martes, 9 de julio de 2013

La Quina y sus consejos

“QUE DÉ LAS GRACIAS SALINAS QUE NO LO MANDÉ MATAR”: “LA QUINA”.
Dicen y dicen bien que en política, los “amigos son de mentiras y los enemigos son de verdad”, esto es una constante en las cuestiones políticas, sobre todo cuando los intereses afectados son enormes. Nadie duda de que Joaquín Hernández Galicia, “la Quina”, era un dirigente obrero que tenía muchas facetas, entre otras, la fuerza que le brindaba un selecto grupo que le rodeaba y que por su conducto hacía enormes negocios, tal vez, él, no tenía nada que ver en esos asuntos, vivía como vive en la actualidad con modestia en una casita mediana en Ciudad Madero, Tamaulipas, a sus más de noventa años, pero, sin duda, nadie niega que tiene una “memoria de elefante” donde no se le olvidan los favores ni las ofensas y, una grande que siempre ha querido cobrarse es la que le dejó el gobierno de Carlos Salinas de Gortari: “No, el poder me lo quitaron los bandidos de Salinas de Gortari”, es la contestación sobre su encarcelamiento después de lidiar o de “entenderse” con siete presidentes del país.
La declaración en el sentido que la hace en una entrevista publicada en Milenio, realizada por Fernando del Collado, sin duda calará muchos ánimos, deja ver no solamente el odio y el resentimiento, sino la posibilidad real a la que se encuentran sometidos los funcionarios y políticos en el país de ser asesinados por hombres poderosos, tan poderosos como lo podría haber sido “La Quina” y bueno, como “juego que tiene desquite ni quién se pique” tal vez, Don Joaquín, no se da cuenta de que así como el solicita que dé gracias Salinas de Gortari de que no lo mandó matar, él, también, tendría que dar gracias a Salinas de Gortari porque no lo mandó matar y solamente lo llevó a la prisión de donde salió con vida, sobre todo, pensando que en esos tiempos, el poder de los presidentes era enorme, de tal suerte que podía disponer de la vida de muchos o mandarles eliminar como se hizo durante algunos gobiernos en este país con las “gentes molestas”.
Sin duda, nadie ha aclarado que todo el pelito que sostuvo Salinas contra el Sindicato o los dirigentes del Sindicato Petrolero, estaba centrado en arrancarles los controles de muchos contratos que ellos operaban y manejaban para darlos a sus agentes y por los cuales cobraban cientos de millones de pesos que destinaban no solo a las obras sociales y a los gastos del sindicato, también, a proteger a otros líderes que gastaban fortunas de Las Vegas, como a Barragán Camacho, y a la política y, según tengo entendido, de ahí salieron cientos de millones de pesos para fomentar las organizaciones contrarias a Salinas de Gortari y, sobre todo, a la formación de algunos grupos ligados a la candidatura de Cuauhtémoc Cárdenas, por lo que le enviaron a “La Quina” un recadito desde las oficinas de la presidencia y de la Secretaria de Gobernación: “Está bien que no quiera tener relaciones ni pláticas con Carlos Salinas de Gortari, pero tiene que entender que su misión y función es, solamente, limitada al campo sindical, si invade el campo política, tendrá serias consecuencias” y sabiendo lo que sucedería, rebasó el campo sindical y se metió de lleno en el financiamiento político a favor de la oposición en aquellos tiempos y al llegar al poder Salinas de Gortari, pues no tardó mucho en cobrarle la ofensa y por esa razón le dieron el golpe a Joaquín Hernández Galicia que, finalmente, no tenía todo el poder de los trabajadores, de tal suerte que la inmensa mayoría de los dirigentes que le rodeaban fueron fácilmente comprados o eliminados de las secciones y, solamente, uno o dos tuvieron el valor de hacer movimientos a favor de su dirigente y, por ello, pagaron con la cárcel en el mejor de los casos…así que, en boca cerrada, no entran moscas… Y ES MEJOR VIVIR CON EL RECUERDO QUE CON LOS “DEMONIOS DENTRO”…Y DANDO VUELTAS Y TENTACIONES. Se nos olvida que cuando Dios nos quiere castigar nos concede lo que en verdad No queremos pero que decimos que queremos…y si esto se llega a hacer, en buen lío se meten los hocicones.
Cuando habla de libro “Un asesino en la Presidencia” que de pronto aparecía distribuido en un evento frente a la Suprema Corte de Justicia de la Nación para dar un golpe mediático, antes, se le había enviado a una persona que le solicitaba que dejara de hacer esas tonterías ya que se había detectado antes la edición que le fue pagada a un grupo de “escritores” para hacerlo con los refritos de notas de la época, donde ocurría la tragedia en la casa de los Salinas, cuando por accidente muere Guadalupe Juárez que trabajaba en la casa de ellos. ahí, se le propuso que dejara esa edición en paz y que se le pagarían los gastos ocasionados por ese evento, a lo que se negó. Cuando el emisario le informaba a Fernando Gutiérrez Barrios del resultado de ese encargo y que no había aceptado, este político de gran talento y de gran poder dijo: “No importa, conspiración descubierta, es conspiración abortada” y, efectivamente, así lo hicieron, de tal suerte que se frustró la distribución y se “convenció” a los editores para que dejaran este asunto en paz. Y esto no lo cuenta Don Joaquín, porque a lo mejor, con los años, se le olvidan algunas cosas o solamente habla sobre lo que le conviene, pero a lo mejor no se enteró del acuerdo al que llegaron esos “escritores” a los que él patrocinó y fueron los que explicaron la forma en que se les brindaron los apoyos para la edición del panfleto…
Él habla de que hizo un buen papel y que mucha gente lo traiciono, pero tal vez olvidaba que, en política, esta es la forma de comportamiento de todos aquellos “incondicionales”a los que se “protege y rinden negocios y riquezas” porque todo se reduce, al final de cuentas, en que los pleitos son: “Por el Amor de hombres o mujeres, por el poder y por el dinero o los negocios”, lo demás, es pura demagogia, y lo mismo sucede con eso de las lealtades, porque hay gentes cercanas a ese tipo de liderazgos a las que se marginan y son las primeras en dar la contra para cobrarse ofensas o rencores y es así que fueron sus gentes del primer nivel de poder en el sindicato los que le traicionaron, algunos por inocencia, otros por posiciones, por dinero y poder, y muchos por rencor y resentimiento… y así, en tales condiciones, cuando se le preguntó sobre si Cuauhtémoc Cárdenas lo había apoyado, su respuesta es tan contundente que asombra, conociendo los niveles de apoyo que le brindara en su momento: “Jamás, ya sabía que era muy pen…” y sin duda, algo que sabe de primera mano y que ha experimentado es, cuando le preguntan sobre de quién se debe cuidar Peña Nieto y contesta: “ de los amigos y de los lambiscones, que siempre hay” y, por esa razón, aconseja a Romero Deschamps: “¡Que se largue a Chingar a su madre!”… y bueno, no es un mal consejo en los tiempos actuales a menos que haya llegado, como en otras ocasiones a conciliar y tomar acuerdos con los dirigentes políticos del país, igual que se hacía en aquellos tiempos de añoranza de Joaquín Hernández Galicia, “La Quina”, cuando recibía a los presidentes y les ponía la alfombra de recibimiento… si los políticos en verdad que no cambian, son los mismos en el mismo infierno, pero con diferentes diablos…

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