Impunidades

El día de ayer, 30 de diciembre, la esposa del presidente Margarita Zavala, entregaba los premios sobre el turismo infantil a un grupo de niños, mientras, su familiar, Marcia Matilde Gómez del Campo, dueña de la guardería ABC, donde murieran muchos niños quemados por las corruptelas y negligencias de sus dueños y funcionarios del IMSS, era liberada de “toda culpa” por la Suprema Corte, en una clara intervención de lo que es en este país la impunidad y, claro está, la fuerza de la amistad y las influencias. La esposa del presidente tiene hijos y seguramente los quiere y adora como los padres de familia que hoy lloran a sus pequeños por esas corruptelas y la fuerza de las influencias que llevaron a sus pequeños a la muerte, nos preguntamos si la señora Margarita pensó o tuvo un momento de apoyo a las víctimas y a sus padres cuando daba los premios, mientras la impunidad lograba que su familiar se sintiera libre de culpa…HACE AÑOS, LOS DERECHISTAS, TRATANDO DE DESPRESTIGIAR AL INDIO, BENITO JUÁREZ GARCÍA, SOSTENÍAN QUE ESTE ASEGURABA: “PARA EL AMIGO, JUSTICIA Y GRACIA, PARA EL ENEMIGO, SOLAMENTE JUSTICIA” y la realidad es que jamás ha sido así, los hombres del poder pueden lograr la impunidad por medio del ejercicio de este poder burlando a la ley y destruyendo a la justicia y esto es lo que aconteció con el amparo “ganado” por la familiar de doña Margarita… es bueno tener familiares con poder para tener impunidad en este país…

Y mientras el presidente, con ese tono bravucón que utiliza cuando se dirige a sus amigos y compinches del panismo, habla en contra de los demás partidos políticos y asegura que todos son un verdadero peligro para los mexicanos y para el país, no podemos dejar de pensar en los discursos de Adolfo Hitler, con ese dogmatismo y con esa intolerancia que llevó a la humanidad a la guerra y la destrucción de millones de seres humanos inocentes. Así, de presentarse como el presidente del “empleo”, gastando más de 300 MIL MILLONES DE PESOS en la “batalla contra la inseguridad”, aumentan los pobres y los indigentes, mientras en América Latina el número de pobres e indigentes disminuyó 1 y 0.4% respectivamente, en 2010. En cambio, en México, en el periodo del 2006 al 2008, de acuerdo a las investigaciones de la CEPAL, el indicador subió de 31.7% al 34.8%. Hoy, el número de pobres en América Latina es de 180 millones y el de indigentes es de 72 millones, por esa razón, los gobierno derechistas, en vez de atender el empleo y los servicios para los pobres, aumentan la fuerza de la policía para enfrentar las posibles protestas de millones de seres humanos desesperados por el hambre y la miseria, la desocupación, por esa razón es incongruente que el presidente diga y sostenga que salimos de la crisis económica mientras en la realidad aumenta el desempleo, la pobreza y la indigencia.

Con el cuento de la “inseguridad”, provocada por la propia policía al desarrollar la ineficiencia, complicidades y corruptelas de sus mandos, se encubre las intenciones de aumentar la fuerza paramilitar en México, para enfrentar a los pobres y a los que se arriesguen a demandar sus derechos y la obligación del gobierno para brindar seguridad en vidas y propiedades de sus ciudadanos, para que cumplan con sus promesas de empleo y desarrollo y para que la justicia social sea un hecho y no un simple slogan de su demagogia. La realidad es que un gobierno de ultraderecha como el de Felipe Calderón, no se basa en la fuerza del pueblo, en su apoyo, total, todavía existen las dudas sobre la supuesta mayoría que le llevó al poder, cuando dan la impresión de que se impuso por la fuerza y las transas con otras fuerzas políticas a las que hoy traicionan los panistas en el poder, por ejemplo, cuando en vez de apoyar a los grupos del PRI los tratan de destruir, cuando fueron ellos, los priístas, los que permitieron su ascenso al poder, pensando en que podrían enfrentar a las gentes del pueblo que apoyaron a Andrés Manuel López Obrador, a pesar de que los propios perredistas ligados al oportunismo le dieran la espalda en esa lucha. Claro que hoy, con el oportunismo, piensan, esos perredista que su alianza con los panistas será buena, hasta que sientan la puñalada por la espalda, tal como la dan sus “dirigentes” a los ciudadanos que ingenuamente creen en ellos, cuando se olvidan que ellos no son dirigentes por convicción sino por oportunistas y ambiciosos en el poder y la riqueza que genera el gran negocio de la política. Ojala podamos entender la realidad para poderla cambiar…