o  los entrenan como delincuentes y sicarios de los grupos delictivos.
         No son pocos los casos que hemos conocido en donde los familiares buscan desesperadamente a sus hijos o parientes sin tener atención de parte de las autoridades que les exigen una serie de documentos o de declaraciones que les son imposibles de dar, así, por ejemplo, en Baja California Norte, en Tijuana, la Procuraduría de ese estado inicia 54 averiguaciones previas por trata de personas en la frontera, explicando que la inmensa mayoría de los casos está relacionado con la delincuencia organizada, con redes de tratantes que operan desde Puebla, Estado de México, Oaxaca y Tlaxcala y que, los “padrotes” o lenones, son jóvenes que enganchan a mujeres principalmente de Oaxaca y Tlaxcala para prostituirlas en Tijuana o ingresarlas ilegalmente a los Estados Unidos donde las explotan en centros de ocupación de migrantes, como en San Quintin, donde se pizca frutas y verduras por muchos indocumentados.
         Además, se les utilizan como “burros” para pasar drogas o armas de contrabando a uno y otro lado de la frontera y, a los jóvenes que tienen fuerza se les induce a drogarse para ingresarles a los grupos de traficantes o sicarios de la delincuencia organizada y para entrar en sus zonas de origen como puntas de lanza para implantar la siembra de drogas o la compra o tráfico de las mismas, esto, está sucediendo mucho en Oaxaca, Veracruz, Chiapas, parte de Puebla, Michoacán, Guerrero, donde los grupos de delincuentes o de sicarios son cada vez más jóvenes y con mayor agresividad, por esa razón, también, en muchos lados de las zonas urbanas marginadas están apareciendo cada vez más consumidores y grupos delictivos que realizan el trabajo de enganche de mujeres o niños y del tráfico o venta de drogas, con el aumento radical en los consumos de esas zonas que no tienen control de parte de autoridad alguna, ya que en muchas colonias, ni siquiera ingresan las policías para vigilarlas o para combatir el crimen, el tráfico y trata de personas que crecen en forma incontenible.
         Mientras esto sucede en esos estados, donde la pobreza, la desocupación, la miseria, la violencia intrafamiliar y el analfabetismo es brutal, crecen los delitos y el número de delincuentes, las policías no solo son ineficientes, sino cómplices y protectoras de las redes y grupos criminales que generan este tipo de delitos, por esa razón, el descrédito y la desconfianza de la ciudadanía para con las policías y los funcionarios de “seguridad” que solo se ven enriquecer y engordar, pero no actuar…
         HOY EN DÍA, EN LOS ESTADOS Unidos, LOS CONGRESISTAS, ESTÁN IMPONIENDO A LA PRODUCCIÓN Y CONSUMO DE MARIHUANA IMPUESTOS EN EL TRÁMITE PARA SU LEGALIZACIÓN, así que mucha de la producción de “exportación” que se realizaba desde México al país del Norte, de golpe y porrazo, no tendrá demanda en este proceso, porque se procurará que los centros de producción y de consumo, tengan reglamentación y controles para manejar los impuestos y así, la enorme producción de marihuana mexicana tendrá que ser usada en un mercado que cada día tienen que ampliar para su consumo, por esa razón, los grupos de la delincuencia organizada que se dedicaban a la producción y al tráfico de drogas a los Estados Unidos enfocan sus baterías en el aumento de sus redes de distribución, protección y consumo en el país y es por esa razón que el aumento del consumo de marihuana en México aumenta sustancialmente, mientras los policías, los políticos, los empresarios y los funcionarios de seguridad se hacen bolas o pendejos y se permite que este problema tenga crecimiento de tal forma que, ellos, no pierdan los jugosos ingresos que les deja el tráfico y producción de marihuana en el país, sobre todo en los estados donde la pobreza y la corrupción van de la mano, tal como lo vemos en Oaxaca, Puebla, Guerrero, Michoacán, Chiapas, Quintana Roo, Veracruz ,Zacatecas y otros más
         Los sistemas cambian, porque el tráfico se tiene que aumentar en forma interna, en el mercado local y es así que un fenómeno de consumo que no se veía en México, con las políticas equivocadas de parte de Felipe Calderón, del entreguismo,  penetración a los cuerpos de seguridad y de inteligencia por parte de los policías y espías gringos, hoy, es un fenómeno que sufrimos y no hay forma de eliminarle o pararle. Los norteamericanos nos utilizaron para controlar la salida de dinero, de dólares, que sufrían ante el consumo de sus drogadictos y así, revirtieron el consumo de drogas a nuestro país ya que, en principio, por los controles y las políticas y convenios adoptados con los traficantes mexicanos y colombianos, se determinó que una parte de ese producto y droga, no se pagara en efectivo a los que las traficaban a E.U , sino que se quedara en el país, como producto que tuvieron que comercializar las mafias para convertirlas en dinero, en efectivo, y como parte de sus utilidades que se “lavaban” en los sistemas financieros por medio de la intervención de los especuladores y cambistas mexicanos que se han enriquecido de la noche a la mañana y que son, hoy en día, los principales patrocinadores financieros de los grupos políticos que ingresan al control de estados y de zonas de producción o de tráfico de drogas, para continuar con la protección alcanzada por medio de la narco política y de la narco policía…
         Este fenómeno es una de las preocupaciones del presidente Peña Nieto, de atención prioritaria de Jesús Murillo Karam, del Secretario de la Defensa Nacional, de Marina y del de Gobernación, sobre todo, porque no hay duda que muchos municipios con sus autoridades están cooptados por esos grupos y hay gobernadores con ligas directas con financieros del narcotráfico o que tienen relaciones no solo de amistad, sino de negocios “licitos” que se han logrado por medio del “lavado de dinero” y de la fuerza política de muchos de esos políticos y funcionarios, pero así como es preocupación de los dirigentes del país, también lo es de miles de familias que ven de cerca el fenómeno o sufren de sus consecuencias, por ello, la manifestación del aumento de la trata de personas, nos indica la brutalidad de las acciones que se llevan a cabo en muchos sitios para aumentar el consumo de drogas y la protección de los grupos dedicados a su distribución, ligados a la trata de personas en prostitución, tráfico de armas, robos, secuestros y demás delitos que padecemos los mexicanos.

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