miércoles, 22 de diciembre de 2010

Gobernadores: señores feudales ineptos y transas

BUENO, algunos analistas están pensando que, desde la destrucción del poder centralizado por parte del PRI, los gobernadores, se comenzaron a mandar solos, robaban solos, se cuidaban solos, hacía los procesos electorales como a ellos les daba la gana o se les acomodaban sus “fichas”, en fin, los gobernadores dejaron la discreción y el control para convertirse de un día a otro en PEQUEÑOS SEÑORES FEUDALES y al hacer esto, al faltar el control que se ejercía desde Gobernación, el CISEN, la PGR, el Ejército, el presidente se descontroló, sobre todo cuando a la llegada de Vicente Fox, con ese batidillo que hizo de funcionarios , políticos y oportunistas en el poder, solamente se dio paso a la tecno burocracia y al gran oportunismo político que generó la destrucción del poder y en cada entidad, en vez de fortalecer a las instituciones políticas, económicas, sociales o de seguridad, se fueron deteriorando de tal forma que hoy, los grupos de la delincuencia se han apropiado, en muchos casos, del poder político, porque nadie les vigila y nadie sabe cómo se deben controlar sus ligas y acciones para que no permearan al poder, como hoy lo hacen con la narco política aliada con la violencia o con las relaciones y controles , sociedades o corruptelas que tienen con las policías, políticos, empresarios o banqueros que son los beneficiados por el manejo de recursos económicos que generan las actividades del crimen organizado en el país.

No se puede negar que, los “PEQUEÑOS SEÑORES FEUDALES”, los gobernadores, centralizaron sus negocios e intereses en grupos limitados y cercanos a su confianza y olvidaron que el poder se debe ejercer como un abanico para que todos los grupos y sectores se beneficien de la disposición de los presupuestos, pero no, ellos, centralizaron en pequeños grupos sus intereses y eliminaron a los demás, provocando un verdadero caos económico y de poder en municipios que fueron presas para los grupos de la delincuencia. Como esos gobernadores, como “pequeños señores feudales”, acapararon la designación de sus candidatos a los puestos de elección se perdieron los esquemas de selección, control y vigilancia que anteriormente dependían de los organismos de inteligencia e información del presidente y de colaboradores en el gabinete de seguridad y es por ello que, ligados en afectos e intereses al gobernador, muchos, pudieron “comprar” sus candidaturas y comprometer presupuestos, puestos en los niveles de seguridad local por lo que además, con los intereses locales y los de los mandos de los policías de la región estatal o federal se fueron logrando mayores cotos de poder que no eran controlados, vigilados y supervisados por el poder central que cuenta con mejores elementos para realizar esas tareas y que, anteriormente, se comunicaban a los gobernadores para que ellos, conociendo que se sabían de sus transas y componendas en la capital, también mantenían un control de sus funcionarios y en el campo de la política, la elección de políticos y policías, para que esos grupos, se mantuvieran alejados de los delincuentes locales, estatales o federales. Al faltar la “protección y el control” de su señor feudal, las comunidades se convierten en presa fácil de los grupos paramilitares, policías o delincuentes armados y por esa razón se opera en muchos sitios el nivel que hoy vemos en el control político y social de comunidades abandonadas por el propio poder político que, en vez de ejercer y cumplir con sus obligaciones, dejó al garete a las comunidades que no le eran de “provecho para su enriquecimiento” y, por ello, la fuerza del crimen organizado es de tal magnitud en la actualidad. Ante el vacio del poder, se llena con el poder del crimen o de los grupos paramilitares o policías ligados al poder de los grupos locales y caciquillos de pueblo. Así han controlado los recursos políticos, administrativos y económicos de la región, sin los cuales, el poder político no sobrevive y es por ello que la correlación de fuerzas es distinta y los gobiernos municipales y sus políticos no tienen la fuerza para poder mantener las riendas del poder a pesar de los esfuerzos que hacen algunos gobernadores que se dan cuenta que ellos, solamente, medio mandan en sus capitales y sus grupos, pero no tienen el control ni fuerza política en los municipios que ellos dejaron perder. Esto mismo sucede en las ciudades, donde amplias zonas son controladas por el crimen con la complicidad de políticos, empresarios, banqueros y policías y, los gobernadores o presidentes municipales, ya no cuentan, porque la organización social y económica la controlan las bandas cada colonia o sector . Así es el problema de grave. Y, NO LO VEN LOS POLÍTICOS, porque andan en sus transas y corruptelas…o fiestas navideñas…

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