PARA ALGUNOS, ES LÓGICIO, NORMAL, ADECUADO QUE LOS NORTEAMERICANOS IMPONGAN AL PAÍS CONDICIONES PARA QUE SUS AGENTES, SIN TENER PERMISO DEL SENADO DE LA REPÚBLICA, REALICEN LAS INVESTIGACIONES Y LAS REVISIONES EN LOS AEROPUERTOS nacionales, PARA SOSTENER SU SEGURIDAD, SIN IMPORTAR LA SEGURIDAD NUESTRA Y SOBRE TODO, SIN IMPORTAR LA SOBERANÌA NACIONAL Y EL RESPETO A LA NO INTERVENCIÓN Y LIBRE AUTODETERMINACIÓN DE NUESTROS PUEBLOS. Pero bueno, es lógico que con los gobiernos o mejor dicho, con los desgobiernos entreguistas, derechistas, represores, esto, se convierte en un hecho común y corriente para todos los funcionarios a los que les importa un soberano pito la autodeterminación y el respeto a la soberanía nacional. Si bien declaraba aquel viejo maestro en la escuela de Economía que, los actuales políticos y funcionarios de la ultraderecha están, como la “diana la cazadora”, nadie sabe a qué le tira y solamente se destacan sus pompas apuntando al Norte”…
Y no se piense que consideramos apoyar a los loquitos del terrorismo internacional, pero no podemos entender que ahora, esos loquitos, primeramente, fueron alentados, subsidiados y desarrollados por los propios norteamericanos que les utilizaron para ser parte importante en el derrocamiento de otros gobierno y para luchar en su contra, en los tiempos donde, en esos países, se pensaba que se podían desarrollar las revoluciones socialistas y que los destinos petroleros cayeran en sus garras. Es más, cuando esos grupos, ahora perseguidos y declarados como “terroristas”, les servían a los norteamericanos, nadie podrá negar que contaban con el apoyo logístico, tecnológico, militar y financiero de la CIA, DEA, Departamento de Estado, del Tesoro y de aduanas en los Estados Unidos.
Después, cuando las condiciones y los tiempos cambiaron, se convirtieron en los peores testigos de las matanzas, de los espionajes y de los asesinatos que sus elementos desarrollaron por instrucciones de esos organismos de los Estados Unidos y, así, se convertían en testigos peligrosos para denunciar la política represiva y los muchos asesinatos que se hicieron al amparo de la lucha por la “democracia y la libertad de los Estados Unidos”, por esa misma razón, sus anteriores amos, les descalificaron y les dieron el estatus de “terroristas,” con el fin de tener los elementos y los pretextos para eliminarles o asesinarles, sin dar mayor explicación sobre esa masacre que se viene realizando en nombre de la libertad y la democracia, tal como la entienden los políticos y hombres del poder en los Estados Unidos.
¡POBRE MÈXICO, TAN LEJOS DE DIOS Y TAN CERCA DE LOS ESTADOS Unidos”, PERO, SOBRE TODO, POBRE México, tan cerca de los Estados Unidos, tan lejos de Dios y tan invadido de políticos entreguistas, cínicos, viciosos, corruptos e ineficientes y, pobre México que, teniendo esos políticos, policías, funcionarios, especuladores financieros y paramilitares que asesinan sin control a los ciudadanos del país, tiene un pueblo que todo lo admite, bajo el pretexto de que no se puede hacer nada y que el gobierno y el poder es lo suficientemente fuerte para decretar, no solamente la persecución de sus enemigos y críticos, sino su encarcelamiento e incluso, su asesinato, cobijados por esa lucha contra el “terrorismo”, o bien, amparados por la “lucha contra la delincuencia organizada”, cuando todos sabemos que, la verdadera delincuencia, se encuentra en las cúpulas del poder, en todos los niveles del mismo.
Creo, que no me equivocaría si dijera que, en los Estados Unidos, jamás, nos permitirían, a los funcionarios mexicanos, actuar con la misma impunidad y prepotencia que sus funcionarios y policías lo hacen en este país, gracias al entreguismo, la ineficiencia y las complicidades y corruptelas de políticos, funcionarios y policías de México. Es lógico que ellos, no nos permitirían investigar sobre las relaciones existentes entre los funcionarios, policías, banqueros, especuladores y políticos de Estados Unidos con las mafias del crimen organizado que son las que controlan las políticas en aquel país. Claro que, menos, nos permitirían que, nuestros militares controlaran las agencias de inteligencia o de control que ellos tienen bajo su absoluto manejo y es lógico que, tampoco, nos permitirían que nuestros policías, si es que existiera alguno con honestidad, eficiencia y capacitación, fuera el que dictara las políticas que deben observar sus policías y agentes de inteligencia o bien, no nos permitirían extraditar a nuestro país a los criminales más destacados que son los que han traficado con drogas, armas, gentes, espionaje y manipulación financiera, para que en nuestras cárceles y con nuestros sistemas, les interrogáramos sobre las relaciones que sostienen o sostenían con los principales políticos y funcionarios de su país… claro que, no nos lo permitirían, pero eso sí, los políticos, policías y funcionarios entreguistas de México, si les permiten eso y más… incluso, el violar, abiertamente, nuestra soberanía e intervenir en la política nacional, en su manejo y camino.
