lunes, 4 de enero de 2016

Como los mosquitos

“LOS MOSQUITOS SON COMO TU FAMILIA; CHINGAN MUCHO, PERO TIENEN TU SANGRE”. La madre de los viejones.
Son tiempos de calenturas y de suspirantes.
         Esta es una de las historias de Esopo, un esclavo inteligente cuyo dueño era un rico mercader. “Una vez, para probarlo, le entregó unas monedas de oro, ordenándoles comprar el manjar más exquisito del mundo. Al volver del mercado, colocó sobre la mesa un plato cubierto por un fino paño de lino: -¡Ah! ¿Lengüa? Mis pastores la preparan deliciosa. ¿Por qué la escogiste como lo más exquisito?”
         “¿Qué hay mejor que la lengüa, señor? La lengüa nos une, sin ella sería difícil entendernos. Es la llave, el órgano de la verdad y la razón. Gracias a ella se construyen ciudades y expresamos nuestro amor. Es el órgano del cariño, la ternura, la comprensión. Torna eternos los versos del poeta, las ideas de los escritores. Se enseña, se persuade, se instruye, se reza, se explica, se canta, se describe, se elogia, se demuestra, se afirma. Con la lengüa decimos madres y querida y dios y yo te amo ¿Puede haber al mejor, señor?”
“-¡Sabias palabras! Pues ahora toma éstas monedas y trae lo peor que encuentres”
“Regresó Esopo trayendo nuevamente un plato cubierto con fino paño: -¿Lengüa’ ¡Mereces ser azotado! ¿No dijiste que era lo mejor?”
“-La lengüa, señor, es lo peor que hay en el mundo, fuente de todas las intrigas, madre de todas las discusiones. Es la que separa la humanidad, divide los pueblos y usan los malos políticos para sus falsas promesas, los pícaros para estafar. Órgano de la mentira, la discordia, los malos entendidos, las guerras, la explotación. Esconde, engaña, blasfema, insulta, provoca, destruye, calumnia, seduce, corrompe. Con la lengüa deseamos la muerte y decimos canalla y maldito y demonio y yo te odio. ¡Ahí queda dicho señor, por qué la Lengüa es lo mejor y lo peor de todas las cosas!”.
ES EN LOS TIEMPOS DE CALENTURAS CUANDO LOS POLÍTICOS SE DAN PATADAS y se convierten, como los, mosquitos: chingan mucho, pero todos, llevan la misma sangre. En ese afán de mostrarse, de ser blanco de la información, de llamar la atención, de mostrar su mejor cara y dichos, todos entran en la época de la verborrea, y de ahí que por todos los medios hablan y hablan, como que olvidan que para transformar al mundo no hacen falta las opiniones sino los ejemplos, y ejemplos, hay pocos, hay discursos y declaraciones y es ahí cuando los perversos políticos contrarios o contrincantes se dedican ilegalmente a grabar las conversaciones y los espías pagados por ellos para hacer grabaciones y obtener datos buenos y malos de su vida, se convierten en indispensables, por tal motivo se dice que, la “información brinda el poder” pero, la difamación, es parte del poder. Con esto las filtraciones de conversaciones entre ellos de algo escandaloso, de inmediato, aparecen en los medios de información para generar un escándalo mediático que sirva para su desprestigio. En éstas épocas, los políticos y suspirantes, se olvidan del consejo brindado por Don Fernando Gutiérrez barrios, cuando al solicitarle que me dijera si me espiaban a mí o a la persona con la que había hablado y ellos escuchado, simplemente, con su tono amable y amigable me dijo: “Acuérdese Sócrates que los teléfonos no son para hablar, todo se escucha, solamente son para hacer citas o enviar mensajes”. San Juan Crisóstomo decía: “No sólo hay flechas con puntas de hierro que hieren: algunas palabras causan lesiones mucho más profundas”. “Y yo te pregunto: Habrá alguien que en algún momento de su vida no haya recibido el despiadado ataque de alguna lengüa mortífera, destructora de honor y reputación?”. Así, en tales condiciones creo que los políticos sufren de esos ataques de tal suerte que algunos se muestran lastimados porque tienen la piel sensible y otros, están con conchas, por lo que todos los ataques, justos e injustos, les vale…”
Y no se trata de que por ser perversos, muchos informes y datos surgidos y dados a conocer a los medios de información con tal de destruir reputaciones y honras se busque el frenarlas, por desgracia, la política es así. Hace algún tiempo un compadre me permitió estar al lado de un empresarios que era hijo de una madre soltera, pero muy querido en su comunidad y le preguntó de que si era correcto aceptar ser presidente municipal ya que no sabía quién era su padre. Mi amigo le dijo: “No te preocupes compadre, en cuanto digan que vas a ser candidato a la presidencia, no dudes que alguien se encargará de decir quién es tu padre… y así sucedió. Cosas de la política.

No hay comentarios: