Estoy
convencido de que la vida misma es un largo viaje y que en el mismo
tenemos que estar preparados para todas las sorpresas. Hay días en que
los asuntos y los conflictos nacionales y mundiales son tan grandes que
requiere de una mayor capacidad de reflexión y no hay nada mejor para la
reflexión que el silencio y la meditación; en la lectura he encontrado
muchas de las respuestas y es así que estoy terminando de leer el libro
de Robin Sharma: “Las cartas secretas del monje que vendió su Ferrari”
publicado por la editorial Grijalbo y en este he encontrado muchas cosas
maravillosas que son motivo para la reflexión.
“EL PODER DE LA AUTENTICIDAD”
“El
regalo más importante que podemos hacernos a nosotros mismo es el
compromiso de vivir nuestra auténtica vida. Ser sinceros con nosotros
mismos, no obstante, no es una tarea fácil. Debemos romper con aquello
con lo que la sociedad intenta seducirnos y vivir la vida según nuestros
principios, con nuestros propios valores y en consonancia con nuestros
sueños primigenios. Debemos despertar a ese yo oculto; explorar los
anhelos más profundos, más invisibles, las habilidades y debilidades que
nos hacer ser quienes somos. Debemos entender donde hemos estado y
adónde vamos. Cada decisión que tomamos, cada paso que demos, debe estar
investido de ese compromiso de vivir la vida siendo sinceros y
coherentes con nuestro yo auténtico y solo con ese yo. Y, a
medida que avancemos, tendremos la certeza de experimentar una fortuna
que irá más allá de cualquier riqueza jamás imaginada”.
Por
ese “vivir rápido”, sin sentido, avanzando por avanzar, no ponemos
atención en nosotros ni en los demás, solamente los “conocemos
superficialmente” y es claro que no nos entendemos ni les entendemos.
Hace muchos años, un compañero de la ESE que hacía mucha poesía y la
sigue haciendo, “El Michi”, escribió algo así: “Hablamos lenguajes
diferentes que no se entienden ni a señas” y, así vamos en la vida, sin
entendernos ni entender a los demás. Solo se establecen relaciones por
intereses y no por convicciones y por afectos, nos deshumanizamos de tal
suerte que cuando vemos morir o sufrir a otro,
nos quedamos callados, silenciosos,
ocultamos los sentimientos pensando en que “no es nuestro problema”
,que tenemos los propios para ocuparnos por los demás y es por este
mecanismo que “nos ponen la pata en el cuello”, nos doblegan, nos
asesinan y nos castran…
“VALOR,
Jonathan. ES LA ÚNICA FORMA DE VIVIR. Y RECUERDE, LA VALENTÍA NO ES
ALGO QUE UNO SIENTA, ES ALGO QUE UNO DEMUESTRA”. Por esa razón es
necesario que uno asuma y enfrente sus miedos y, en este libro, se nos dice al respecto:
“Lo
que nos retiene en la vida es la arquitectura invisible del miedo. Nos
hace permanecer en nuestras zonas de bienestar, que son en realidad, los
lugares menos seguros en los que vivir. De hecho, el mayor riesgo en la
vida es el de no correr riesgos. Sin embargo, cada vez que hacemos
aquello que tememos, recuperamos la fuerza que nos ha robado el miedo,
porque nuestra fuerza reside del otro lado de nuestros temores. No puede
haber concesiones. Cada vez que asumimos el malestar que generan el
crecimiento y la evolución, nos volvemos más libres. Cuantos más miedos
afrontemos, más poder recuperaremos. De esa forma, nos volvemos no solo
valientes, sino poderosos, y logramos vivir la vida de nuestros sueños”.
Y
en la realidad, no queremos asumir que tenemos miedo y que ese miedo
nos paraliza, nos destruye, nos aconchamos en las zonas de confort y
creemos que ahí estamos seguros, es lo que sucede, por ejemplo, con la
burocracia, que al obtener un empleo, primero, tienen miedo a asumir sus
responsabilidades, no sea que los vayan a correr de empleo; después,
tienen miedo a ser creativos y se esconden en la máscara de la “lealtad y
de la obediencia a los superiores”, no sea que se vayan a molestar los
poderosos y les quiten el “pedacito de queso” que los mantiene en la
ratonera… y, así, se van acobardando y refugiándose en el miedo y en sus
miedos hasta que, solamente, están pensado en la jubilación y
les entra como una nueva fuerza pesando en que, cuando se jubilen ,ya
podrán ser ellos y hacer lo que quieran sin tener que aguantar a los
jefes ni estar sujetos a sus caprichos y horarios… y, cuando logran
alcanzar los años para hacerlo, después de los miles de trámites que les
imponen para demostrar que siguen siendo cobardes y miedosos, les dan
unas migajas que, cuando les llevan a la realidad, los matan; es cierto,
los jubilados se van muriendo poco a poco y entendiendo que son seres
miedosos, frustrados , resentidos con ellos y con la vida y se meten en
sus agujeros para terminar en el olvido… el miedo, les llevó la vida a
pedacitos…
“VIVE CON AMABILIDAD”
“Es
importante recordar que, al igual que nuestras palabras son la
expresión verbal de nuestros pensamientos, nuestras acciones son la
manifestación de nuestras creencias. Ninguna acción, sin importar lo
pequeña que sea, es insignificante. La forma en que tratamos a una sola
persona define cómo tratamos a todo el mundo, incluidos nosotros mismos.
Si no respetamos a los demás, no nos respetamos a nosotros mismos. Si
somos desconfiados con los demás, somos desconfiados con nosotros
mismos. Si somos crueles con los demás, seremos crueles con nosotros
mismos. Si no podemos apreciar a quienes nos rodean, no nos apreciamos a
nosotros mismos. Con cada una de las personas que nos relacionamos, con
todo lo que hacemos, debemos ser más amables de lo que se
espera que seamos, más generosos de lo que se prevé, más positivos de
los que nosotros mismos creemos posible. Cada instante experimentado
frente a otro ser humano es una oportunidad de expresar nuestros más
elevados valores y de influir en alguien con nuestra humanidad. Podemos
lograr que el mundo sea mejor, persona a persona”.
Y
así, reflexionando en silencio, meditando, vamos encontrando muchas de
las respuestas que queremos sobre el quienes somos y en qué son los
otros a los que queremos y apreciamos, con conocimiento, con amabilidad,
con valor. Esto es algo que nos dejan las lecturas de las experiencias y
reflexiones de muchos seres humanos que son dignos, nobles, amables y
talentosos, que aman la vida y la aprecian en cada momento, saben que en
su viaje, no importa a dónde vayan, lo importante es lo que van
logrando. Es un gran libro que disfrutarán y descubrirán mucho de
ustedes y de lo que quieren.
“Las cartas secretas del monje que vendió su Ferrari”, de Robin Sharma.
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