Es claro que ellos no nos permitirían que dictáramos las políticas y los reglamentos a los que se tendrían que ajustar sus ciudadanos en nuestro país, y es lógico que, menos, nos permitirían intervenir en el manejo y observancia de las políticas que deben regir a su ejército, marina o aviación militares, es claro que no nos permitirían actuar en los centros de espionaje para controlarles o para dictar cuales serían las normas de acción en contra de sus propios ciudadanos, tal como les permiten hacerlo los funcionarios, políticos y policías mexicanos, para mantenerles contentos, y eso que, seguramente, no les han solicitado el trasero, pero no son pocos los que les ofrecen tal parte a los gringos, sin recato alguno y sin pudor.
Ellos, no nos permiten que nuestros policías o militares o agentes del espionaje anden como “pedro por su casa,” armados y dictando instrucciones a sus policías para que liquiden, detengan o agredan a los ciudadanos que ellos consideran peligrosos para la seguridad de los mexicanos. No, ellos, no permiten que ningún otro policía extranjero pueda andar armado dentro de su país, pero exigen y les conceden el que sus policías puedan estar armados, actuar, detener, matar o “defenderse” de las agresiones que los pobres puedan sufrir… pero, esto, nos pasa a los mexicanos porque no tenemos conciencia y porque estamos involucrados más en atender las demandas de los norteamericanos que en atender lo que nos conviene a los mexicanos, estamos más preocupados por garantizar sus seguridad que en garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos y prueba de ello es que, en los dos años del gobierno de Calderón, van, asesinados, más de 16 mil mexicanos, con el cuento de la lucha contra la delincuencia organizada… y los que faltan, los muchos más asesinatos que se esperan porque esta es una guerra, no es la nuestra, es la de ellos y, finalmente, como en todo, los norteamericanos provocan las catástrofes y los muertos, las miserias y los costos morales, éticos, políticos y financieros los pagamos los ciudadanos, inocentes, en el país. Porque en la realidad, los políticos, los policías y los banqueros, son los que hacen los grandes negocios con el cuento de la guerra y con el cuento de la seguridad, porque finalmente, como cualquier guerra, de lo que se trata, al final, es de realizar los grandes negocios, y esos, solamente, los hacen los hombres del poder y sus patrones… los ciudadanos, solo pagamos los “platos rotos”, las agresiones y los impuestos para que los políticos, los funcionarios, los empresarios, los banqueros y especuladores, sigan viviendo en la riqueza y la abundancia, a costa de nuestra miseria y de nuestros miles de asesinados que no tienen justicia ni paz… si este es el final del 2009, esperamos que no sea el principio ni el resto del 2010, por amor a Dios… no nos lo merecemos.
Y no se piense que consideramos apoyar a los loquitos del terrorismo internacional, pero no podemos entender que ahora, esos loquitos, primeramente, fueron alentados, subsidiados y desarrollados por los propios norteamericanos que les utilizaron para ser parte importante en el derrocamiento de otros gobierno y para luchar en su contra, en los tiempos donde, en esos países, se pensaba que se podían desarrollar las revoluciones socialistas y que los destinos petroleros cayeran en sus garras. Es más, cuando esos grupos, ahora perseguidos y declarados como “terroristas”, les servían a los norteamericanos, nadie podrá negar que contaban con el apoyo logístico, tecnológico, militar y financiero de la CIA, DEA, Departamento de Estado, del Tesoro y de aduanas en los Estados Unidos.
Después, cuando las condiciones y los tiempos cambiaron, se convirtieron en los peores testigos de las matanzas, de los espionajes y de los asesinatos que sus elementos desarrollaron por instrucciones de esos organismos de los Estados Unidos y, así, se convertían en testigos peligrosos para denunciar la política represiva y los muchos asesinatos que se hicieron al amparo de la lucha por la “democracia y la libertad de los Estados Unidos”, por esa misma razón, sus anteriores amos, les descalificaron y les dieron el estatus de “terroristas,” con el fin de tener los elementos y los pretextos para eliminarles o asesinarles, sin dar mayor explicación sobre esa masacre que se viene realizando en nombre de la libertad y la democracia, tal como la entienden los políticos y hombres del poder en los Estados Unidos.
