El problema es serio, brutal, desgarrador, en muchas zonas de pocos
recursos urbanas o rurales, los grupos de enganchadores y de tratantes de
“blancas”, hacen de las suyas. El sistema es simple, aprovechan la desesperación
de las familias o el hambre y la desocupación en ellas donde se sufre del
machismo o de la violencia intrafamiliar, están en condiciones de miseria y no
tienen una adecuada educación, por eso pueden convencer con facilidad a las
niñas y niños que les parecen atractivos, para dedicarles a la explotación
sexual y, en ese camino, los inducen al consumo de drogas, los utilizan para
pedir limosna o los entrenan como delincuentes y sicarios de los grupos
delictivos.
No son pocos los casos que hemos conocido en donde los
familiares buscan desesperadamente a sus hijos o parientes sin tener atención de
parte de las autoridades que les exigen una serie de documentos o de
declaraciones que les son imposibles de dar, así, por ejemplo, en Baja
California Norte, en Tijuana, la Procuraduría de ese estado inicia 54
averiguaciones previas por trata de personas en la frontera, explicando que la
inmensa mayoría de los casos está relacionado con la delincuencia organizada,
con redes de tratantes que operan desde Puebla, Estado de México, Oaxaca y
Tlaxcala y que, los “padrotes” o lenones, son jóvenes que enganchan a mujeres
principalmente de Oaxaca y Tlaxcala para prostituirlas en Tijuana o ingresarlas
ilegalmente a los Estados Unidos donde las explotan en centros de ocupación de
migrantes, como en San Quintin, donde se pizca frutas y verduras por muchos
indocumentados.
Además, se les utilizan como “burros” para pasar drogas o
armas de contrabando a uno y otro lado de la frontera y, a los jóvenes que
tienen fuerza se les induce a drogarse para ingresarles a los grupos de
traficantes o sicarios de la delincuencia organizada y para entrar en sus zonas
de origen como puntas de lanza para implantar la siembra de drogas o la compra o
tráfico de las mismas, esto, está sucediendo mucho en Oaxaca, Veracruz, Chiapas,
parte de Puebla, Michoacán, Guerrero, donde los grupos de delincuentes o de
sicarios son cada vez más jóvenes y con mayor agresividad, por esa razón,
también, en muchos lados de las zonas urbanas marginadas están apareciendo cada
vez más consumidores y grupos delictivos que realizan el trabajo de enganche de
mujeres o niños y del tráfico o venta de drogas, con el aumento radical en los
consumos de esas zonas que no tienen control de parte de autoridad alguna, ya
que en muchas colonias, ni siquiera ingresan las policías para vigilarlas o para
combatir el crimen, el tráfico y trata de personas que crecen en forma
incontenible.
Mientras esto sucede en esos estados, donde la pobreza, la
desocupación, la miseria, la violencia intrafamiliar y el analfabetismo es
brutal, crecen los delitos y el número de delincuentes, las policías no solo son
ineficientes, sino cómplices y protectoras de las redes y grupos criminales que
generan este tipo de delitos, por esa razón, el descrédito y la desconfianza de
la ciudadanía para con las policías y los funcionarios de “seguridad” que solo
se ven enriquecer y engordar, pero no actuar…
HOY EN DÍA, EN LOS ESTADOS Unidos, LOS CONGRESISTAS, ESTÁN
IMPONIENDO A LA PRODUCCIÓN Y CONSUMO DE MARIHUANA IMPUESTOS EN EL TRÁMITE PARA
SU LEGALIZACIÓN, así que mucha de la producción de “exportación” que se
realizaba desde México al país del Norte, de golpe y porrazo, no tendrá demanda
en este proceso, porque se procurará que los centros de producción y de consumo,
tengan reglamentación y controles para manejar los impuestos y así, la enorme
producción de marihuana mexicana tendrá que ser usada en un mercado que cada día
tienen que ampliar para su consumo, por esa razón, los grupos de la delincuencia
organizada que se dedicaban a la producción y al tráfico de drogas a los Estados
Unidos enfocan sus baterías en el aumento de sus redes de distribución,
protección y consumo en el país y es por esa razón que el aumento del consumo de
marihuana en México aumenta sustancialmente, mientras los policías, los
políticos, los empresarios y los funcionarios de seguridad se hacen bolas o
pendejos y se permite que este problema tenga crecimiento de tal forma que,
ellos, no pierdan los jugosos ingresos que les deja el tráfico y producción de
marihuana en el país, sobre todo en los estados donde la pobreza y la corrupción
van de la mano, tal como lo vemos en Oaxaca, Puebla, Guerrero, Michoacán,
Chiapas, Quintana Roo, Veracruz ,Zacatecas y otros más
Los sistemas cambian, porque el tráfico se tiene que
aumentar en forma interna, en el mercado local y es así que un fenómeno de
consumo que no se veía en México, con las políticas equivocadas de parte de
Felipe Calderón, del entreguismo, penetración a los cuerpos de seguridad y de
inteligencia por parte de los policías y espías gringos, hoy, es un fenómeno que
sufrimos y no hay forma de eliminarle o pararle. Los norteamericanos nos
utilizaron para controlar la salida de dinero, de dólares, que sufrían ante el
consumo de sus drogadictos y así, revirtieron el consumo de drogas a nuestro
país ya que, en principio, por los controles y las políticas y convenios
adoptados con los traficantes mexicanos y colombianos, se determinó que una
parte de ese producto y droga, no se pagara en efectivo a los que las traficaban
a E.U , sino que se quedara en el país, como producto que tuvieron que
comercializar las mafias para convertirlas en dinero, en efectivo, y como parte
de sus utilidades que se “lavaban” en los sistemas financieros por medio de la
intervención de los especuladores y cambistas mexicanos que se han enriquecido
de la noche a la mañana y que son, hoy en día, los principales patrocinadores
financieros de los grupos políticos que ingresan al control de estados y de
zonas de producción o de tráfico de drogas, para continuar con la protección
alcanzada por medio de la narco política y de la narco policía…
Este fenómeno es una de las preocupaciones del presidente
Peña Nieto, de atención prioritaria de Jesús Murillo Karam, del Secretario de la
Defensa Nacional, de Marina y del de Gobernación, sobre todo, porque no hay duda
que muchos municipios con sus autoridades están cooptados por esos grupos y hay
gobernadores con ligas directas con financieros del narcotráfico o que tienen
relaciones no solo de amistad, sino de negocios “licitos” que se han logrado por
medio del “lavado de dinero” y de la fuerza política de muchos de esos políticos
y funcionarios, pero así como es preocupación de los dirigentes del país,
también lo es de miles de familias que ven de cerca el fenómeno o sufren de sus
consecuencias, por ello, la manifestación del aumento de la trata de personas,
nos indica la brutalidad de las acciones que se llevan a cabo en muchos sitios
para aumentar el consumo de drogas y la protección de los grupos dedicados a su
distribución, ligados a la trata de personas en prostitución, tráfico de armas,
robos, secuestros y demás delitos que padecemos los mexicanos.
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