Algunos amigos y talentosos escritores que trabajan con la orientación de los viejos políticos que controlan el sistema se preguntan del por qué seguimos escribiendo y hablando sobre el tema del 68 y alguno de ellos, que es un colaborador de uno de los políticos de este país, nos comentaba si seguíamos escribiendo sobre el tema para no “perder la costumbre de cobrar” y la realidad es que en nuestro caso, no somos de los que han vivido del cuento del 68 ni se han beneficiado del mismo ni han aceptado ser diputados o senadores protegidos por el gobierno y el sistema que fuera el responsable de la traición y de la masacre de ésta y otras en el país.
Y es que es interesante el ver cómo se preocupan algunos escritores ligados al poder porque se hablen de cuestiones reales y que interesan a los jodidos y no hablemos para lanzar incienso y poner velas a los hombres del poder ya que, finalmente, ni nos interesa ni cobramos como ellos de este manejo operativo…pero en fin, cuando los perros ladran es que se va caminando y lo curioso es que muchos perros, cuando tienen hueso, ni ladran ni muerden, nada más gruñen.
Hoy en día cuando se habla de las famosas reformas que solamente servirán para un grupo de privilegiados y de gentes de muchos recursos y no a los jodidos miembros del infeliciaje esos escritores de consigna y de protección a sus amos y con su sumisión de lacayos se molestan porque piensan que lastimamos los proyectos de fraudes, corruptelas y complicidades de sus amos y ellos perderían sus migajas con las que siempre se han conformado, en fin, la realidad es que existimos dos visiones de ver el mundo y la vida. Unos buscamos la verdad y la libertad y otros lamen las cadenas y los bozales con los que garantizan sus salarios y sus recursos porque no tienen ninguna otra cualidad, pero en fin, el que lame la cadena que lo controla y el bozal que le silencia puede decir que estará comiendo de las manos del “sistema” y los otros, lucharemos contra los indignos porque estamos al lado de los indignados.
Hoy en día, cuando los grupos del poder requieren de voceros con bozal, hay muchos escritores y analistas que cobran por esa razón y venden sus escritos como suripantas y no nos debe de extrañar, cuando no se tiene otra cosa que vender más que el trasero y no la inteligencia, hay muchos tiradores y padrotes que les gusta operar las relaciones y los negocios que se hacen con las prostitutas de escritorio…por algo dicen algunos políticos que el dinero y el poder está en el peligro, en las drogas o la prostitución… y parece que en los tiempos actuales esto es verdad…
Por esa razón, es curioso que se trate de ocultar que una de las mejores adquisiciones del poder y que se maneja y opera por sus lacayos es la comunicación, porque por medio de ella e puede continuar manipulando a los grupos y engañando a las masas, porque continúan con aquella tesis del “Tigre” Azcárraga que sostenía que en la televisión: “A nosotros nos interesa entretener, no angustiar”. En el libro de Fabrizio Mejía Madrid: “Nación TV. La novela de Televisa” editada por Grijalbo, explica con gran talento lo que sucede con la comunicación: “-México es un país de una clase modesta muy jodida, que no va a salir de jodida nunca. Para la televisión es una obligación llevar diversión a esa gente y sacarla de su triste realidad y de su futuro tan difícil (explica en un diálogo de Emilio Azcárraga). La clase media, la media baja, la media alta. Los ricos como yo, no somos clientes, porque los ricos no compramos ni madre. En pocas palabras, nuestro mercado en este país es muy claro: la clase media jodida. La clase exquisita, muy respetable, puede leer libros o la revista Proceso para ver qué dice de Televisa. Éstos pueden hacer muchas cosas que los divierten, pero la clase modesta, que es una clase fabulosa y digna, no tiene ninguna manera de vivir o de tener acceso a una distracción más que la televisión. Ustedes nunca han visto un aparato de televisión en la basura, nunca. Yo les juego lo que quieran. ¿Cuándo han visto un aparato de televisión en la basura? Históricamente se considera que la cultura existe nada más en los libros, que ésta significa muchas cosas excepto telenovelas, porque éstas carecen de calidad y hasta vergüenza da hablar de ellas. Lo importante, en este caso, es que la gente que enciende un aparato receptor lo hace de manera voluntaria. Entonces, puede escoger lo que se le chingue la gana. La respuesta que tenga es mucho más importante que cualquier reconocimiento cursi que pueda haber, sea el Oscar, los premios de Cannes o toda la mierda que existe. Lo que vale cuando uno se enfrenta a un auditorio de millones de personas y éstas deciden sintonizar algo que, además de alegría, les ofrece entretenimiento sano, y que les brinda satisfacción interna. Eso es la televisión, y entre muchos esfuerzos realizados, el más importante dentro de Televisa, curiosamente, es una telenovela que se llama “Los ricos también lloran”. Para que vean que yo, siendo nacido rico, también lloro.”
“Cuando un reportero le preguntó qué relación había entre que la gente sintonizara sus telenovelas y el hecho de que no había otra cosa que ver en la televisión, Azcárraga sólo dijo: “-La gente a la que no le gustan los monopolios es porque no tiene uno. A mí me encantan”… y bueno, entre el futbol, las telenovelas y los noticieros controlados que no hablan de la realidad ni de las duras condiciones en que se mueven los millones de indignados y de las transas, corruptelas y negocios que hacen los indignos, se mantiene el control de la comunicación y con este se pueden manipular a los grupos para continuar montados en el poder, para joder y chingar por parte de unos cuántos en contra de los muchos, de la mayoría, y así, continuamos pagando para que nos jodan y permitimos que con los recursos públicos se sigan haciendo negocios privados y dejando las deudas sociales para que las paguemos todos y, las utilidades de los negocios vayan a los bolsillos de unos cuántos…y esto, tal vez, es lo que buscan los “analistas” que le sirven al sistema y hablan bien de los políticos, total, ellos les pagan y el que paga, pues manda y para recibir algo de migajas obedecen
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