sábado, 26 de mayo de 2012

Los maestros


EL PRÓXIMO 15 DE MAYO SE FESTAJA A LOS MAESTROS, EN VERDAD QUE LES DEBEMOS RESPETAR, QUERER, ADMIRAR, MUCHOS DE MIS MAESTROS FUERON LOS QUE ME FORMARON EN LA VIDA, ME DIERON CONOCIMIENTOS, ME DESPERTARON LA IMAGINACIÓN, ME ENSEÑARON LOS VALORES, LAS LEALTADES, LOS AMORES, NOS DIERON PENAS Y ALEGRÍAS, MUCHAS MÁS ALEGRÍAS Y, POR SUPUESTO, SIEMPRE TUVIMOS EN ELLOS LA FUENTE INSPIRADORA PARA CONTINUAR ADELANTE. Muchas felicidades maestros que nos formaron y para aquellos que están formando a nuestros hijos y nietos. Mil gracias por su esfuerzo diario y su talento.
         Hace algunos años, uno de mis maestros me dio un “papelito” con algo que, decía, era escrito por  un “autor desconocido” y lo dio para que reflexionáramos, tal vez, al paso del tiempo, creo que él era ese “autor desconocido” y, por su humildad, pensaba que no deberíamos creer que él lo había escrito; pero así es la vida del maestro, entre humildad y honestidad se van formando las mentes que tienen en su tarea.
         “Es tiempo de soltar. Aquí dejo todo lo que me hace daño. Es tiempo de ser más fluido con la gente, conmigo mismo. Es momento de dejar ir, de permitir que el viento me despeine y me sacuda; que se lleve el resentimiento, que mi alma perdone deudas y deudores. Es tiempo de que me perdone a mí mismo; ya me regañé bastante. Fueron muchas las piedras que yo mismo puse en mi camino; los puentes dinamitados, para auto castigo ya estuvo bien; elijo el camino de la aceptación; es más barato”.
         “Acepto y entiendo que merezco empezar de cero; con el alma transparente, y el espíritu tranquilo. En mi vida, a partir de ahora, lo que ha de ser, será. Entiendo que por más que me angustie, no agregaré un centímetro a mi estatura; Jesús tenía razón. Es tiempo de relajarme. Dios no me está juzgando. Así que, ¿por qué habría yo de hacerlo?”.
         “Es hora de levar anclas, de liberar cosas, de soltar gente. Nadie tiene porqué ser como yo quiera. Así están perfectos. Así ha funcionado hasta el momento su vida. ¿Qué mejor prueba podría pedir para convencerme? Me dedico a atender lo mío, a refundarme. Viene bien tirar lo que ya no sirve, perdonar. Entre ser feliz y tener razón, elijo lo primero. Tener la razón es el peor de los desgastes, pues te quita el sueño intentando corregir al universo.”
         “Es hora de soltar, de confiar más en Dios y menos en las apariencias de este mundo convulso. Me dejo ir. La vida me conduce. Quiero comenzar de nuevo con un corazón joven, que brinque de gusto con los cantos que anuncian el día. Como cuando éramos niños, ¿te acuerdas? Un alma que sea capaz de asombrarse con el amarillo de los girasoles, de ver en el cielo un milagro pintado de azul y no sólo un día más, llano y simple. Es tiempo de soltar y maravillarme. He estado demasiado ocupado para ver las estrellas”.
         “Elijo mirar la sonrisa del Sol. Elijo abrazar al aire. Me ama lo suficiente para mantenerme con vida. ¿Qué mejor prueba de amor? Afortunadamente se me dio la facultad de elegir. Elijo controlar a mis propios demonios. Es más, he decidido darles vacaciones. Es tiempo de soltar, de levar anclas, de dejarme en paz. De tanto pelear conmigo mismo, se me estaba olvidando a qué sabe la sonrisa”.
         “Qué estupendo es cuando no controlas a nadie, cuando no pides cuentas, cuando tiras a la basura los rencores. A partir de ahora quiero ser más justo; la vida no es un tablero de ajedrez, ni las personas caballos o alfiles. Trato a la gente como me gustaría que me trataran.”
         “Si algo nos debemos, te ofrezco un abrazo, te pido una disculpa. Yo ya me perdoné. ¿Podrías hacerlo tú también? Yo te invito. Renovación es una palabra muy comprometedora… ¡Te obliga a caminar sin excusas! Sin nadie a quien echarle la culpa de nada. Pero definitivamente es el camino al cielo”.
         “Nada es casualidad, no hay accidentes en el mundo de la voluntad. Por eso, sea cual sea la razón por la que estés leyendo estas líneas, elijo creer que Dios nos permitió crear este lazo, aún cuando ni siquiera nos hayamos visto. Elijo creer que estamos dispuestos a sembrar más sonrisas en nosotros mismos y en la gente. Te deseo que, ahora y siempre, estés lleno de bendiciones”
         “Si sueltas; tendrás las manos libres para recibir cosas nuevas”.
Autor desconocido.
Y, muchas veces, cuando siento que las fuerzas nos fallan o que el ánimo se pierde o nos llenamos de angustias y de miedos, cuando perdemos el rumbo, o vamos dando tumbos en la vida, cuando queremos controlarlo todo, establecer líneas rígidas para los demás y no vemos la vara con qué medimos y con la que seremos medidos, pienso en aquellos maestros, en mi padre y mi madre, que lo fueron. En sus consejos y sus desvelos, en sus tiempos de paz y de anhelos y vuelvo a los libros y con ellos a los recuerdos. No hay nada mejor en la vida que los libros, en ellos vamos encontrando todo lo que queremos conocer de la vida o de lo que nos falta por conocer, es un camino brillante y seguro para no perdernos.
Hay muchos lugares, como en Oaxaca, donde muchos hablan mal de los maestros, de sus luchas y de sus conflictos, pero olvidan que ellos son, al final de cuentas, los que van atendiendo el conocimiento de sus hijos, los que les van dando a conocer las letras, los números, los afanes históricos, los caminos geográficos, las ciencias, estimulan su imaginación y les hacer ser seres creativos. Muchos de ellos, también, tienen muchos sueños y grandes afanes y tareas que no les son reconocidos; la política inadecuada hace perder los rumbos y esos rumbos que se han perdido, no son culpa de los maestros, sino de las malas dirigencias y, por qué no decirlo claramente, de las corruptelas y de las complicidades que generan los políticos, los malos funcionarios del gobierno, y no los maestros que no son más que hombres y mujeres que batallan día a día para atender a nuestros hijos y nietos.
Creo que no debemos generalizar las acusaciones y pensar en que los maestros son dignos de respeto, de afecto, de admiración, los que son negativos y oportunistas, son algunos de sus dirigentes y, eso sí, los gobernantes y funcionarios que, para ocultar sus mediocridades, robos y corruptelas , los hacen cómplices, para destruir la educación pública y navegar en los robos y en la impunidad. Vivan nuestros maestros que saben cumplir con su tarea en el apostolado de la educación…

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