Y cuando no se sabe qué se quiere y qué se puede pues es lógico que estamos paralizados.
Por esas y otras muchas razones cada vez que entro en tales temas donde se deben mantener los equilibrios y no dejarse provocar y menos desquiciar, procuro repetir la oración de Mahatma Gandhi en sus largas jornadas de lucha para la liberación de la India de manos de los ingleses y que dice:
“SEÑOR:
Ayúdame a decir la verdad delante de los fuertes.
Y a no decir mentiras para ganarme el aplauso de los débiles.
Si me das fortuna no me quites la razón.
Si me das la razón, no me quites la humildad.
Si me das humildad, no me quites la dignidad.
Ayúdame siempre a ver la otra cara de la medalla.
No me dejes inculpar de traición a los demás,
por no pensar igual que yo.
Enséñame a querer a la gente como a mi mismo,
y a no juzgarme como a los demás.
No me dejes caer en el orgullo si triunfo,
ni en la desesperación, si fracaso.
Más bien recuérdame que el fracaso,
es la experiencia que precede al triunfo.
Enséñame, que perdonar es un signo de grandeza.
Si me quitas el éxito dame fuerzas,
para aprender del fracaso
si yo ofendiera a la gente,
dame valor para disculparme,
y si la gente ofende dame valor para perdonar.
Señor… si yo me olvidó de ti,
nunca te olvides de mí”
y por alguna razón un proverbio chino señala: “LOS MAESTROS PUEDEN ABRIR PUERTAS, PERO SÓLO TÚ PUEDES ENTRAR”.
Es curioso, en los últimos 42 años los gobiernos del país supuestamente “han invertido 36 millones 366 mil 541 pesos por cada persona en situación de pobreza, en este periodo ese flagelo aumentó en 58.1 por ciento… Según datos oficiales, el país pasó de 31.4 millones de pobres en 1970 a 53.3 millones en 2012… señalaron que 102 millones 425 mil mexicanos no pueden comprar la canasta básica constitucional integral, que al primero de julio tenía un costo diario de mil 40 pesos (16.04 salarios mínimos) para cubrir todas las necesidades que marca la Constitución, incluyendo bienes y productos de primera calidad. De acuerdo con el reporte, sólo 2 millones 56 mil 675 personas (1.7% de la población) pueden adquirir esta canasta en el país”, según reporta en la Jornada del día 31 de julio Emir Olivares Alonso de acuerdo a las investigaciones de los economistas del Centro de Análisis Multidisciplinario de la UNAM.
Los investigadores del CAM indicaron que “de 1970 a la fecha el presupuesto gubernamental (federal, estatal y municipal ) en programas de combate a la pobreza se incrementó en términos absolutos en 96.1% y aun así no se ha resuelto el problema…. Si cada año se incrementó el presupuesto para combatir la pobreza y el hambre ¿por qué aumentaron?, ¿cuántos recursos llegaron a los mexicanos con pobreza? ¿cuánto dinero se quedó en el aparato gubernamental y con qué argumentos? Si el total del presupuesto utilizado en los programas contra la pobreza durante 42 años realmente se hubieran ejecutado para disminuirla, tomando en consideración sólo los datos oficiales, no habría incremento de pobres”.
Y mientras uno de cada dos pobres en América Latina es mexicano, cuando tenemos una tasa de desempleo de más del 5% y en empleo informal a 28 millones de trabajadores y más de siete millones de jóvenes NINIS que ni pueden estudiar ni trabajar y millones de hambre y miseria extrema, los políticos, empresarios, funcionarios se dan la gran vida y el lujo de construir casotas como lo hicieran muchos políticos y funcionarios ligados a sus socios y cómplices en la iniciativa privada robando los recursos de todos para enriquecerse ellos, unos cuántos. No hay duda que los indignados somos millones y los indignos unos cuántos, pero les permitimos, por cobardes, indiferentes y tontos, que nos sigan engañando, robando y saqueando los recursos que aportamos todos. PAGAMOS PARA QUE NOS JODAN, esa es la verdad y, lo hacen, porque nadie protesta y todos nos quedamos callados… indignados, pero acobardados.
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