sábado, 24 de marzo de 2012

La educación

En general nos preocupamos por la educación, pero en la realidad no podemos decir que la educación que recibimos o que se recibe en la actualidad se baso en la realidad y nos educaron para salir al mercado laboral con los instrumentos adecuados para enfrentar la realidad en los empleos. Salimos llenos de teorías que jamás se confrontaron con la realidad, tuvimos, eso sí, elementos para el análisis y tuvimos que buscar los elementos que nos permitieran resolver los problemas en la práctica; nos hicimos trabajando, con muy pocos elementos que nos permitieran salir adelante, por esa razón, muchos de nuestros compañeros quedaran en el camino y otros se frustraron y tomaron rumbos diferentes. En Japón, se está probando un “revolucionario plan piloto llamado “Cambio Valiente” ,que se encuentra basado en los programas educativos Erasmus, Grundtvig, Monnet, Ashoka y Comenius. En este proyecto educativo se brinda un cambio conceptual que rompe con los paradigmas que existen en la educación, de tal suerte que se forma a los niños “como ciudadanos del mundo”, no como japoneses.

“En esas escuelas, no se rinde culto a la bandera, no se canta el himno nacional, no se vanagloria a héroes inventados por la historia. Se procura que los alumnos no crean en que su país es superior a otros por el solo hecho de nacer allí. Tal vez, la idea es que no vayan a la guerra para defender intereses económicos de los grupos de poder, disfrazados de “patriotismo” y entenderán y aceptarán diferentes culturas y, sus horizontes, serán globales, no nacionales”

Con este concepto nos podemos imaginar los cambios que se van a provocar en uno de los países más tradicionales y machistas del mundo.

El programa está basado en diferentes conceptos y abarca un tiempo de doce años: Cero patriotismo o patrioterismo. Cero materias de relleno. Cero tareas y solamente tiene cinco materias, que son:

“1.- Aritmética de Negocios. Las operaciones básicas y uso de calculadoras de negocio.”

“2.- LECTURA. Empiezan leyendo una hoja diariamente del libro que cada niño escoja, y terminan leyendo un libro por semana”.

“3.- CIVISMO. Pero entendiendo el civismo como el respeto total a las leyes, el valor civil, la ética, el respeto a las normas de convivencia, la tolerancia, el altruismo, y el respeto a la ecología”.

“4.- COMPUTACIÓN. Office, internet, redes sociales y negocios on-line”

“5.- CUATRO IDIOMAS, ALFABETOS, CULTURAS Y RELIGIONES: JAPONESA, AMERICANA, CHINA Y ÁRABE, CON VISITAS DE INTERCAMBIO A FAMILIAS DE CADA PAÍS DURANTE ELVERANO”.

“Los resultados del programa han sido importantes: Jóvenes que a los 18 años hablan cuatro idiomas, conocen cuatro culturas, cuatro alfabetos y cuatro religiones.”

“Son expertos en el uso de sus computadoras”

“Leen cuando menos 52 libros al año”

“Respetan la ley, la ecología y la convivencia”

“Manejan la aritmética de negocios al dedillo”

Y bueno, algunos expertos nos aseguran que es contra ellos contra los que van a competir nuestros hijos y nosotros mismos, y tendríamos que reconocer que existen tales fallas en el sistema educativo que los chicos no saben historia, pero eso sí, conocen todos los chismes de los artistas que se ven en la televisión, porque ahí se pasan horas y horas. Con jóvenes que no dominan, ni siquiera, el español; con pésima ortografía; que no saben hacer sumas ni divisiones y que son “expertos para copiar en los exámenes” y, eso sí, ven todos los partidos de fut bol y las tonterías que pasan en la televisión, en vez e estudiar o leer y, cuando lo hacen, por alguna obligación, casi no comprenden lo que leen. En fin, algo tenemos que hacer para darles a los chicos una mejor formación, para que cuando salgan de la escuela no vayan a solicitar trabajo de “lo que sea” o que al llegar les exijan “experiencia,” cuando no tienen ni la más remota idea de lo que están haciendo.

Nuestros maestros deben entender que los cambios y las propuestas son buenos y que hay que establecer nuevas normas y métodos para enseñar con un sentido más práctico para que puedan los chicos salir formados a la vida profesional con elementos que les permitan enfrentar los retos de la vida real.

Hace años, en el sistema de enseñanza del Instituto Politécnico Nacional, institución de la que soy egresado, recibíamos en la prevocacional, equivalente a la secundaria, varios talleres; carpintería, hojalatería, ajuste, electricidad, encuadernación, modelado, herrería, en fin, varios oficios que en caso de no poder continuar por alguna razón los estudios, nos permitían ganarnos la vida en forma decente y eficiente. Cuando menos, teníamos herramientas para la “vida real”.

En el nivel preparatorio, que era la vocacional, dependía de la especialización que tomáramos, por ejemplo, en la Vocacional de Ciencias Sociales se nos daba mecanografía, contabilidades y podíamos llevar, cuando menos, los libros de los pequeños negocios con los que sobrevivíamos muchos en trabajos decentes que nos permitían continuar los estudios, así, por ejemplo, por saber mecanografía y dominar la biblioteconomía, estudiando vocacional, trabajaba en la Escuela Nacional Preparatoria, en la Biblioteca, con lo que pude sobrevivir y continuar mis estudios. En las carreras de ingeniería, los jóvenes recibían clases de embobinado de motores, ajustes, radio, en fin, varios talleres que les permitieron a muchos trabajar y estudiar. Después, este sistema se destruyó por el gobierno al pensar que si mantenían esa formación y ese sistema que venía desde secundaria a profesional, no podían manipular a los estudiantes y controlarles, tal como se generó en el Movimiento Estudiantil de 1968 y, lo desmantelaron, pero también truncaron muchos sueños y futuros de los jóvenes mexicanos.

Hoy en día es difícil conseguir obreros especializados o artesanos, gentes que dominen los oficios y no existen en las escuelas talleres que les formen para la vida y les den herramientas para sobrevivir. Algo tenemos que hacer… hagámoslo, es urgente.

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