viernes, 30 de marzo de 2012

Se estacionó la vaca

En un libro extraordinario que escribe Leonard Scheff y Susan Edmiston, que se titula: “UNA VACA SE ESTACIONÓ EN MI LUGAR. UN ENFOQUE ZEN PARA EL MANEJO DE LA IRA”, encontré una parte de una canción folclórica que dice:

“NUNCA LUCHES CON UN CERDO.

SE ENSUCIA EL CERDO, TE ENSUCIAS TÚ,

PERO AL CERDO LE GUSTA”.

Y mi abuelito, como buen hombre sabio, educado en la universidad de la vida como el Tío Lolo, señalaba: “No te peles jamás con un chaparrito, porque lo más seguro es que la gente diga que: que poca, abusando de uno más chiquito que tú, independientemente de que se lo merezca y, si por casualidad le ganas, todos dirán: Mira que abusón, le pegó al chaparrito. En el caso de que te resbales o te ponga una buena joda, el chaparrito, todos dirán: Mira que pentonto es que hasta el chaparrito le puso bombo”.

Y es que cuando leemos o vemos las declaraciones de Calderón, llenas de cinismo y de mentiras, brabucón como es, cínico como lo ha demostrado, independientemente de su estatura, la verdad es que nos dan ganas de pelear con el chaparrito de altura y de espíritu y de muy bajo nivel de alma. Pero ya sabemos que el presidente es el que manda y que, cuando se equivoca o dice mentiras, pues simplemente vuelve a mandar, así es la política en este país de agachones y cobardes. Ya sabemos que lo único que es verdad es que todo cambia y, en este país, conociendo esta verdad, no somos capaces de cambiar, PREFERIMOS ESTAR COMO DICE EL DICHO: “MÁS VALE EL MALO POR CONOCIDO QUE EL BUENO POR CONOCER” Y, EN TALES CONDICONES, ya vemos como nos va. Ahora, dice el presidente que es mentira que aumente el número de pobres y su condición de mayor pobreza y, en tal nivel, ya no sé si le mienten o tiene la gacha costumbre de mentirnos a los mexicanos pensando en que todo nos lo tragamos si nos lo dicen por medio de las pantalla de la “caja idiota”… o de plano piensa que, todos los mexicanos, además de cobardes, agachones, también somos pentontos y no vemos la realidad o no la sentimos ni la sufrimos.

Y ante este cinismo y realidad, mejor nos pusimos a leer el libro que anunciamos y ahí recuperé esta parte: “Estás en la apertura de un nuevo centro comercial a las orillas de la ciudad. Como todas las tiendas ofrecen vetas y saldos de gran inauguración, la mitad de la ciudad está ahí. Has buscado un lugar para estacionarte durante diez minutos. Por fin, justo frente a ti, una luces traseras se prenden. Enciendes las luces direccionales y espera a que el auto salga en reversa justo frente a ti. Del otro lado contrario viene un jeep que se estacional en ese lugar. No sólo eso, sino que cuando le tocas el claxon, el conductor sale, sonríe burlonamente y te hace una seña obsena. ¿Estás enfadado? ¿Seguro que sí! ¿Qué te gustaría hacer en ese momento?”

“*Chocar su auto.

*desinflar los neumáticos.

*Rayarle el auto con tus llaves.

*Sacar un lápiz y escribir “idiota” en su parabrisas.”

“Sin duda, todo hemos fantaseado al menos con alguna de estas opciones o con todas. Se han hecho películas enteras acerca de los resultados inesperados y adversos, incluido el asesinato, de esos intentos tontos de revancha. Tal vez imagines que expresar tu enojo –chocar el auto agresor, etecétera- puede ayudar a que desaparezca. Pero veamos los costos específicos de estas opciones” y nos habla de los posibles daños o molestias que generaríamos y que nos complicarían la vida si lográramos hacer este desquite y dar “salida a la ira” que sentimos. Y la verdad es que en vez de quitarnos la ira y tener mejor salud y tranquilidad, la ira aumenta y se nos complica más la vida en todos los sentido. Pero si hacemos un ejercicio que nos aconseja, tal vez, con ese enfoque de ver el asunto, la prepotencia y mala educación del que nos robó el lugar, las cosas cambian, porque, finalmente, es la forma de ver las cosas como nos influyen. “LO QUE SENTIMOS SE FUNDA EN GRAN MEDIDA EN LOQUE PENSAMOS” o, como decía Buda: “Somos lo que pensamos. Todo lo que somos surge con nuestros pensamientos. Con nuestros pensamientos construimos el mundo”

Así que tenemos que tener conciencia de que la ira es:

“*“La ira es una emoción destructiva”

*”La primera persona a quien daña tu ira eres tú”.

*”Si lo decides, puedes reducir el nivel de enojo en tu vida”

*”A medida que reduzcas el nivel de ira en tu vida, serás más feliz y efectivo”.

Así que en vez de pensar que se estacionó o robó el lugar un majadero que siente placer por hacerse el gandaya y pensar que es muy listo, piensa en que en lugar del jeep, llegó, simplemente, UNA VACA. ¿a poco te vas a pelear con la vaca, a poco vas a tener ganas de chocarla y destruirla, de rayarla con tus llaves o de dejarle en el cuerno una nota diciéndole que es una soberana pendeja y tonta?. No, lo más seguro es que te vas a poner a reír y, cuando lo cuentes, en vez de tener ira, tendrás algo gracioso que contar y reír, en vez de aumentar el nivel del enojo. Este es el sentido del libro y la verdad es que cuando lo vamos leyendo y pensando en la vaca que ocupa el lugar en el estacionamiento, nos reímos y pensamos que tiene razón al aconsejar que dejemos la ira a un lado y veamos los enfoques distintos en los problemas. Seremos más felices y, seremos más saludables. Menos amargosos…

Por esa razón, un amigo, me decía que, cuando la vida te brinda un limón, puedes hacer agua de limón o,tomarte un tequila y olvidarte de las penas… un proverbio tibetano dice: “Usar la ira para resolver un problema es como tomar un trozo de carbón al rojo vivo para arrojárselo a lo otra persona”. “la ira es tan buena para resolver problemas como un ventilador lo es para apilar papeles”… tenemos que entender que somos seres capaces de decidir y, tenemos la capacidad para abandonar muchas de las posturas que nos hacen daño, que lastiman, que nos hacen peores y que terminan con la razón y la lógica, con el afecto y el amor.. queremos que los políticos lean de vez en cuando los libros que les pueden servir y dejen de hacer tonterías, mentiras y maldades…

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