miércoles, 22 de diciembre de 2010

Navidad de cuatro pesos...

No es para presumir, tampoco para que critiquen, menos para que se burlen pensando en que todos los días tenemos que inventar notas, escribir y leer para reflexionar, algunas veces, como señalan algunos detractores de lo que leen y escribo, por supuesto, dicen que, solamente, hago la talacha de la “difamación”. La verdad es que desde que se terminaron los viejos tiempos, más bien, desde que los políticos inventaron aquello de la “honestidad” que jamás han cumplido pero que usan para chingar a los demás, acabaron con aquello de la “untada de mano”, con el famoso “Chayote” a los periodistas, bueno, para algunos periodistas que, como algunos maridos, piensan que el “sancho” no existe, pero que, sin embargo, contribuye a la felicidad del hogar y claro, miles y miles de tunde máquinas se ven angustiados por la miseria y los gastos que generan las fiestas decembrinas, más, mucho más, cuando los políticos, los pocos que saben cumplir con el protocolo de la barbería y mandan regalos, piensan que los periodistas viven o vivimos del “chupe” y no hay nadie que no mande corbatas, tal vez para que las utilicemos para los suicidios que se avecina, mandan botellas, de las corrientitas o de barata en Sams, porque las finas las toman con sus cuates; algunos despistados que también los hay, no creemos que lo hagan de mala fe, envían plumas, no se piense que de las buenas, no, creen que aún se utilizan para escribir además de firmas cheques o pendejadas, TAMPOCO HAY políticos que manden los “pavos”, guajolotes en caja y congelados, que traen de contrabando muchas tiendas que tienen y gozan de la protección de políticos, funcionarios, agentes aduanales, la Secretaría de hacienda y la Dirección de Aduanas, cuyos funcionarios se hacen inmensamente ricos, y no se crea que por el uso de plumas o de artículos que pueden ser usados como “consoladores” por algunos funcionarios que salen alegremente del closet, pensando en que, con mayor número de jodidos y de pobres, los mayates, les pueden salir más baratos y con gran variedad…. Así que les tengo que confesar que si no escribo, no puedo sobrevivir medio muerto de hambre, de sed y de angustia. Por esa razón adelanto artículos, para darme un tiempo y corretear la tortilla en varios lugares, con decirles que estoy seguro de que pronto, pondré alguna taquería para cambiar de profesión: por la de taquero… total, más pena da el hambre.

Si pensamos en que después de sesudas discusiones entre burócratas, inversionistas, representantes del sector “patronal”, “líderes burocráticos, corruptos del sector obrero”, nos chingan a todos los mexicanos con un aumento al salario mínimo de cuatro pinches pesos. Seguramente, esos tales por cuales, no conocen la realidad. Ya no existen los tacos ni los huevos, blanquillos pues, de cuatro pesos. No hay bolillos de cuatro pesos, menos tortas con o sin tamal. No hay “chesco” de cuatro pinches pesos y es que con toda lógica, los representantes de todos los sectores encargados de chingarnos con los aumentos a los salarios mínimos, saben que estando jodidos, angustiados, muertos de hambre, desocupados, a medio tragar y medio dormir medio vestir, no hay mexicano que tenga los “guevotes” como salen en las telenovelas y las películas para protestar y demandar por lo que es suyo. La verdad es que el hambre ha logrado sus objetivos y por ello, nadie protesta, nos dejamos chingar con la sonrisa en la boca, nos hacen pedazos, con la sonrisa en la boca y cuando decretan los aumentos ridículos e indignantes por el valor de nuestro esfuerzo diario, casi nos exigen que les demos una lana a los ricos que nos explotan y nos hacen pendejos por medio de la manipulación de la información, así, lograron que no existieran muchos periodistas valientes y que digan la verdad, a muchos ,los han comprado, que para eso estamos en un país capitalista donde el dinero es el “rey” y se vende y compra todo, como en las casas de “citas” o de “mala nota”, los puteros pues… y si alguien en su sano juicio piensa que con cuatro pesos podrá hacer la invitación a la revolución para joder a los detentadores de la “robolución” ,pues está jodido. Nos ganaron la guerra y nos callaron, nos silenciaron, ya no sabemos si somos o no somos… no tenemos lengua ni tenemos mother, vergüenza ni dignidad. Por ello, nos callamos y no protestamos, pero así es la guerra: se gana y se pierde, pero nosotros, las mayorías jodidas, las perdemos todas… calladitos porque se ven más bonitos o apendejaditos… total, los gritos no matan el hambre ni dan empleo… cuando mucho, cuatro pesos…

FELIZ NAVIDAD… ¿CON CUATRO PESOS?. YA NI LA BURLA PERDONAN. LO QUE CHINGA, ES LA SONRISITA…

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