¡POBRE MÈXICO, TAN LEJOS DE DIOS Y TAN CERCA DE LOS ESTADOS Unidos”, PERO, SOBRE TODO, POBRE México, tan cerca de los Estados Unidos, tan lejos de Dios y tan invadido de políticos entreguistas, cínicos, viciosos, corruptos e ineficientes y, pobre México que, teniendo esos políticos, policías, funcionarios, especuladores financieros y paramilitares que asesinan sin control a los ciudadanos del país, tiene un pueblo que todo lo admite, bajo el pretexto de que no se puede hacer nada y que el gobierno y el poder es lo suficientemente fuerte para decretar, no solamente la persecución de sus enemigos y críticos, sino su encarcelamiento e incluso, su asesinato, cobijados por esa lucha contra el “terrorismo”, o bien, amparados por la “lucha contra la delincuencia organizada”, cuando todos sabemos que, la verdadera delincuencia, se encuentra en las cúpulas del poder, en todos los niveles del mismo.
Creo, que no me equivocaría si dijera que, en los Estados Unidos, jamás, nos permitirían, a los funcionarios mexicanos, actuar con la misma impunidad y prepotencia que sus funcionarios y policías lo hacen en este país, gracias al entreguismo, la ineficiencia y las complicidades y corruptelas de políticos, funcionarios y policías de México. Es lógico que ellos, no nos permitirían investigar sobre las relaciones existentes entre los funcionarios, policías, banqueros, especuladores y políticos de Estados Unidos con las mafias del crimen organizado que son las que controlan las políticas en aquel país. Claro que, menos, nos permitirían que, nuestros militares controlaran las agencias de inteligencia o de control que ellos tienen bajo su absoluto manejo y es lógico que, tampoco, nos permitirían que nuestros policías, si es que existiera alguno con honestidad, eficiencia y capacitación, fuera el que dictara las políticas que deben observar sus policías y agentes de inteligencia o bien, no nos permitirían extraditar a nuestro país a los criminales más destacados que son los que han traficado con drogas, armas, gentes, espionaje y manipulación financiera, para que en nuestras cárceles y con nuestros sistemas, les interrogáramos sobre las relaciones que sostienen o sostenían con los principales políticos y funcionarios de su país… claro que, no nos lo permitirían, pero eso sí, los políticos, policías y funcionarios entreguistas de México, si les permiten eso y más… incluso, el violar, abiertamente, nuestra soberanía e intervenir en la política nacional, en su manejo y camino.
Es claro que ellos no nos permitirían que dictáramos las políticas y los reglamentos a los que se tendrían que ajustar sus ciudadanos en nuestro país, y es lógico que, menos, nos permitirían intervenir en el manejo y observancia de las políticas que deben regir a su ejército, marina o aviación militares, es claro que no nos permitirían actuar en los centros de espionaje para controlarles o para dictar cuales serían las normas de acción en contra de sus propios ciudadanos, tal como les permiten hacerlo los funcionarios, políticos y policías mexicanos, para mantenerles contentos, y eso que, seguramente, no les han solicitado el trasero, pero no son pocos los que les ofrecen tal parte a los gringos, sin recato alguno y sin pudor.
Ellos, no nos permiten que nuestros policías o militares o agentes del espionaje anden como “pedro por su casa,” armados y dictando instrucciones a sus policías para que liquiden, detengan o agredan a los ciudadanos que ellos consideran peligrosos para la seguridad de los mexicanos. No, ellos, no permiten que ningún otro policía extranjero pueda andar armado dentro de su país, pero exigen y les conceden el que sus policías puedan estar armados, actuar, detener, matar o “defenderse” de las agresiones que los pobres puedan sufrir… pero, esto, nos pasa a los mexicanos porque no tenemos conciencia y porque estamos involucrados más en atender las demandas de los norteamericanos que en atender lo que nos conviene a los mexicanos, estamos más preocupados por garantizar sus seguridad que en garantizar la seguridad de nuestros ciudadanos y prueba de ello es que, en los dos años del gobierno de Calderón, van, asesinados, más de 16 mil mexicanos, con el cuento de la lucha contra la delincuencia organizada… y los que faltan, los muchos más asesinatos que se esperan porque esta es una guerra, no es la nuestra, es la de ellos y, finalmente, como en todo, los norteamericanos provocan las catástrofes y los muertos, las miserias y los costos morales, éticos, políticos y financieros los pagamos los ciudadanos, inocentes, en el país. Porque en la realidad, los políticos, los policías y los banqueros, son los que hacen los grandes negocios con el cuento de la guerra y con el cuento de la seguridad, porque finalmente, como cualquier guerra, de lo que se trata, al final, es de realizar los grandes negocios, y esos, solamente, los hacen los hombres del poder y sus patrones… los ciudadanos, solo pagamos los “platos rotos”, las agresiones y los impuestos para que los políticos, los funcionarios, los empresarios, los banqueros y especuladores, sigan viviendo en la riqueza y la abundancia, a costa de nuestra miseria y de nuestros miles de asesinados que no tienen justicia ni paz… si este es el final del 2009, esperamos que no sea el principio ni el resto del 2010, por amor a Dios… no nos lo merecemos.
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