Cansados de la publicidad política

Después de estar escuchando las tonterías, la demagogia y las brutalidades de toda la “propaganda de politiquería” de los candidatos a diputados locales y presidentes municipales de los 14 estados, los ciudadanos, miembros del infeliciaje nacional, los que andamos a pie, los que comemos tacos cuando bien nos va, los que gustamos de la exquisita torta de tamal con atole en las esquinas cuando vamos al trabajo si es que tal bendición tenemos, los que sufrimos al final de la semana o de la quincena, los que vemos la publicidad comercial como un sueño inalcanzable, los que suspiramos por estar unos días bajo el sol de la playa o tomando unos tragos con la familia y los amigos, en fin, los que somos parte del ejercito de “desocupación nacional”, los que no vamos al médico ni de chiste, los que nos tronamos los dedos cada vez que llegan los recibos de luz o de renta o de agua, los que sufrimos cuando vemos un retén de policías o de delincuentes, en fin, los ciudadanos que formamos el basto ejercito de la indignación, ya estamos pues hasta la madre de los spots y de los discursos de los políticos y funcionarios y de las transas y reclamos y chismes que se generan por medio de las mafias de los políticos que controlan a los partidos y organizaciones políticas… sí, estamos hasta la madre y queremos, de vez en cuando, escuchar, leer o ver otras cosas, claro que no sean telenovelas o noticieros, programas de análisis “político”que solamente sirven para que un grupo de pomposos intelectuales que creen tener la verdad se luzcan y cobren o pasen a cobrar sus “emolumentos” a donde bien les pagan para distraer y cansar al auditorio con sus charlas y análisis. Bueno, de tal suerte es el tema que, hoy en día, los locutores se sienten analistas políticos y, los analistas, se sienten “intelectuales”… si vamos de mal en peor…

Por esa razón, voy a reproducir lo que explicaba Charles Chaplin:

“Cuando me amé de verdad, comprendí que en cualquier circunstancia, yo estaba en el lugar correcto y en el momento preciso. Y, entonces, pude relajarme. Hoy sé que eso tiene nombre: AUTOESTIMA”

“Cuando me amé de verdad, pude percibir que mi angustia y mi sufrimiento emocional, no son sino señales de que voy contra mis propias verdades. Hoy sé que eso es: AUTENTICIDAD”

“Cuando me amé de verdad, dejé de desear que mi vida fuera diferente, y comencé a ver que todo lo que acontece contribuye a mi crecimiento. Hoy sé que eso se llama: MADUREZ”

“Cuando me amé de verdad, comencé a comprender por qué es ofensivo tratar de forzar una situación o a una persona solo sabiendo que no es el momento o que la persona (tal vez yo mismo) no está preparada. Hoy sé que el nombre de eso es: RESPETO”.

“Cuando me amé de verdad, comencé a librarme de todo lo que no fuese saludable: personas y situaciones, todo y cualquier cosa que me empujar hacia abajo. Al principio, mi razón llamó egoísmo a esa actitud. Hoy sé que se llama: AMOR HACIA UNO MISMO”.

“Cuando me amé de verdad, dejé de preocuparme por no tener tiempo libre y desistí de hacer grandes planes, abandoné los mega-proyectos de futuro. Hoy hago lo que encuentro correcto, lo que me gusta, cuando quiero y a mi propio ritmo. Hoy sé, que eso es: SIMPLICIDAD”

“Cuando me amé de verdad, desistí de querer tener siempre la razón y, con eso, erré muchas menos veces. Así descubrí la HUMILDAD”

“Cuando me amé de verdad, desistí de quedar reviviendo el pasado y de preocuparme por el futuro. Ahora, me mantengo en el presente, que es donde la vida acontece. Hoy vivo un día a la vez. Y esos se llama PLENITUD”

“Cuando me amé de verdad, comprendía que mi mente puede atormentarme y decepcionarme, pero cuando yo la coloco al servicio de mi corazón, es una valiosa aliada. Y esto es SABER VIVIR”

“No debemos tener miedo de cuestionarnos… hasta los planetas chocan y del caos nacen las estrellas” CHARLES CHAPLIN…

Ojala los políticos lo entendieran y reflexionaran… tendríamos mejores gobernantes, sencillos y decentes… a lo mejor…