lunes, 4 de enero de 2016

No espero nada de nadie

LA HERMANDAD PUMA ME ENVIÓ LO SIGUIENTE: “William Shakespeare decía: “Siempre me siento feliz ¿Sabes por  qué? Porque no espero nada de nadie; esperar siempre duele. Los problemas no son eternos, siempre tienen solución, lo único que no se resuelve es la muerte. No permitas que nadie te insulte, te humille o te baje la autoestima. Los gritos son el alma de los cobardes, de los que no tienen razón. Siempre encontraremos gente que te quiere culpar de sus fracasos, y cada quien tiene lo que se merece. Hay que ser fuertes y levantarse de los tropiezos que  nos pone la vida, para avisarnos que después de un túnel oscuro y lleno de soledad, vienen cosas muy buenas. “no hay mal que por bien no venga”. Por eso disfruta la vida que es muy corta, por eso ámala, se feliz y siempre sonríe. Solo vive intensamente para ti y por ti. Recuerda: antes de discutir, respira; antes de escribir, piensa; antes de herir, siente; antes de rendirte, intenta; antes de morir, VIVE. La mejor relación no es aquella que une a personas perfectas, sino aquella en que cada individuo aprende a vivir con los defectos de los demás y admirar sus cualidades. Quien que no valora lo que tiene, algún día se lamentará por haber perdido y quién hace mal algún día recibirá su merecido. Si quieres ser feliz haz feliz a alguien, si quieres recibir, da un poco de ti, rodéate de buenas personas y sé una de ellas. Recuerda, a veces de quién menos esperas es quien te hará vivir buenas experiencias. Nunca arruines tu presente por un pasado que no tiene futuro. Una persona fuerte sabe cómo  mantener en orden su vida. Aún con lágrimas en los ojos, se las arregla para decir con una sonrisa: Estoy bien””.
         Si me piden que acepte ésta forma de ver el mundo y la vida por supuesto que diría que la acepto; no hay nada como las experiencias de vida para que podamos ofertar nuevas fuentes y caminos. Lo viejo no significa experiencia sino acumulación de tiempo, la experiencia son tareas de la vida sufridas o vividas con toda la intensidad. Desde hace mucho tiempo, antes de ser yo mismo viejo, siempre solicité la opinión o el que me contaran las experiencias los viejos amigos de los que goce en su amistad, solamente así se van descubriendo la serenidad y la tranquilidad en un mundo a veces poco entendible; por esa razón cuando caemos debemos levantarnos y en cada caída y en cada levantarse hay un ejercicio que nos brinda poder para continuar caminando las situaciones con optimismo y valor. Por fortuna, con el tiempo, uno va aprendiendo que siempre, siempre hay seres que nos brindan amor y comprensión y que siempre están ahí, con uno, por eso no se puede sentir la soledad, no existe cuando existe el ánimo de vida y cuando existe la bondad de unos y de otros, en este sentido se van formando las líneas del dar y del recibir; entendemos que no hay productos acabados en la viña del señor, aquí se nos dan las semillas para que cada uno vaya construyendo su campo y cultivando lo que cosechará en la vida y con el tiempo.
         La esperanza y la fe brindan confianza de tal suerte que siempre podemos entender que en las peores condiciones continuará saliendo el Sol y perdurará el amor. Lo sabemos todos, es el cambio constante de la vida y del universo, lo único real es que todo cambia y cambia para el bien, dejando en su paso lo bueno y eliminando lo malo, es como un eterno seleccionar lo mejor para que eso sea la esencia de la vida. En el trato y en el camino todos vamos dejando huellas en los demás y los demás para con uno, cada huella es el ritmo del camino, es lo que forma el caminar. Siempre hay un comienzo y un por qué y siempre hay una conclusión o un para qué. Como en los tiempos actuales todos buscan lo material, este parece ser la fuente y el motivo de la vida y no es así, no es lo más importante, es lo de fuera, lo material que brinda el orden y el estatus que aparentan algunos tener cuando no son capaces de conquistarlo. Lo de dentro es lo que dejará ver lo que realmente uno es y con ello el valor que se tiene y el lugar que hay en la vida. Para tener idea del verdadero valor de lo material hay que darse tiempo y brindarse espacio, uno puede tener cosas pero nadie sabe el secreto de la vida y el olor de las rosas, nadie puede igualar el lienzo de cada instante en el cielo, ni el calor del Sol y el frescor del agua. Ese es el verdadero valor que nos brinda significación para entender los milagros de la vida. Algunos, solamente pasamos por ellos sobreviviendo pero no viviendo, preocupados por lo material, cuando no sabemos apreciar todo lo que tenemos y que es un milagro ya: la vista, el olfato, el poder escuchar, tocar, sentir, conmoverse, llorar, amar, estar triste. Cada parte del cuerpo tiene un enorme valor y como lo usamos no lo veneramos ni agradecemos día con día.

         Como que no entendemos que la individualidad es en sí una gran verdad y un enorme milagro donde nadie se repite pero donde todos, con el lenguaje y los sentidos y sentimientos logramos estar en la comunidad respetándonos cada uno en lo que somos, por ello, el poder tomar decisiones es vital, pero más hacerlo bajo el esquema de la responsabilidad, del pensar, por ello, los consejos de Shakespeare son tan humanos por ser tan serios y simples, producto de la observación en el trato y en el manejo de los hombres y mujeres, donde el respeto es clave y el amor es vital. Sorprendamos a la vida…

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