viernes, 30 de marzo de 2012

La oración de doña Bricia

Hay días en que las bendiciones nos llegan sin más, como caídas del cielo y alegran el día y el corazón, nos brindan ánimo y nos permiten comprobar que siempre hay esperanza y la vida es hermosa. Este día es uno de ellos y lo debo a la bondad y al amor que brinda Doña Bricia Figueroa a muchos de sus amigos a los que, con paciencia y cariño, nos envía muchos textos y correos. El día hoy me envió uno, especialmente hermoso, que nos debe hacer reflexionar a todos y en las fechas donde recordamos la muerte y resurrección de Jesús, es especialmente hermoso para que digamos la Oración, cuyo texto reproducimos.

“Señor Dios, dueño del tiempo y de la eternidad,

tuyo es el hoy y el mañana, el pasado y el futuro.

Al acabar un día más, quiero decirte GRACIAS por todo aquello

que recibí de ti.

Gracias por la vida y por el amor,

por las flores, por el aire y por el Sol,

por la alegría y por el dolor, por todo lo que fue posible y por lo que no fue.

Te ofrezco todo lo que hice, el trabajo que pude realizar,

las cosas que pasaron por mis manos y lo que con ellas pude construir.

Te presento a mi familia, mis hijos, mis amigos de siempre,

las amistades nuevas, los antiguos amores, el Amor de mi vida,

los que están cerca de mi, los que pude ayudar,

y aquellos con quien compartí la vida, el trabajo, el dolor y la alegría.

Más también, Señor,

hoy te quiero pedir perdón.

Perdón por el tiempo perdido, por el dinero mal gastado,

por la palabra dura e inútil y el amor desperdiciado.

Perdón por las obras vacías y por el trabajo mal hecho,

perdón por vivir sin entusiasmo.

También por la oración que poco a poco fui aplazando

y que ahora vengo a presentarte, por todos mis olvidos, descuidos y silencios,

nuevamente te pido perdón.

Que los próximos días sean siempre BENDECIDOS.

Detengo mi vida delante del calendario y te presento mis días,

que únicamente Tú sabes si llegaré a vivirlos.

Hoy te pido para mí, mis parientes y amigos, la paz y la alegría,

la fortaleza y la prudencia, la lucidez y la sabiduría.

Quiero vivir cada día con optimismo y bondad,

llevando a todas partes ni corazón lleno de comprensión y de paz.

Cirro mis oídos a toda falsedad y mis labios a palabras mentirosas,

egoístas o que lastimen.

Abre si, mi ser a todo lo que sea bueno.

Que mi espíritu sea repleto únicamente de tu Gracia y de Bendiciones,

para que las derrame por donde quiera que pase.

Señor, a mis amigos que leen este mensaje, llénalos de tu bendición,

sabiduría, paz y amor.

Y que nuestra amistad dure por siempre en nuestros corazones.

Lléname, también, de bondad y alegría para que todas las personas

que yo encuentre en mi camino puedan descubrir en mí un poquito de ti.

Danos siempre días felices y enséñanos a repartir felicidad.”

AMEN

¡DIOS TE CONTINÚE BENDICIENDO…

PARA QUE SEAS DE BENDICIÓN A OTROS…

No sé si los candidatos, “suspirantes”, tengan alguna forma de orar y de meditar, creo que sus tiempos están determinados por otros, los que les rodean y les dan cada paso que deben dar en su camino en el proceso electoral, tal vez, no tengan tiempo para decir alguna oración y pedir sabiduría, paz, amor, reconciliación, para con ellos y para con los demás. Pienso que sus “asesores” achichincles y cortesanos, les llenan la cabeza de todo lo malo y les dan los chismes que corren o los rencores y maldades que se hacen los unos a los otros, esta es la forma en que, ellos, se hacen “indispensables” y atraen la atención y aseguran sus puestos, transas y corruptelas en el poder. Así que poca esperanza tenemos de que los candidatos puedan tener momentos de meditación y de reflexión, más bien quieren cada segundo de su tiempo para aumentar su imagen y acrecentar su ego, su enorme ego que llenan desde que se paran hasta que se acuestan, están pendientes de ellos no de los demás, buscan su imagen y quieren que esta sea enorme, no buscan servir sino servirse y así tenemos a muchos de los acompañantes en el proceso que están en las mismas condiciones, mientras, los ciudadanos viven o vivimos en la marginación, en el desempleo, en la inseguridad, en la discriminación, en el horror y en el terror, sumidos en un baño de sangre, con más de 50 mil muertos por una “Guerra” emprendida por el señor Calderón con el apoyo de los norteamericanos dizque para salvarnos de los malos, cuando están ligados a sus negocios y lavado de recursos donde ellos se enriquecen y continúan robando… en fin, ojala, la oración que nos mandó Doña Bricia, les sirva de algo, cuando menos, a nosotros, sin duda alguna, nos sirve y nos hace reflexionar con amor…

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