lunes, 4 de enero de 2016

Brillante iniciativa de Federico Lamont

“HAY HOMBRES QUE LUCHAN UN DÍA Y SON BUENOS. HAY OTROS QUE LUCHAN UN AÑO Y  SON MEJORES. HAY QUIENES LUCHAN MUCHOS AÑOS, Y SON MUY BUENOS, PERO HAY LOS QUE LUCHAN TODA LA VIDA, ESOS SON LOS IMPRESCINDIBLES” BERTOLT BRECHET.
         Hay esos días en que nos fijamos en los que sucede a nuestro derredor, hay cosas muy desagradables y otras mucho muy agradables, el día de ayer, Federico Lamont Campos, presentó un extraordinario trabajo sobre la migración en un comedor de la Cámara de Diputados, ahí, se premió por parte de la Cámara de diputados y por parte de la Asociación Nacional de Locutores de México, con el Micrófono de Oro, la máxima presa de los locutores al Senador de Ilinois, Martín Sandoval, un extraordinario hombre de origen mexicano que con esfuerzo se ha labrado un camino exitoso. En un momento en que charlamos, me contaba de cómo sus padres y ellos vivían en un pueblo miserable de México y de cómo sufrían por la miseria y marginación; expulsados por el hambre re salieron, y su familia, con algunas oportunidades se desarrolla de tal suerte que hoy, él, es un próspero Senador en los Estados Unidos que no ha olvidado sus raíces en México y lucha en favor de los migrantes. Cuando contaba esa parte de su vida, veía cómo se le rasaban los ojos de lágrimas al llegar aquello recuerdos. Esos son los hombres que de México han salido a triunfar en otros lados, demostrando el talento y el amor que existe en cada uno. En verdad me conmovió y por esa razón cuento esa parte del premio, con Martín Sandoval, un senador norteamericano de fuertes raíces mexicanas.
         Y cuando vemos experiencias de vida como la del Senador Martín Sandoval no dejamos de indignarnos ante el despilfarro y la “poca abuela” de los políticos mexicanos, de su cinismo, de su ineficiencia, de su derroche, de su corrupción, de su “mala leche”, así que no podemos dejar de pensar en los spots de publicidad política donde dicen una cosa y hacen otra, es curioso el cinismo del presidente del PAN que habla de la “corrupción y mentiras de los políticos”, como sí él y sus socios y cómplices no lo sean. Como si al decirnos eso, los mexicanos, que nos piensan idiotas, les creeremos así, sin más. Ya los hemos visto “gobernar” y no son distintos a los demás, la conclusión que tenemos los mexicanos de todos los partidos es que, todos, son una bola de mafiosos que juegan y manipulan a las organizaciones, donde ellos hacen y deshacen, se reparten puestos y presupuestos y nos engañan y roban a los mexicanos. Solamente nos utilizan para que vayamos a votar, pensando en que con eso cambiaremos las cosas, olvidando que todos los políticos de los partidos, son iguales: ratas, cínicos y corruptos. Con las votaciones ellos legalizan los robos y la utilización que hacen de los recursos y fondos públicos de los mexicanos para continuar haciendo sus negocios privados, con impunidad y con cinismo. Los votos no cambian las condiciones de vida de los mexicanos ni siquiera ahora que nos espantan o convencen con el famoso cuento de los políticos independientes que salen de los partidos políticos y que, después, renegando de ellos, dicen que son independientes, cuando todos sabemos que siguen recibiendo recursos de ricachones que siguen utilizando los recursos y fondos públicos de todos para seguir haciendo sus negocios privados,
         La famosa democracia en este país no es cuestión de ideas y de principios, es de negocios e intereses, es la única realidad que vemos en el país y así siguen haciendo el teatro electoral para cambiar de “diablos”, porque al final de cuentas, gané quién gane, debemos recordar que: ES EL MISMO INFIERNO CON DIFERENTE DIABLO, ratas y cínicos.
         Cuando vemos la realidad que estamos sufriendo, cuando sabemos que hay una enorme crisis económica y política que como diría el astronauta mexicano, Neri Vela, sin hacerse bolas o andar pensando en los marcianitos, los mexicanos ya no creemos ni respetamos a los políticos nacionales porque no sirven, y todos sabemos que son cínicos, ratas y corruptos además de ineficientes y pentontos… es la realidad, los mexicanos, no creemos ni en los políticos ni en las instituciones que esos políticos dicen representar. La realidad desmiente lo que dicen y es claro que cuando ellos hablan de prosperidad, solamente se refieren a la suya, no a la de todos, porque no la hay; tenemos pobreza, desocupación, insalubridad, inseguridad, marginación  y cargamos con el cinismo y los saqueos de políticos y funcionarios al lado de empresarios y banqueros… somos sus explotados, y ellos, los explotadores, somos los indignados ,y ellos, los indignos

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