Las fabelas mexicanas

Hace unos días recorrí parte de las zonas periféricas de Oaxaca, lugares en la montaña donde las gentes han invadido los predios o bien han sido vendidos por funcionarios, empresarios inmobiliarios y políticos a precios baratos sin ningún servicio, solamente lotificando con cal y diciendo que los servicios están cercanos y que pronto llegarán siempre y cuando hagan Tequio o demanden a la presidencia el que los ponga a cargo del erario municipal, es decir, con los recursos de todos y que deberían de servir para todos pero que, finalmente, sirven para que un grupo de hampones se enriquezcan, lo dicho, negocios privados de alto rendimiento gracias a los recursos públicos o a las deudas públicas que debemos pagar todos.

Y qué encontré además de malos servicios, de la falta de agua y drenaje, de luz, de vigilancia, de pobreza, miseria, resentimiento, pues encontré y pude ver a cientos de jóvenes drogándose y formando las pandillas para cobrar derechos de piso o de paso y de asaltar y drogarse o pelearse, porque no tienen otras cosas, he preguntado a los policías y los políticos y funcionarios si saben cuántas pandillas existen en cada colonia y cual es el número de miembros de las mismas y nadie tiene idea o simplemente niegan que esto suceda, alegando que lo que sucede es que no quieren trabajar, porque ellos dicen que trabajo hay… no saben en dónde y cómo pagan y para qué pagan, pero aseguran que hay empleo y la verdad sea dicha, no existe y lo que si hay es la violencia, el resentimiento, la prostitución, la drogadicción, el alcoholismo, el analfabetismo, la delincuencia, el tráfico de drogas, de armas, los robos, la malnutrición, el hambre, la miseria…claro que los políticos ni enterados y los funcionarios no salen de su sitio de confort porque para qué, si no hay presupuestos para hacer algunos programas y lo que importa es dar una buena vista al turismo, aunque a los jodidos se los lleve la chingada… esos, solamente cuentan para las marchas, los votos o para las movilizaciones o para que se maten entre sí en las luchas violentas de pandillas y pandilleros.

Esas zonas son las “verdaderas zonas liberadas” pero en beneficio de los traficantes, de los políticos, de los vendedores de terrenos a crédito, de los traficantes de drogas, de los rateros, de los lidercillos, de los funcionarios manipuladores, de los padrotes y madrotas, de los delincuentes, de los espanta cigüeñas, de los rateros, de los policías que cobran cuotas y dan protección, en fin, las demás gentes, las que trabajan en alguna cosa tienen que pagar por vivir o mal vivir en esos sitios y tienen que aceptar todo sin chistar, sin denunciar, sin dar lata porque entonces pues se mueren en un asalto o se chingan en una pelea o golpiza de las pandillas y traficantes de drogas.

Cuando la batalla en contra de Ulises Ruiz se utilizaron a muchos de éstos grupos como “brigadistas”y fueron pagados por los mafiosos y demostraron que con el apoyo y el resentimiento social y la molestia de todos los ciudadanos en la capital en contra de las tropelías y robos de aquel gobierno podían cercar la ciudad y por esa misma razón hicieron el ensayo cuando aislaron a la capital y la sometieron a su control, por ello habían muchos jóvenes, no con conciencia social todos, sino manipulados por el alcohol o las drogas y alentados por los robos y los trafiques que se daban… lo mismo que sucede en las favelas brasileñas donde los traficantes tienen el control de importantes territorios que cercan a las ciudades. Lo mismo sucede no solamente en Oaxaca, también en Guerrero, Chiapas, Distrito Federal, Estado de México, en todo el territorio nacional, porque al final de cuentas, los jodidos son millones y se dejan manipular y explotar por los políticos o por los delincuentes o por los medios de comunicación y las telenovelas o el futbol, pero que de nos chingamos, pues nos chingamos….y después del escándalo y el movimiento todo sigue igual que antes o peor…