PARA MUCHAS FAMILIAS la mayor ilusión es alcanzar la construcción de
su casa, no hay duda de que este sentimiento les brinda seguridad y les permite
mantener lo que se ha llamado unidad familiar, millones de mexicanos estamos
ansiosos de tener nuestra casa, cuando menos, es el avance a las buenas
relaciones, por esa razón, al inicio de un matrimonio se destinan recursos y
tiempo para lograr ese sueño, así se han generado muchas inmobiliarias, muchos
vendedores de terrenos que aún sin servicios públicos logran colocar sus lotes
porque todos piensan que al paso de los años y con el crecimiento demográfico,
el gobierno tendrá la obligación de atender la demanda de servicio en esos
sitios y así es, por ello, los lotificadores que venden en tales condiciones
ganan muchos millones, porque finalmente los servicios los vienen pagando los
compradores por medio del financiamiento directo o por las obras públicas que se
costean por medio de los impuestos.
En muchos casos, para la construcción, acuden a sus ahorros
o a los créditos bancarios y, éstos, tienen diferentes tasas de interés y se
soportan por medio del lote o por medio de otras propiedades o avales y el caso
es que, cuando por alguna razón los contratantes no tienen empleo o no reciben
los suficientes recursos para los pagos, es normal que el banco les quite su
casa y esto es una verdadera tragedia para los que la sufren, de tal suerte que
se ha visto que, muchos padres y madres de familia, prefieran recurrir al
suicidio ante tal desgracia. Cada vez que hay una crisis económica no son los
bancos ni los banqueros los que pagan por ella cuando han sido los causantes en
la especulación financiera de esas tragedias, al contrario, siempre, pagan los
jodidos y es así que, por ejemplo, en México, este fenómeno se ve en forma
cotidiana y no son pocos los que han sufrido de esa desgracia, sobre todo en los
tiempos de devaluación o de crisis como la de Zedillo, donde en vez de apoyar a
los deudores nacionales se buscó salvar a bancos y banqueros, como en la
actualidad sucede en España, donde más de 400 mil familias han perdido sus casas
y muchos han recurrido al suicidio ante la brutalidad de bancos y banqueros que
dejan desprotegidos a los familiares, ante su voracidad y sus transas
financieras.
Ante la falta de ética y ante los grandes intereses que se
cobran hoy en día en nuestro país, se sufre por este problema que alcanza a
varios miles de familias y donde además, se imponen los intereses de los agentes
inmobiliarios, fraccionadores, bancos y banqueros por encima de los intereses
sociales de los afectados, por esa razón de alguna forma, tiene que enfrentar el
grave problema de la vivienda el Presidente Peña Nieto, y es así que hay
cambios, de tal suerte que no les gustó mucho a los agentes y especuladores
inmobiliarios de forma tal que las acciones de esas empresas bajaron en su
cotización en la bolsa de valores. Así, los cambios que se dan en la política de
vivienda son importantes, porque se protege mejor a los derechohabientes y
compradores y se exige que no sean las “pajareras” sin servicios y pequeñas que
se venían ofertando e imponiendo a los necesitados de vivienda en el país y este
cambio, sin duda, será necesario sobre todo porque la política de construcción
de vivienda se desarrollará en el sector rural, con lo que se propicia la
inversión y el empleo y se reduce la migración a las zonas urbanas… y así, hay
cambios para el bien de todos.
Tal vez este asunto me mueve un poco los recuerdos y las
tensiones, cuando por un adeudo hipotecario con el banco, estuvimos a punto de
perder no solo la casa sino también otras propiedades, ya que entramos en crisis
cuando el tiempo de Ernesto Zedillo y este, en vez de apoyar a los deudores,
apoyó a los bancos y banqueros, para salvarles, empeñando los recursos de todos
y endeudando a todos los mexicanos, por esa razón, los banqueros, sostienen que
es uno de los mejores presidentes, pero no lo sostenemos los mexicanos, los
millones de mexicanos que nos vimos afectados por esa política entreguista y
criminal, donde se generó el primer gran atraco de la especulación
financiera.
Pero no solamente esto ha sucedido en la tragedia que sufren
miles y miles de familias, hoy en día, por ejemplo, existen miles de casas
habitación abandonadas en las zonas donde la violencia criminal ha alcanzado
niveles terribles, así, en Ciudad Juárez, son miles las casas habitación que se
encuentran abandonadas y sin destino legal, porque algunos bancos las demandan
pero los deudores o contratantes de créditos o no aparecen, o están
desaparecidos o han muerto dentro del círculo de la violencia que se vive en esa
región, a pesar de la publicidad que se hace para señalar que todo está en calma
y en paz, como si ocultando la información y la verdad del nivel de violencia
que se vive, se cambie la realidad. Esto mismo sucede por ejemplo en Nuevo
Laredo o Matamoros o la región del Norte en la zona fronteriza, donde la
violencia ha alcanzado niveles terribles y se han abandonado propiedades,
ranchos, casas habitación sin que exista una política de apoyo o rescate de
tales regiones, aún en lugares como Monterrey se ve este fenómeno ya que en los
últimos dos años, se calcula que han abandonado o rematado sus propiedades más
de veinte mil familias, que han emigrado al sur de los Estados Unidos por la
violencia que no aguantaron en nuestro país.
Hoy el presidente, ha impulsado una nueva política de
vivienda, es bueno que se desarrolle, pero es vital que se establezca una
política de apoyo y rescate de la vivienda y de las condiciones de seguridad que
se requieren en muchos estados y zonas del país donde la violencia ha generado
una enorme crisis, porque se han abandonado muchas casas habitación, ranchos,
empresas y propiedades, porque la violencia alcanza condiciones alarmantes o no
deja desarrollar ninguna actividad en forma pacífica, sin que se tengan que
sufrir los peligros de secuestros, cobros de piso, violencia, drogadicción,
desapariciones, tráfico de armas o de gentes, en fin, la situación no es
sencilla, pero por el bien de todos los mexicanos y por el rescate de zonas
altamente productivas, se tiene que realizar un esfuerzo para salvar esas
regiones que sufren hoy abandono y violencia sin que los gobiernos de los
Estados puedan controlar la situación, por esa razón, la intervención de las
políticas en materia de seguridad y prevención del gobierno federal serán
importantes para llevar paz, trabajo y seguridad a todas esas regiones que hoy
están en crisis y sufren por la violencia y el abandono. Miles de casas
habitación abandonadas, representan miles de familias con serios problemas y,
hay que llevarles solidaridad, apoyos y seguridad para recobrar la productividad
y la felicidad a la que tienen derecho y les ha sido arrebatada por la violencia
y el abandono o por inadecuadas políticas generadas por el oportunismo y el
entreguismo que en vez de atender los problemas de la gente generó una política
entreguista por la que pagamos hoy en día un alto costo político, económico y de
seguridad en el país. Si hay casas habitación abandonadas hay que rescatarlas al
lado de sus familias, no para que sean un nuevo botín para políticos sin
escrúpulos, como lo pretenden
hacer.
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