No hay duda de que una “renuncia” al pontificado de parte del Papa
Benedicto XVI, donde se anuncia que se separa del pontificado para el día 28 de
febrero, porque “está demasiado débil físicamente para seguir” es un impacto
para toda la grey católica, porque será el primer Papa que renuncie en casi 600
años.
Este ejemplo de honestidad y de limpieza de parte del Papa Benedicto
XVI al reconocer que ya no tiene ni fuerza ni talento para continuar en su
labor, debería ser seguido por muchos sacerdotes y políticos que, por la edad o
por la debilidad, ya no tienen capacidad para “mandar” sino para irse de retiro,
pero, no todos tienen esa visión y esa fuerza, talento y
honestidad.
Algún cercano amigo del Papa, de origen alemán, señala que
en realidad Benedicto XVI no solamente se ha sorprendido por la enorme tarea que
esto representa, sino porque no ha logrado romper con los grupos y las intrigas
que se tejen en todo el Vaticano con los grupos de poder. Siempre se ha sabido
que existen esos grupos de poder y que cada uno quiere su pedacito de poder que
les brinda mayor capacidad de TENER y del manejo de las finanzas vaticanas que,
no son pocas; hay ejemplos varios de que esto ha propiciado una enorme crisis en
el seno mismo de la poderosa organización vaticana y es por ello que existen
dudas sobre la muerte de algunos de los últimos Papas y del destino de los
grupos financieros que dejaron en serios problemas a la iglesia católica por el
mal uso de los mismos y por las relaciones inadecuadas que llegaron hasta con
los grupos mafiosos y paramilitares en el mundo.
Y bueno, esto, generará varios cambios que afectarán a las
iglesias poderosas en todo el mundo, así que es bueno reflexionar sobre lo que
señala el Papa: “Sin embargo, en el mundo actual, sometido a tantos cambios
rápidos y sacudido por cuestiones de profunda relevancia para la vida de la fe,
con el fin de dirigir la barca de San Pedro y proclamar e Evangelio, son
necesarios tanto la fuerza de la mente como la del cuerpo, elementos que en los
últimos meses se han deteriorado en mí, a tal grado que debo reconocer mi
incapacidad para cumplir adecuadamente el ministerio que me fue confiado”. Y
bueno, después de la renuncia, en 15 o 20 días se reunirán los cardenales para
que, en sesión secreta, nombren a otro Papa que tenga la juventud, el talento y
la determinación para enfrentar los nuevos tiempos de crisis, guerras y cambios
que se ven en el mundo. Y, no tengo la menor duda de que Benedicto XVI, con la
experiencia que tuvo que pasar en la Segunda Guerra Mundial en las filas de la
organización de Hitler, sabe que hay cambios y tambores de guerra, cuando en el
mundo se viven tiempos de crisis financiera internacional que pueden disparar
los conflictos armados y las guerras intestinas por el hambre, la marginación,
el desempleo, la insalubridad y la inseguridad en muchas regiones y es por ello
que, el nuevo Papa, tiene que contar con la fortaleza para estar en esa crisis y
superarla, como lo han hecho en muchos casos. Así que a rezar y a encomendarnos
al Creador, porque no hay duda que los tiempos son pesados y serán peligrosos y
violentos.
Hace muchos años, sostenemos que, existen las instituciones
que perduran y sobreviven a los grandes cambios políticos, sociales, económicos,
militares en el mundo y hay una poderosa razón para ello: son instituciones que
tienen políticas de largo plazo y que saben ajustarse a los cambios y las
condiciones que privan, con el fin de sostener a los mejores miembros de los
grupos de poder en su seno. Así que sobreviven a los mismos las instituciones
financieras, que hoy en día son las responsables de los cambios y de las
acciones que se generan en la economía mundial, que condicionan el camino de los
países y de la explotación de las gentes y de las materias primas de acuerdo a
sus intereses financieros, ellos, son los que deciden con las maniobras
financieras qué países o gobiernos sobreviven, entran en crisis o se destruyen.
La otra institución que está en tales condiciones es, la religiosa, por la
conducción moral de sus creyentes y porque son las únicas que tienen una férrea
formación y control de sus cuadros que organizan y controlan todos los niveles,
desde la enseñanza, fianzas, política y, en muchos casos, hasta el manejo de
fuerza armadas o paramilitares y, por su misma naturaleza tienen relación y
control en los más altos círculos del poder mundial incluso, por su propia
fuerza económica y financiera, están íntimamente relacionados con el mayor poder
actual que es el grupo financiero internacional y, por tanto, saben lo que
sucede, por qué sucede y hacia donde se dirigen la nueva política y el nuevo
control. Y bueno, para sostener el poder y controlarlo, en cualquier lugar del
mundo se tiene que contar con la lealtad y eficiencia de las fuerza armadas y,
por esa razón, ellos, que trazan políticas de largo alcance y saben cómo se
manejan los intereses en el país y en el mundo, son los que pueden garantizar,
por el manejo y formación de sus cuadros dirigentes, la presencia y la acción
para que esas instituciones sobrevivan y sean las que sostengan la garantía y
continuidad en todos los sitios.
En fin, esa es una pequeña muestra de lo que sucede en la
actualidad y es bueno por lo que representa la renuncia del Papa Benedicto XVI
que, se hagan las reflexiones correctas de lo que se avecina en el mundo y en
nuestro país; debemos recordar que la política, la economía y las acciones
sociales que sucedan en México son nacionales en su forma, pero internacionales
en su contenido, porque no somos una ínsula ni independientes sino que estamos
sujetos a los acontecimientos y cambios mundiales y es vital el análisis y la
formación de cuadros en todos los niveles y esquemas que tienen que ver con lo
que acontece en el mundo, sobre todo, cuando los tambores de guerra avecinan las
violencias y desestabilizaciones en muchos sitios, porque así lo determinan las
economías fincadas, en la industria de la guerra y las necesidades de control y
manejo de los gobiernos, las finanzas, industrias, comercio y las materias
primas de todos los países, para sostener los niveles de bienestar y de consumo
de las sociedades que controlan el poder económico, político, financiero,
industrial, comercial y militar en todo el mundo.
Por esa razón, cuando vemos que en México, los sacerdotes
tienen que “pagar extorsión a delincuentes para salvaguardar su integridad
física”, entendemos que hay una seria crisis de credibilidad, control y manejo
en la seguridad pública y nacional, porque hay grupos de la delincuencia
organizada que han tenido el talento y la fuerza económica para controlar, por
medio del financiamiento económico a muchos políticos que hoy están en el poder
y, por lo cual, se tienen que realizar las investigaciones y controlar muchos
sitios, donde por los niveles de información y control se deben garantizar esos
niveles de seguridad que son los que mantendrán la seguridad en todo el país.
Cuando se rompen esquemas y se amenaza a sacerdotes, hay una seria crisis que se
debe evitar para sostener el poder con eficiencia y con manejo. No es que sea un
sector privilegiado, es necesario que se vea el grave problema.
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