martes, 9 de julio de 2013

Políticos y elefantes

“El hombre se vuelve muy pronto demasiado viejo y, sabio, demasiado tarde”
No han sido pocos los amigos que me han solicitado y enriquecido para que continuemos escribiendo sobre las virtudes de los elefantes y de lo que deberían tener los políticos, sobre todo ahora que han terminando los procesos electorales y que no encuentran acomodo ni los que se supone ganaron ni los que estamos seguros que perdieron, pero, sobre todo, entendiendo que en todo este juego perverso, los que salimos pagando por todos sus gastos de campaña y los que continuaremos pagando por su pérdida o por su triunfo, somos los ciudadanos y, a pesar de saberlo, no se nos quita lo pentonto y: PAGAMOS PARA QUE NOS JODAN…
Así que de acuerdo a la reflexión que me hizo un extraordinario educador oaxaqueño, que también los hay, no todos los maestros son pendejos que se dejan manipular por sus lidercillos que los saben vender bien, muy bien, para que ellos sigan enriqueciéndose, los Elefantes, son seres vivos que se deben admirar: tienen un cuerpo enorme que les permite llamar la atención y, sobre todo, generar respeto de los demás, bueno, esto es lo que también deberían tener los políticos, me refiero al respeto, no al cuerpo enorme. Los elefantes, al igual que los políticos, gozan de una memoria buena, tan buena que los políticos no deberían olvidar a quién les deben los favores y a quién les deben cobrar las ofensas, los elefantes no tienen este conflicto de intereses. Los elefantes, son seres enormes que saben hacer la guerra y son utilizados para ello, al igual que los políticos que son especialistas en “guerras sucias” y en generar conflictos por ellos o por encargo de otros, los elefantes, tampoco tienen ese conflicto de intereses y, los elefantes, también son usados para el trabajo rudo, son seres productivos hasta en el circo, pero los políticos son seres huevones, que no hacen nada y viven de los demás, como parásitos. Los elefantes tienen una boca pequeña, no tragan más que lo que les es útil, los políticos en cambio tienen bocas chicas y hablan de más y tragan más de lo que pueden mascar, como que no aprenden de los elefantes. Los políticos, tienen un olfato bueno que saben, al igual que los elefantes “para donde corren los vientos”, los elefantes, los utilizan para el bien de la manada, en cambio, los políticos, lo usan para su provecho, valiéndoles madre los demás. Los elefantes tienen ojos pequeños que les sirven para no deslumbrarse y seguir sin cambiar el rumbo, los políticos, se deslumbran fácilmente y también tienen ojos pequeños para cambiar, cuando les conviene, el rumbo. Los elefantes tienen orejas enormes que les permiten captar los sonidos más débiles, los políticos también pero los usan para su provecho. Los elefantes tienen una piel gruesa y fuerte que les protege de los lugares difíciles por donde tienen que andar sin lastimarse, los políticos también tienen una piel gruesa, para aguantar toda clase de chingaderas porque, como les vale, todo se les resbala. Los elefantes no doblan las rodillas, los políticos las doblan cada vez que les solicitan hacerlo y no solo para venerar a los poderosos sino para dar las pompis cada vez que se necesitan dar para subir en el escalón del poder. Los elefantes, tienen, por su propio peso, las patas bien firmes en el piso y no pierden la pisada, la hacen lento al caminar para no perder ni el rumbo ni poner en peligro a los demás, a los políticos eso les vale, no tienen peso por sí mismos y, como siempre andan corriendo, siempre ponen en peligro a los demás que les siguen como pendejos… los elefantes, tiene cola corta y no la arrastran ni son fácilmente tomados por la misma, en cambio, los políticos, entre más larga tengan la cola mejor para los que los manejen, usan y llegan a las complicidades con ellos, por ahí, no solo se les mantiene en orden y disciplinados sino, también, contentos, porque desde hace mucho los políticos también saben que lo mejor para estar en los grupos de poder, es tener preferencias sexuales de “ida y de vuelta”, no importa que tan larga tengan la cola ni tan sucia… y bueno, ya hay cambios en muchos ayuntamientos y diputaciones, por eso, veremos a los mismos bichos pero con diferente máscara…. Y a muchos elefantes en extinción al igual que en extinción se encuentran los buenos políticos, ya que, solamente vemos puros mamarrachos… pero los elegimos para que nos sigan engañando, robando y jodiendo. Como que nos gusta que nos jodan y, además, nos encanta pagarles por ello.
A muchos políticos les sucede lo que les pasó a dos compadres que un día viajaron a un lejano lugar para esquiar. Cuando iban al sitio escogido en las montañas, vieron que se aproximaba una tormenta que ponía en peligro el camino, antes de llegar al refugio, vieron una cabaña donde se dirigieron para solicitar posada. Ahí salió a recibirles una rubia de belleza total y les dijo que ella era la dueña de la cabaña y que ya había tomado provisiones porque efectivamente se pronosticaba un muy mal tiempo para esa noche y que si querían, les daría refugio, pero como había enviudado hacía unos meses no les podía dar el refugio en su casa, por aquello de lo que dirían los vecinos que aunque lejanos, de todo se enteraban y eran muy chismosos, así que ellos le dijeron que les permitiera poner la camioneta dentro de los corrales y que ahí, ellos, pasarían la noche. Así lo hicieron.
A la mañana siguiente el clima se mostró hermoso y continuaron a su destino donde pasaron unas bellas vacaciones esquiando y haciendo los deportes que les gustaban. A los pocos meses de esta aventura, uno de ellos recibía una notificación de un despacho de abogados que representaba a la viuda. El que lo recibió temía lo peor, así que leyó la misiva y, al terminar, se dirigió a su amigo con el cual había ido a ese sitio y le preguntó: “Enrique, cuando llegamos a la casa donde la viuda nos dio refugio en las montañas. Tú te levantaste y la sedujiste en su casa, sin que yo me diera cuenta?. El tipo, con gran pena ,le confesaba a su amigo, Ricardo, que efectivamente él había abusado de la bondad de la viuda y que en la noche había dejado la camioneta y se dirigió a su casa y pasaron una noche de amor inolvidable y que ella, encantada, le había solicitado sus datos y nombre y dirección, así que Enrique, que era casado, le había proporcionado la tarjeta de su amigo Ricardo, porque él era soltero y no tendría problema en caso de que se supiera la aventura. Esto, lo confesó con gran pena a su amigo y le dijo: “lo siento amigo querido si es que te metí en algún lío legal con la viuda, sobre todo, ahora que veo que traes un sobre del despacho de abogados que la representa”.
Ricardo, le dijo a su amigo: “pues son chingaderas lo que hiciste, pero no hay problema, porque la viuda acaba de morir y lo que sucede es que me dejó en herencia una fortuna calculada en cien millones de dólares”…efectivamente, nadie sabe para quién miente y quién será el beneficiado… así que, cuando el juego tiene desquite, ni quién se pique…pero recuerde que es mejor aceptar las culpas que culparar a otro, sobre todo en política, porque nadie sabe para quién trabaja…el libro del: “68 Visto a los 68”, se encuentra ya en venta en las librerías El Sótano y se pueden adquirir por correo electrónico

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